Huellitas Mágicas - El Pasado de Nozomi

Capítulo 1: Mi Primer Amigo

– Tenemos un nuevo trabajo. ¡Toshio!

La voz del creador de las cartas se escuchó con firmeza, como era costumbre. Las orejas de Toshio, que estaban siempre atentas, no se perdieron ninguna palabra.

– ¡Si! ¡Por fin! ¡Ya tenía ganas de poder salir a jugar un poco! ¡Seguro va a ser divertido!

– ¿Divertido? ¡No es un juego, pulgoso! ¡Es trabajo! – respondió una voz gruñona.

– Pero Ren, ¡el trabajo puede ser divertido!

A Toshio siempre le gustó contradecir a Ren. Era a quien más disfrutaba molestar.

– Agrr... ¿Y bien viejo? ¿Iré yo también? – preguntó Ren fastidioso, aunque algo emocionado.

– Esta vez no Ren. Tengo dos candidatos sumamente adecuados para la ocasión. Liam, Nao, ¿están listos?

Por un segundo, el rostro de Ren pareció decepcionado. Pero fue interrumpido por la combinación de una ruidosa entrada y una pose justiciera. La carta de Liam había llegado.

– ¡Un héroe siempre está listo señor! Y déjeme decirle que cumpliré mi deber sin importar lo difícil que sea. Si se me da la oportunidad, haré justicia en este mundo lleno de miedos y problemas.- Exclama y destellos parecen aparecer a su alrededor.

– ¡Wooow! ¡Qué gran entrada Liam! - comentó Toshio asombrado.

– Grr, otra vez haciendo poses ridículas. Ahora entiendo porque se llevan tan bien tú y Toshio – refunfuñó Ren.

– ¡Yey! – Continuó exclamando Toshio – ¡Liam es mi superhéroe favorito! ¡Siempre hace entradas tan geniales!

– E-Emmm – susurró una voz suave y delicada.

– ¿Tu también vas a hacer una entrada ridícula? – comentó Ren, apartando la mirada.

- ¡E-Estoy listo!- Exclama Nao avergonzado posando firme y llevando una de sus manos a su frente.

– Ya es hora – Interrumpió el creador de las cartas – No deben distraerse. Vayan a cumplir con su misión.

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– ¡Nozomi! ¡Es hora de ir a la escuela hija!

El llamado de su madre no parecía inquietar a Nozomi, que estaba ocupada, en su escritorio, con sus mejores amigos: unas hojas de papel y una caja de lápices.

– ¡Hija!

– ¡No quiero ir ma! ¡Prefiero quedarme aquí dibujando! – respondió inflando sus cachetes, esperando que su madre no siga insistiendo.

– Puedes dibujar todo lo que quieras en el recreo de la escuela. ¡Ahora prepárate que salimos!

– ¡Ahora voy...! – Nozomi suspira de bronca. Guarda sus lápices, un sacapunta y su cuaderno, lleno de dibujos de superhéroes. Baja las escaleras y, junto a su madre, salen rumbo a la escuela.

Un día más en el colegio. A Nozomi no le gustaba tanto la idea. Tenía miedo. Sus compañeros de clase no parecían compartir los mismos gustos que ella. O por lo menos eso creía.

Antes de llegar, un cartel la distrae, haciéndola abrir los ojos de asombro y emoción,

– ¡Wooo! ¡Mira ma! ¡En un mes se estrena la nueva película de mi superhéroe favorito!