Uno por otro

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Clavo de mil momentos, uno que entra y saca al otro, uno que desgarra,  uno que entra y acaricia mientras mata.
Clavo de filo exacto de punta torturadora de acero hiriente que marca mi alma.
Hierro de noches ahogadas que lágrimas profunda del corazón emanan; ese forjado en el fuego de una pasión desmedida, aquel que al entrar sin saber dejo una herida que sangra.
Se pues locura de esta mente, anochecer de mis locas desveladas, martirio de mis días que sin ti se mueren y se engañan.

Cosas Con PoesiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora