Nathaniel x Sucrette "Tú me cambiaste la vida"

Capítulo 52 'Celos'

Abrí los ojos para ver al personaje que me había empujado.

Nath: ¡¿Cris?! -una capucha negra le cubría su pequeño cuerpo

Cris: Calla rubio...-miró a todos lados- ¿dónde está mi prima?

Nath: está...trabajando, ¿por qué?

Cris: mmm...¿sabes dónde trabaja?

Nath: si, por supuest-

Cris: pues vámonos corriendo.

Nath: ¿para qué?

Cris: ¡sólo llevame!

Nath: al menos, deja que me vista. -asintió

Lo pude notar nervioso así que fui rápidamente y me quité el pijama.

Nath: ¿ha pasado algo malo? -le pregunté mientras me desvestía

Pero se quedó pensando en silencio.

Cris: ¿has notado algo raro últimamente?

Nath: no...¿por qué? -me terminé vistiendo y abandoné el apartamento

Cris: vamos, la tata está esperando en el coche.

Nath: ¿mi suegra también está? -asintió y nos dirigimos a un coche negro que estaba en la esquina

Me metí en el coche un poco nervioso por no saber lo que estaba pasando.

Nath: ¿Me pueden explicar que está pasando?

Al lado mío se sentó Cris y arrancó el coche.

Cris: la tata y yo íbamos de camino al cine y de frente nos hemos encontrado con Viktor. Iba a la dirección de vuestro apartamento.

Nath: ¿Viktor? -casi ya ni recordaba ese nombre

¿Será que mi padre ha finjido su muerte? Pero es imposible. Tengo todas las confirmaciones.

Cris: ajá...Será mejor que pasemos la noche en la cafetería, para estar más seguros.

Mi mente se convirtió en toda una bola de preguntas y posibles respuestas.

Nath: la semana pasada me enteré de la muerte de mi padre en las noticias.

Cris: nosotros también. Pero creo que es verdad.

Nath: me puse a investigar y todo apunta a que es verdad.

Cris: espero que ahora mismo esté en el infierno ese hijo de perra...

Por fin, logramos llegar a la cafetería. Me bajé del coche antes que Cris y me dirigí al mostrador. Pude presenciarla de espalda con su uniforme rojo. Coloqué una mano en su hombro y se sobresaltó.

Sucrette: ¡Mi amor!

Gritó emocionada y sonrió al verme.

Sucrette: ¡qué bien que hayas venido! No sabes las ganas que tenía que vinieras y vieras la cafetería por pimera vez. -me abrazó fuertemente- ¿te gusta?

Nath: ¡sí, es muy acogedora! -exclamé- por cierto, ¿estás bien?

Miré alrededor y todo se veía normal. Bullicio, mucha gente...

Sucrette: ¡sí! ¿Por qué? -negué

Nath: por nada.

Sucrette: siéntate, te invitaré a una Coca Cola. ¿Quieres? -asentí y a continuación entró por las puertas Cris con la madre de Su

Cris: ¡hey prima! -se abalanzó a ella

Sucrette: ¡wow, que bonita sorpresa! Habéis venido, todos.