Capítulo 1 de la gran batalla

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El cielo estaba despejado, una joven Adaila reía mientras veía como su pequeño dragón, Smaug intentaba batir sus alas y elevarse, siempre fallando

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El cielo estaba despejado, una joven Adaila reía mientras veía como su pequeño dragón, Smaug intentaba batir sus alas y elevarse, siempre fallando.

-No puedo mamá.-Dijo el pequeño rindiéndose, la chica se agachó para quedar cerca de él y acarició sus escamas rojas.

-Claro que puedes, ¿sabes por qué?-Preguntó ella con dulzura, Smaug la miró.

-¿Por qué?-Preguntó confuso.

-Porque yo creo en ti Smaug.-Habló ella poniéndose en pie.-Vamos pequeño, tú puedes.-Dijo y entonces batiendo sus alas el dragón se elevó, la platinada empezó a chillar de emoción.

-Lo he conseguido madre.-Dijo el dragón antes de caer, Smaug tuvo miedo, no lo negó pero cuando esperaba caer en el suelo duro algo blando lo capturó. El pequeño dragón miró a su madre con amor mientras ella lo sujetaba en sus brazos.

-Estás a salvo conmigo Smaug.-Habló ella dejándolo en el suelo.

Las llamas de Yrre volaron contra su ya nunca más hermano, había intentado dañar a su madre, y eso no se lo permitía, Smaug se sintió débil y pronto fue recogido por Wilda y Nahara que lo llevaron a la gran explanada de Erebor donde eran observados por los enanos y el mediano. Yrre se acercó a su madre y la ayudó a bajarse del tejado.

-Yrre ya sabe sacar fuego, ¿por qué no se lo pides a él?-Preguntó Smaug sin mirar a su madre.

-Porque te lo he pedido a ti cariño.-Respondió ella.-Y mírame cuando te hablo Smaug hijo del fuego.-Dijo y el dragón volvió su cabeza para mirarla.

-No sé.-Susurró avergonzado el dragón.

-Perdona cariño no te he escuchado bien, ¿qué has dicho?-Preguntó ella confundida, el dragón suspiró.

-No sé sacar fuego por la boca como mis hermanos madre.-Admitió el pequeño dragón, la chica sonrió dulcemente.

-¿Y por qué no te enseño?-Preguntó, su dragón la miró emocionado.

-¿Lo harás?-Preguntó él, Addy asintió.

-Claro que lo haré, venga vamos.-Dijo la chica y su pequeño la siguió como su sombra.

La platinada montó sobre el lomo de su siempre protector quien la llevó sobre el aire para que al final la hija del fuego cumpliera su palabra, Smaug la miró asustado, sabía que nunca debió haber ido más allá de los límites que su madre puso y ahora debía pagar las consecuencias del caos que él mismo había sembrado.

-No Smaug, por quinta vez, no.-Dijo con voz dura la chica, el dragón la miró enfurecido.

-Ya soy mayor puedo ir a donde quiera.-Replicó él, su madre frunció el ceño.

𝐃𝐔𝐑𝐈𝐍; 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐎𝐁𝐁𝐈𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora