†El retorno de Ophelia™➳ [PAUSADA TEMPORALMENTE]

Prólogo

Luego de una pendencia con sus padres, Ophelia se atrevió a desobedecer sus preceptos, y se marchó.

Ulteriormente de todo, tratan de hechar pulgar a los vehículos que pasaban por el lugar; lugar que estaba tétrico y no se oía ningún sonido, como si la noche hubiese arrebatado la vida de aquella calle al costado de el mastodóntico
Maizal.
La deficiencia de autos en el lugar hacía que Ophelia perdiera la esperanza en que algún auto iba a transponerse en la carretera que recorrían las dos féminas...

Hasta que pasó un auto de policia, lentamente se acercó a las dos mujeres ébrias.

Después que las dos estuvieran en el auto casi dormidas, el conductor se dispone a tomar un atajo.

Un camino de tierra, dos féminas ébrias, y un hombre con intensiones perversas.

Prodeció a buscar en su maletero, unas pinzas, 2 esposas, unas sogas y una navaja.

Se encamina a tomar a la amiga de Ophelia, con una apuñalada en su muslo izquierdo. La mujer grita, pero sus gritos no son oidos; el grito hace que Ophelia se despierte, alarmada. Pero, ya estaba esposada de manos, y amarrada de pies. Alcoholizada, no puede hacer tanto. pero, si puede gritar, al igual que su amiga; gritos que no serán oidos, gritos que él disfruta, y lo alienta a ser más violento con las indefensas jovenes.

Ophelia observó cómo él violó, torturó, y arrebató la vida de su amiga, la cuál perdía su vida frente a sus ojos; y ella no podía ayudarla.

—¿Qué quieres de nosotras?— Expuso Ophelia con una voz titubeante—

—¡Nada valioso, sólo sus vidas.!—rugió con una voz gélida—

Se acercó a la pálida y frágil mujer, la cuál de resistió

—entre más te resistas más doloroso y largo será—anunció con un tono de voz irónico—

pero, se resistió aún más, y provocó que su deseo enfermo se dilatara.

Tomó su mano izquierda, y con sed de ver cómo sufría, le arrancó dos uñas. Pero no sólo esas dos, le arrancó todas de las manos, al igual que la de los pies.

Gritó a todo pulmón, e hizo que su apetito perverso se acrecentara.

Azotó brutalmente el rostro de la dama, con su puño lleno de sangre; e hizo que ésta cayera inconsciente.

Despertó sintiendo cómo el asqueroso hombre abusaba de ella. no tenía fuerzas, sólo podía ver su rostro de excitación y soberanía.

Entonces su anhelo de vivir creció, así como sus fuerzas inexistentes, y tomó las pinzas que él había dejado a un costado, su adrenalina no dejó que cayera en cuentas que la fémina podía usarlo para defenderse de él.

Pero sus manos estaban esposadas, estando en boca abajo no podía usar sus manos.

Su instinto de supervivencia se activó, y empezó a hablarle suave, y amablemente; hasta convenserlo de que le quitase las esposas, y así poder contribuir en su violación.
Él cae en la encantadora voz de la mujer y se dirige al auto a buscar las llaves.
En lo que ella aprovecha para tomar las pinzas y ponerlas debajo de su pecho.

Automáticamente cuando él le quita las esposas ella toma las pinzas, y se las clava en el costado derecho, provocó que él cayera por un momento.

Saltando logró llegar a el auto y a su suerte las llaves estaban aún ahí.

Trató de arrancar. Pero, él fue más rápido y la tomó del cabello, la arrastró hasta el lugar en el que la violó.

Pero esta vez no quería sexo, quería sangre.

Tomó las pinzas, y mientras halaba su oreja, cortaba su piel, hasta separar su oreja de su cabeza. Hizo exactamente lo mismo con su otra oreja, para luego insertar sus dos orejas en su vagina.

Le volvió a poner las esposas. Pero haría que sus dedos no estuvieran decorados con sus uñas pintadas, de un color rosa perla.

Quitó todas y cada una de sus uñas, incluyendo la de sus pies.
Con ello gritos, gritos de dolor; Que sólo hacían que él lo hiciera con más íra.

Ophelia escúpió su rostro, y lo hizo sentir indignado.
Entonces su mente lo llevó a idear algo aún más macabro.

Cómo si su nariz fuese sólo un pedazo más de carne, la cortó casi por completo. y luego tomó el cuchillo con fuerza, y apuñaló su cuello multiples veces, para después alejarse, y sólo observar cómo su sangre corría, al igual que su vida de escurría de su cuerpo.

si ven alguna falta ortografica, o si en algún momento me equivoco escribiendo en pasado y paso a presente.

Espero que lo hayan disfrutado, no olviden votar y comentar

Se despide: