Guardo la libreta y volvió a su salón después de la comida, no lograba dejar de escuchar la canción de Jessie, no por la letra sino por su voz.
-¿qué haces?- la sorprendió Jessie hablándole al oído y dio un brinco.-estoy...escuchando una canción.-¿ah sí? ¿De qué se trata?- arqueando la ceja, Jessie sin duda era muy curioso y acababa de conocer a una belleza- no es nada importante, me voy.- Camille se levantó nerviosa de su asiento y corrió hacia la puerta, hacia un rato que no veía a Sam, recordaba que le había hablado de Jessie pero no le presto atención a lo que decía. Pasó el día normal y terminaron las clases, Sam encontró a Camille y mientras caminaban hacia la salida del instituto Remy detuvo a Camille. -lamento no haber estado contigo en clase, si tienes alguna duda pregúntame, soy el presidente de la clase y si quieres puedo darte un tour por la escuela.- Remy le sonreía, y aunque no era una sonrisa tan hermosa como la de Jessie, eso la cautivo.-muy bien, mañana nos vemos.- Sam lo fulminaba con la mirada, odiaba ir con su Hermana a cualquier lugar y ver a tipos que solo querían comerla viva, como animales.
Cuando llegaron a casa, no había nadie, su padre era un empresario que se la pasaba de viaje, aunque antes era músico, logró terminar una carrera y se volvió un hombre de negocios, y su madre seguramente estaba batallando con la revista. Lo único que pudo hacer Camille era subir a su habitación, cambiarse y escribir. Hace un año, en su cumpleaños Julie, la madre de Camille le regalo una guitarra a escondidas de su padre. Julie a veces la veía cantando o tarareando canciones, sabía que tenía talento para cantar desde niña pero nunca pudo decirle a Derek.
Tomo la guitarra que escondía en su armario, y salió. Había visto en internet que cerca de la casa nueva había un parque, tomó a escondidas la moto de Sam y salió.
El parque era enorme, justo en medio había un kiosco con bancas, había poca gente paseando a su perro, algunos estaban corriendo y otros estaban solos leyendo o viendo a las aves. Camino y vio un lago con bancas en la orilla de el, había una banca donde estaba una lámpara y alado de ella estaba un roble enorme, era la banca perfecta para hacer la música de su canción con tranquilidad.
Se sentó y la música Fluyo, como si fuera una canción conocida, era el talento de Camille, toda la música Corría por sus venas, haciendo que su corazón se acelerará y sintiera amor a la música.
Ella no se dio cuenta que la estaban observando. Tenía sus ojos cerrados pensando en la letra y alguien le tocó el hombro, ella brinco dejando caer su guitarra, se maltrato lo único valioso que tenía y enfureció.
-¿¡que demonios te pasa!?- no había visto a la persona pero en cuanto giro noto que se trataba de Jessie, estaba sorprendido y asustado y algo arrepentido de haberla asustado de esa manera.-disculpa...te vi aquí y pensé que.. Disculpa me voy...- Camille se sintió mal por haberle gritado a Jessie, corrió tras el para detenerlo.- disculpa, está a distraída y me has sorprendido, me moleste porque solté mi guitarra...perdona por gritar...- Camille le sonrió esperando que eso lo detuviera, y así fue. Nunca había visto a alguien tan linda y tierna a pesar de haber estado con modelos últimamente, Camille le parecía una persona genuina, parecía una persona sincera sus ojos grandes y expresivos lo cautivaron.- no te preocupes fue mi culpa, mejor veamos qué le pasó a tu guitarra, me sentiría muy mal si le pasara algo, parecías enamorada de ella.- sonrío y camino hacia la guitarra, la levanto y le sacudió el polvo.- parece una buena guitarra, por lo visto te gusta la música, yo soy... Algo así.- bajo la cabeza y tenía una expresión triste. Como si ser músico para el fuera algo demasiado difícil.-bueno, es difícil de explicar pero si, se podría decir que me gusta mucho, escribir, cantar, tocar...todo eso es un sentimiento de amor, como cuando comes algo que llevas tiempo sin comer y lo extrañabas tanto.- ella tenía la expresión de bebe de siempre y Jessie la veía fijamente- entiendo, supongo que es tu pasión, disculpa haberte asustado, la próxima solo te gritaré- Jessie miro a Camille y río, ella no había escuchado algo tan Hermoso, ni siquiera la música era tan hermosa como su risa, y la música era para ella lo único.
-¡Camille! ¡¿Qué demonios?! ¡Pudiste tener un accidente!- Sam la sorprendió gritando y rompió la burbuja con Jessie, ella estaba cansada de su hermano sobre protector.
-solo quería tomar aire así que encontré este parque y vine a caminar, tú estabas en tu habitación y salí- era verdad Camille pudo tener un accidente ella no sabía manejar muy bien pero siempre pensó que manejar una moto era como tocar un instrumento, así fue más fácil aprender. Sam notó a Jessie y enfureció más, hace un rato Sam notó que miraba mucho a Camille y se molestó, así que lo quería lo más lejos posible de su hermana.- ¿y este que?- le clavó la mirada a Jessie.- yo solo estaba paseando a mi perro y vi a Camille sentada canta...- en ese momento Camille interrumpió a Jessie, su hermano tampoco sabia de su pasión por la música, y si se enteraba le diría a su padre, él se encargaría de quemar cada canción escrita por ella y acabar con su pasión. - estaba sentada y vi de lejos a Jessie con su perro y su guitarra, así que empecé a platicar con él y jugué con su perro, eso es todo... Sam no veo nada de malo.-Jessie miro intrigado a Camille, y ella no volteo a verlo para no tener que explicarle en ese momento lo que sucedía.-vámonos Sam.- Sam giró y camino sin contestar, Camille tomó sus partituras y corrió tras su hermano, miro un momento a Jessie y con la mirada señaló su guitarra, él asintió, la tomo y se fue.
Esa primera noche en la ciudad le parecía eterna, Camille había hecho su enorme armario, su lugar para inspirarse, un lugar a prueba de ruido para poder tocar su guitarra en sus noches de insomnio, pero esa noche no estaba su guitarra.
-¿Y si la maltrato? No, no podría es músico, la cuidara, si la va a cuidar- Camille no podía dormir por pensar en su valiosa guitarra, lo único que valía para ella. Mientras pensaba escucho piedras en su ventana, sonaba una, otra después y otra y otra, vio por la ventana y ahí estaba Jessie. Con la mano arriba saludando, Camille abrió la ventana y le indico por dónde subir, el cuarto de Camille tenía un balcón con unas escaleras llenas de rosas blancas, era tan Romeo y Julieta que luchó contra Sam por esa habitación.
-se que suena raro pero antes de que digas que soy un acosador, te diré que seguí a tu hermano en la moto y cuando los perdí pregunte por la familia nueva y...- Camille lo miraba fascinada, pero no entendía porque le daba tantas explicaciones. -Gracias, por traer mi guitarra, estaba volviendome loca, en verdad loca- Jessie abrió los ojos, ella no le pidió explicaciones y solo agradecio, era extraño en la vida de Jessie que alguien le agradeciera, al contrario, el siempre tenía que agradecer.- Vaya que fue difícil llegar, pero tenía que darte tu guitarra, es valiosa, no en dinero,bueno si lo es pero me refiero a que...- Jessie se ponía nervioso con Camille algo que jamás le pasaba, el nunca se puso nervioso al contrario el ponía nerviosas a todas las chicas, pero Camille no era alguien más, ella era diferente. Camille río por los nervios de Jessie, el jamás había visto una sonrisa tan hermosa, y una risa tan linda.-muy bien Jessie entiendo lo que tratas de decir, y lamento haberte metido en esto es que, no puedo decir que es mi guitarra
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La Canción de Camille
Teen FictionCamille es una chica normal, va a la escuela, tiene amigos y buenas calificaciones, tiene padres increíbles y es una hija ejemplar, pero hay algo que nadie sabe de camille, ella es una genio musical, aunque nunca tomó ninguna clase para tocar algún...