Capítulo 8

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-¡¿Cómo es eso de que estuviste con Moriarty y no nos llamaste de inmediato?!- Gritó Sherlock, sosteniendo tus hombros, firmemente, mientras agitaba tu cuerpo de un lado a otro.

-¡Ya basta, Sherlock!, ¡Si sigues sacudiendola de esa manera harás que su cerebro salga por sus oídos!- El doctor los separó. Sherlock se cruzó de hombros.

-¡Idiota!, ¡¿Qué te importa lo que yo hago?!- Empujaste al detective, haciendo que casi tropezara. John retrocedió un paso.

-¡Me importa si eso incluye a un psicópata asesino!- Se reincorporó.

  Ambos se cruzaron de brazos.

-Además…-Torciste el labio- ¿Cómo sabías que estaba con él?

-Eso no te interesa- Acercó su cuerpo hasta su sofá y se sentó de cuclillas allí, aún con los brazos cruzados.

-Sherlock fue hasta tu casa y encontró la nota de Moriarty- Acotó John, desde la cocina.

-Soplón.

  Suspiraste molesta.

-¿Otra vez entraste a mi casa, Sherlock?

-Estaba preocupado por ti- Era gracioso como a John le gustaba molestar a Sherlock.

-Ya cállate, Watson.

  Te sentaste en el sofá y comenzaste a sacarte la bata.

  No, ni siquiera te había dado tiempo para hacer eso.

  Observaste a Sherlock, quien parecía perdido en sus pensamientos, al menos se había callado. Decidiste darle tiempo para que calmará sus nervios y mientras, sacar de tu bolso un bollo de canela, relleno de mermelada.

-”Al menos tu no me regañas,  azúcar”- Pensaste y le diste un mordisco.

  Sherlock volvió la mirada hacia ti. Ahora estaba perdido en tus ojos.

-No te daré, ni lo pienses.

-¿Qué te dijo él?- Murmuró.

-¿Hablas de Moriarty?- Esperaste hasta tragar- Pues...llegó con una hemorragia, que él se hizo, diciendo que necesitaba una excusa para verme, que no aguantaba más.

  El detective entrecerró los ojos un poco, pero continuaba escuchando atentamente.

-Bueno, también confesó lo de Charlotte y dijo algo sobre que ganaría, y…- Te metiste a la boca el último trozo de bollo- Que sería mi rey y yo su reina.

****

Cinco horas antes.

-¿Por qué es difícil encontrarte?- Murmuró el detective para sí mismo.

-Si sigues con eso, vas a enloquecer- Advirtió el doctor, junto a él.

-Demasiado tardada la advertencia, ¿No crees?

-Buen punto- John comenzaba a ponerse un abrigo- Iré a hacer las compras, ¿Necesitas algo, además de cordura?

  Su compañero no contestó, estaba sumergido en sus pensamientos.

-Tomaré eso como un no- Abrió la puerta.

-¿Pasarás por la casa de (T/N)?- Sherlock se volvió hacia John.

La inadaptada y el funcional (Sherlock x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora