Capítulo 3.
Hacía poco más de ocho horas, acababa de aterrizar en Estados Unidos, y ahora me encontraba en un estado de shock al saber que la gran y hermosa Nicole Scherzinger era nuestra mentora. Esto era demasiado bueno. ¿Y si después ocurrían las cosas malas? ¿Y si no llegaba a los shows en directo? El pánico comenzó a inundar mi cuerpo, mientras las otras gritaban histéricamente, y Nicole se acercaba. Tuve que fingir un poco, con tantas cámaras y micrófonos rodeándonos. Fuimos todas a abrazarla, sintiéndome agobiada y asfixiada. Con todo esto, solamente estaríamos más o menos tres días en Miami. Uno de ellos era este, en el que iremos a disfrutar un poco de la zona y relajarnos; mañana serán las audiciones, la revelación y la vuelta a casa, por la mañana del tercer día... Sabiendo si sigues en la competición, o todo tu esfuerzo, ha sido en vano. No sabía qué hacer. Es decir, ¿con quién me iba a juntar? No soy muy buena en hacer amigas, y menos si después unas de nosotras no las íbamos a volver a ver... Tras las cortas, pero significantes palabras que Nicole nos dedicó, fuimos hacia nuestras respectivas habitaciones para desempacar las maletas. Mi habitación estaba solitaria, sólo estaban mis básicas maletas. Digo maletas, por no decir maleta y la bolsa de aseo. Tenía que admitir que quería comprarme ropa donde fuera que fuésemos, y por eso estaba medio vacía la maleta. Y ahora que sabía que estábamos en Estados Unidos, me felicité por mi buen olfato. Apenas era la hora de comer, y ya nos dejaban solas por la ciudad. Tomé mi cartera en mano, junto a mi teléfono móvil. Y así pasé toda mi tarde. De compras por Miami. Sola. Tampoco es que se hubieran preocupado demasiado por mí, pero al llegar a la cena ya tenía que fingir un poco de compañerismo. Yo me consideraba una persona solitaria, y más en estos momentos. Todas habían estado o en la piscina o en la playa. Eso es lo que tenía pensado hacer mañana para quitarme todo el estrés de encima. Aunque no sabía cómo lo iba a hacer, ya que me tenían que grabar hablando y demás...
***
Ya estaba todo grabado. En toda la mañana, empezando desde las 7, comenzamos a grabarlo todo. Creo que en mi vida me habían grabado tanto, sin exagerar. En serio. Anoche y parte de los descansos de la promo, nos dedicábamos a ensayar y hablar (si teníamos que hacerlo) con el músico que nos ayudaba. Yo opté por no hacerlo. Esta era la prueba más acústica del programa, y tenía que poner en marcha mis primeros ases guardados en mis mangas. ¿Cuáles? El arte de tocar instrumentos. Sabía tocar el piano y la guitarra. Obviamente, ahora utilizaría la guitarra española, mi gran y única amiga aquí, de momento. Toqué algunos acordes, para ver la afinación que tenia, mientras ensayaba mentalmente la canción que iba a cantar. Poco a poco iban llamando a las chicas con las que estaba. Ahora, sólo quedábamos tres. "Miami Gómez, los jueces te esperan"; hasta ahora. Me levanté con la guitarra en mano, aunque rápidamente me la colgué, preparándome. Después de salir de la casa, y entrar en el jardín, vi a Nicole y a Ella Henderson. Ah, ¿no os lo dije? Pues sí, ella era la invitada exclusiva. Una ex-participante de X Factor. Ahora, si que quería morir.
-Hola. –murmuré, mientras me acomodaba el micrófono correctamente, y la guitarra en mi pecho.
-Hola. –dijo la sonriente y perfecta Nicole.- Mucha suerte, cielo.
-Adelante, Miami. –dijo Ella, tras sus gafas de sol.
Tras unos pequeños toques, comencé la melodía de "Don't Look Back In Anger" de Oasis. Ya había practicado mucho tiempo esta canción, ya que me encantaba. Y para ser sinceros, me estaba sintiendo muy cómoda tocándola y cantándola. A la que me di cuenta, ya había dejado de cantar, tocar; y ahora me dedicaba a jadear levemente. Hice una pequeña y leve reverencia, y salí de allí, dirigiéndome a la otra sala donde estaban las otras chicas. Nada más llegar, se me echaron encima, comenzando a abrazarme y a decirme cosas que la mitad ni entendía bien. Cuando estuvimos todas de vuelta, nos íbamos a dirigir a nuestras habitaciones, cuando nos volvieron a llamar. "¿¡Qué!?". Esto debía de ser una broma. Y no, simplemente era un mal entendido. No teníamos que volver a cantar, pero si ir haciendo las maletas y empezar a mentalizarnos para la revelación de esta noche, tras la cena. En estos momentos, todas queríamos estar alejadas de las otras, al menos hasta la cena. Todo esto era demasiada presión para una adolescente como yo. Había chicas más "mayores", pero de todas maneras, no había de momento un gran compañerismo entre nosotras. Dios, todo esto es demasiado repetitivo. Necesitaba desconectar. Abrí las ventanas, me senté en el rellano de estas, con mi guitarra en mano, y comencé a tocar una canción que compuse hace unos años. Skeletons. ¿El porqué? Ni yo misma lo sabía.
***
Con el sonido de la guitarra, y con mi voz, pasaron los minutos más relajantes que había vivido en la Casa De Los Jueces. Seguí tocando melodías al azar, cuando me llamaron diciendo que ya era el momento de ver quienes seguiríamos en la competición. Y yo, personalmente, quería que la tierra se me tragase. Agradecía el hecho de haber cenado antes, sino ahora estaría en el suelo desmayada. Nos llevaron a la sala donde anteriormente nos habíamos quedado. Estaban siguiendo otro orden distinto, y no sabíamos quienes eran las siguientes. Y si a eso le sumábamos que no sabíamos a quienes había elegido, nuestro nerviosismo aumentaba. Llego mi turno, y noté como el suelo tembló levemente al levantarme. Cogí aire, y me despedí de las otras chicas, deseándoles suerte, y viceversa.
Nada más llegar al jardín, vi a Nicole sentada en un sillón estilo romano, haciéndome sentarme a su vera. Por mi mente pasaban muchas maneras de digerir e interpretar sus próximas palabras. ¿Y si me rechazaba? Seguramente mi mente se bloquearía y comenzaría a llorar y sollozar. ¿Y si me aceptaba? A eso no sabía cómo afrontarlo, es decir, ahora en mi mente sólo estaba la posibilidad de fracasar; ya que era la más difícil de asumir, por mi parte. Cogí aire, poniendo todos mis sentidos en Nicole.
-Buenas noches, Miami. –saludó cordialmente.
-Hola, Nicole. –sonreí débilmente, apartándome el pelo de la cara, con mis manos temblorosas.
-Una de las cosas que más me llamaron la atención, cuando te vi en las audiciones, fue el tipo de canción que escogiste. –comenzó a hablar.- Tienes una personalidad muy distinta a la que muestras con tu aspecto. –asintió. Eso, me sorprendió bastante, además de no saber a qué se refería.- Te he oído bastante más cómoda y más "tú" en la audición de hoy, que en las anteriores. Además de que te he oído antes, cuando caminaba hacia aquí. –comencé a notar un rubor en mi cara, además de calor.- Dime, Miami, ¿compones canciones? –se dirigió directamente a mí.
-Si... Si, compongo desde los doce años o así. –murmuré, aclarándome la voz, e intentar sonar algo más centrada.- Escribía historietas, y cuando me regalaron mi guitarra y supe tocar el piano, las transformé en canciones. –expliqué.
-Es eso, exactamente lo que me hace pensarme si de verdad es este tu camino, o aún tienes que buscarte a ti misma. –dijo severamente, haciendo que mis ojos se aguaran levemente, y tragara con fuerza.- He tomado una decisión, Miami... -dictó.
Mi estomago se encogió, mientras esperaba sus palabras. Esto de tener que hacer una pausa, para hacer tensión, realmente me mataba. Y más si la vives en persona. Por mi cabeza estaban pasando los momentos que había pasado en X Factor. Con Joshua y Lloyd, mi estancia en Miami...
-Vas a tener que traerme esas canciones tuyas... –fruncí el ceño sin entender nada.- Son buenas noticias, estás en los Live Shows. –sonrió, haciendo que mis manos fueran a mi cara, y comenzara a llorar, y sollozar. Nicole comenzó a reir por lo bajo, y abrazándome con fuerza. Sin dejar de felicitarme.
Yo, Miami Gómez, estaba oficialmente en X Factor.
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Change [Terminada].
Fanfiction«Ese número que podría marcar el principio del cambio que quería tener en mi vida. 17654.»