just u ; dh + jy

único.

Jinyoung odiaba a DaeHwi, no sabía el por qué realmente. Es que, miraba como este saltaba, gritaba y chillaba por todo. Odiaba que fuera tan bueno con todo el mundo, pareciera que quisiera caerle bien a todo el mundo, aunque el rubio era "perfecto" naturalmente, es que todo el mundo le caía bien y todo el mundo estaba a los pies del adorable y amable Lee DaeHwi. Menos el, digamos que cuando el rubio se le acerbaba a hablarle hacía lo posible para escaparse. Y así era siempre hasta hoy.

Jinyoung caminaba con su cafe de todas las mañanas, sin el, no tendría las fuerzas para comenzar el día.

De un momento a otro este había caído en todo su uniforme.

Se encontró con la mirada del chico que provoco aquella mancha en su camisa. Sus ojos aguados, sintiendo la angustia por lo que había hecho. DaeHwi había chocado con él sin querer por andar llevando muchos libros, había botado el café encima de este.

—¡Lo siento! —DaeHwi grito, y sin esperar respuesta de este salió corriendo empujándolo nuevamente sin querer.

El rubio corrió al baño para calmarse, no sabía por qué había sentido tanto miedo, la mirada de odio que le dio este era más intensa de la que estaba acostumbrado a soportar. No sabía que había hecho mal, ¿habrá hecho algo que le molesto y el no es capaz de darse cuenta? Jinyoung es un chico muy callado, así que duda haberle dicho algo que lo molestase, nunca habían hablado.
No quería ir al salón de clases y encontrarse con Jinyoung, no sabía que decirle. Pero tampoco quería saltarse las clases y que lo regañaran quitándole su lugar de alumno destacado.

Decidió ir a clases, con la cabeza gacha, era la primera vez que Lee DaeHwi agachaba la cabeza y no sonreía, eso llamo la atención del curso, incluyendo a Bae Jinyoung.
Durante toda la clase tuvo su cabeza oculta en sus brazos, ¡sentía tanta vergüenza! Nunca había entendido muy bien la expresión "Quiero que me trague la tierra" ya que el nunca sentía vergüenza.
Por fin termino la primera hora de clases, pero el aún no podía moverse de su asiento, miraba de reojo como baejin se arreglaba para salir a recreo, al verlo pasar por la puerta no perdió tiempo y se dirigió al negocio más cercano del gran liceo.

Un café y unas galletas reposaban en la mesa de un confundido Jinyoung, quien tomó la nota. Con un pesado suspiro leyó.

"Realmente lo siento, espero que esto pueda compensarlo :(

DaeHwi."

Y más abajo se encontraba un dibujo de un pequeño conejito con una expresión triste, no sabía que DaeHwi era más perfecto de lo que pensaba. Tenía una letra muy bonita y el dibujo también estaba muy bien hecho. Sonrió sin darse cuenta.

Tomó un lápiz y decidió hablarle, si, por papel como cuando lo hacía a los 11 años. El problema era que su caligrafía no era la más bonita, los profesores siempre tenían problemas para entender sus respuestas y solían regañarlo.

Enojado de intentar escribir algo, arrugo el papel y lo boto a la basura dándose cuenta muy tarde que un rubio cual se encontraba entrando por la puerta, cambio su sonrisa a un puchero y ojos tristes.

La pequeña cara de Jinyoung enrojeció de vergüenza, pensó en que había hecho gastar dinero a DaeHwi solo porque estaba arrepentido por lo que hizo. Tenía ganas de decirle que no importaba y que agradecía lo considerado que estaba siendo. Aunque no le caía bien no podía ser así de mal agradecido o tendría una mala reputación, DaeHwi es alguien popular y lo ocurrido no tardaría en ser tema del momento.
La verdad es que nadie había sido tan amable con Jinyong, por lo cual ese pequeño detalle hizo que dejará de odiar tanto al pedacito de sol de la clase.

DaeHwi al notar la cara roja de Jinyoung pensó que se había enojado por lo cual se abofeteó mentalmente, tal vez este simplemente lo quería fuera de su vida y debía entender eso. Lo que dolía no era que él fuera la primera persona con la cual no se llevara bien, lo que le dolía era que justo con esa persona quería mantener una relación. Siempre había intentado hablarle, pero este siempre se lo ignoraba o se iba con Jihoon, una persona seria pero divertida. Lo máximo que logró conversar con el fue cuando le tiro accidentalmente el café.

DaeHwi tenía un crush con Jinyoung.
Otra clase que se paso con su cabeza escondida en sus brazos.

—Dibujas muy bonito. — DaeHwi no reconoció la voz hasta que elevo su mirada encontrándose con aquel rostro que después de mucho tiempo había una pequeña sonrisa dedicada a él — Oh, ¿podrías dibujarme otro conejito?

Jinyoung se estaba cagando por dentro, se sentía como si la hubiese cagado con su novia e intentará disculparse. El nunca había sido bueno disculpándose, se entorpecía con las palabras y por eso sus novias (muy pocas la verdad) lo terminaban dejando.

DaeHwi asintió con su cabeza mostrando una gran sonrisa, tomo un papel y un lápiz dando paso a su dibujo, un gran conejo bebé, y más abajo una pequeña nutria como firma, dejando en claro que Lee DaeHwi había hecho el dibujo.

Si no hubiese sido porque un DaeHwi iba caminando con muchos libros y un Jinyoung con un café matutino, hasta el día de hoy el más alto odiaría al rubio.

Había pasado un tiempo y ambos se seguían hablando, volviéndose cada vez más cercanos. Jinyoung había descubierto que el rubio no era perfecto después de todo, este se enojaba con mucha facilidad (aunque Jinyoung amaba hacerlo enojar, se veía tan tierno), también era muy desordenado (Cuando Jinyoung iba a la casa de DaeHwi siempre terminaba ordenando su cuarto) y por último descubrió que este era muy sensible (Cuando fueron al cine DaeHwi termino llorando con una película para niños).

Aún así lo quería, por eso se encontraba caminando hacía el con una carta cual decía todos sentimientos. Decía así:

DaeHwi, tu más que nadie sabes que no soy bueno hablando sobre mis sentimientos, por lo cual se me hace más fácil decirlo aquí.
Cuando te conocí me llamo la atención que fueras tan bueno con quien se te cruzara, que siempre tuvieras esa sonrisa que me encanta y daría lo que fuera porque estuviera ahí.
Quiero pedirte disculpas por haberte odiado en un principio, por juzgarte sin conocerte. Ahora siento tanta vergüenza que siento que voy a explotar sabes, así que iré al grano.
Te quiero, te quiero demasiado. Me gustas, me gustan tus ojitos cuales dices odiar, no sé como los encuentras feos si yo me pierdo de tanto mirarlos, al igual que tus labios. Pienso que se sentirá besarlos, te juro que estoy rojo mientras escribo esto y he comenzado a temblar de solo en pensar tu respuesta.
Me encanta cuando me abrazas y te quedas dormido encima mío, DaeHwi, ¿Quieres salir conmigo?

Digamos entonces que todo paso muy rápido, un Jinyoung que se encontraba oculto mirando como este leía su carta paso a un Jinyoung consolando a su bebé mientras gritaba la palabra si, abrazados, DaeHwi llenaba de besitos la pequeña cara de su ahora novio.

Baejin se sintió tan estúpido por haber odiado a su pequeño en un principio.