¿Por qué tengo miedo?, ¿Qué me impide seguir adelante? -Exclamé con miedo-
Si esa cosa quiere venir por mí, ¿por qué no lo hace ahora y termina con ésto de una vez?.
Quiero sollozar, pero lo único que consigo es ahogarme en miedo. No quiero salir de ésta cama, quiero que sea de día y parar con este sufrimiento continuo. Gritaría para que venga quién sea y me saque de ésta, pero él me oirá, lo sé. -Agarraba con fuerzas las sábanas que protegían de mí, si es que lo hacían-¿Por qué soy el juego del miedo?, ¿es divertido molestarme por las noches?.
-El silencio imponía en la habitación-
¡NO SERÉ TU JUE... -Sentí algo que me erizó el cuerpo entero. Era él con sus pesadas manos tratando de impulsarse hacía mi cama.-
¡ÉSTA VEZ, YO SOY TU DEUÑO!. -Exaltado afirmé con valor, mientras él se ponía a gritar y desgarrarse.-
Tú jamás te atreviste a salir de tu escondite. No debería de tenerte miedo. -Sentí como el se enojó, lo presentí por su furia...-
¡TODO ÉSTO ES PRODUCTO DE MI IMAGINACIÓN, TU NO ERES REAL!. ¡NO LO ERES, NO LO ERES, NO LO EREEESS!. -Todo se ponía cada vez más raro. La luz de la luna filtraba menos en la pieza, todo empezó a temblar, mis padres gritaban de terror mientras trataban de abrir la puerta.-
¡¡YA NO SOY TU JUGUETE, NO TIENES NADA QUE HACER AQUÍ!!. Déjame en paz y vete de una vez asqueroso bicho. -Por un momento, no creí tener tanta valentía en mí. Solo el simple echo de saber que ahora el me tiene miedo, me siento capaz de todo.-
Esa cosa se empezó a tranquilizar y la luz tenue de la luna aclaraban la habitación. No pude ver su cara, pero sus manos eran largas, finas y tenía uñas gruesas, lo suficiente como para poder rasguñar sin hacer mucho esfuerzo.
Mis padres al fin pudieron abrir la puerta, y apenas entraron quedaron impactados al ver el pizo con rasguños y sangre negra que se dirigían abajo de mi cama. También dejó pentagramas formados con sangre, en pocas palabras, todo quedó horrible y arruinado...
Después de varios minutos transcurridos entre los brazos de mis padres, ya se asomaba el sol, estaba cansado y exausto, no me quedó otra que dejar de soportar mi cansancio inmenso y dormirme.-Varias horas después, me desperté en el auto-
¿Qué pasó?, ¿a dónde nos vamos? -Pregunté alterado y muy confuso-~Después de que llamamos a la policía, nos recomendaron alojar la casa y mudarnos a otro lado. Técnicamente... tendremos nuevo hogar y una nueva vida por delante, se que es un poco rápido y sin planeos por delante, pero lo que pasaste allí... no fue humano, el mismo cura del pueblo lo dijo muy asustado. Luego cerraron la casa y empezaron a investigar todo.
Todo el pueblo quedó asustado y muy confundido por lo ocurrido.Pasaron los años y desde ese día, jamás me pasó algo parecido. Pero sea o no mi momento de gloria, no bajaré mi guardia. Sigo con el temor de que esté abajo de mi cama o simplemente esperándome a que apenas apague la luz para agarrar de mis pies y terminar con su acto...