En una fresca noche de invierno estaba sentada al lado de mi ventana, contemplando el hermoso roble viendo caer sus hojas, muchos se estarán pensando quien soy, mi nombre es Emma Rodriguez, una chica normal con sentimientos muy frágiles, solo que ahora los oculto. Prefiero hacerme la fuerte, siempre me han lastimado y mi infancia no fue absolutamente agradable, y todo empezó cuando tenía cinco años...
12 de septiembre de 2005
Era mi cumpleaños, esperaba con ansias una fiesta, lo normal que toda niña de esa edad podría querer, pero exactamente no fue así, estaba en casa con mi madre mientras que mi padre salió a comprar una linda tarta para mí, estaba en la sala jugando con mis muñecas, mientras que mi madre hacía una deliciosa cena. El teléfono sonó y mi madre atendió la llamada, escuché su llanto, y era porque mi padre había muerto en un accidente automovilístico. Al pasar los días era su funeral, todos los que estaban presentes decían "pobre niña" yo no entendía muy bien pero si sabía que se referían a mí, estaba viendo como enterraban a mi padre en la fría tierra, ese día me dolió mucho haber perdido a mi padre, lloré por días, definitivamente fue mi peor cumpleaños.
Al pasar los años nunca me faltó nada pero si algo, lo único que quería, una familia, mi madre se iba a trabajar y después me dejaba con nuestra vecina de 65 años llamada la señora Zhang, una señora que vivía absolutamente sola, no tenía a nadie, pero me encantaba estar con ella ya que para mí era como mi abuela, me mimaba y daba cariño, como extraño esos viejos tiempos... desgraciadamente solo quedó en mis recuerdos, cuando se hacía de noche mi madre llegaba y me iba a buscar, cuando fuimos a casa me fui a dormir pero mi madre se quedaba toda la noche bebiendo, siempre se la pasaba ebria, eso es lo que detestaba de ella, un día a media noche encontré a mi madre tirada en el piso, me aseguré si seguía respirando y así fue, y me di cuenta que estaba drogada ¿como lo sabía? simple, ella siempre fue así, solo dejó las drogas mientras estaba embarazada de mí, ella era lo contrario a mi padre, él era un hombre que detestaba esa clase de cosas, era justo, humilde, y sobre todo valiente, eso es lo que aprendí de él...
Nueva historia O