Típico día de verano, hora punta en el sol. Una calle recta y vacía se dibuja silenciosa en mitad del pueblo, solo interrumpe el lejano sonido de las olas. Y justo allí, dónde se cruzan los recuerdos, se encuentra una vieja casa que aún se conserva bien.
En la planta de arriba, las transparentes cortinas de la segunda ventana a la derecha se mueven de un lado a otro, haciendo que las sombras bailen por la pared de una habitación de decoración anticuada. Sin recordar que aún lleva los zapatos puestos, allí mismo, una joven se deja caer sobre la cama, sintiendo la irremediable necesidad de pararse a respirar por unos segundos.
¿Que quién es ella?
Pues aunque suene decepcionante, la verdad es que no hay una respuesta sorprendente para eso, nadie importante o interesante, simplemente yo, Song Lum, una chica de ciudad que ha venido a pasar las vacaciones de verano a casa de su abuela.
O algo así.
Realmente, eso es a lo que mi madre llama "el plan inicial". Estar aquí durante tres meses y volver a casa cuando empiecen las clases. Pero solo el hecho de tener un segundo plan, ya me deja bastante clara la inestabilidad del primero.
Y eso es algo que me pone nerviosa, me disgusta e incluso me aterra. Pero aún así lo entiendo.
Lo del segundo plan y eso.
Porque la abuela nos necesita.
Hace varios meses que su memoria se está desvaneciendo. No a grandes pasos pero tampoco camina lenta. Y aunque al aclararle las cosas cuando confunde los recuerdos con el presente, más o menos está bien, la verdad es que no puede valerse por sí misma.
Y ahí es dónde entra el segundo plan: quedarnos con ella indefinidamente.
Lo cual implicaría continuar con mis estudios en un sitio totalmente nuevo, tener lejos a mis amigos, desprenderme de la costumbre de vivir en Seúl y...en resumen, convertir en recuerdos todo lo que he conocido hasta ahora para empezar a crear mi vida en este pueblo partiendo de cero.
Ni siquiera sé cómo voy a sobrevivir a estos tres meses, mucho menos puedo imaginar qué voy a hacer como eso pase.
Pero la que importa es mi abuela, por eso no me quejo. Al menos no en voz alta. Aunque hay momentos en los que me agobio.
Como ahora mismo.
Siento que el aburrimiento y la apatía se están acumulando en mis venas. Y eso cualquier médico titulado diría que no es bueno. Pero...¿qué puedo hacer? aquí no hay nada ni nadie que conozca.
Y el wifi es un asco.
Además mis padres han salido a comprar material para reformar algunas cosas que están en mal estado de la casa y ni siquiera he podido acompañarles para airearme, porque obviamente alguien tiene que cuidar de la abuela.
Si tan solo algo interesante se cruzara en el destino de esta desesperante y aburrida mañana de Junio...
Suspiro girándome en la cama con el fin de desbloquear la pantalla de mi móvil, y unos minutos más tarde, en mitad del silencio, un fuerte golpe pone en alerta todos mis sentidos, haciendo que me incorpore con el corazón disparado.
-¡Dios mío!-exclamo al mismo tiempo que esto ocurre.
¿Qué acaba de pasar? ¿qué ha sido ese ruido? ¿le habrá pasado algo a la abuela?
Instintivamente, aún con la mano en el pecho, dirijo la mirada hacia el lugar de dónde ha llegado el estruendo, y con el ceño fruncido, me topo con la ventana, comprobando que el cristal tiene un agujero del que brotan un montón de débiles grietas que podrían reventar en cualquier momento. Además en el suelo descansa una piedra, ni muy grande ni muy pequeña, pero que sin duda ha sido la causante de todo.
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Don't leave - Woo Jiho (Block B)
FanfictionNo dejar ir la oportunidad que siempre estuvo esperando quizá será la prueba más difícil. © Historia original (2018). No se aceptan copias o adaptaciones.