—Lady Mal, Lady Mal, ¿que nos puede decir sobre Uma? ¿Cómo se sintió al saber que el Rey Ben la iba a convertir en dama de la corte? ¿Ya han preparado un plan de guerra contra la hija de Úrsula, por qué aún sigue libre? —preguntaron una multitud de fotógrafos y periodistas a la entrada del Castillo Encantador.
—Gracias, gracias a todos por estar aquí. Sus preguntas prometo respondérselas si las dicen una a la vez y con calma —Mal dijo muy tranquila, Ben le tenía la mano agarrada.
—Lady Mal, soy del noticiero del canal 8 de Cinderellasburg, ¿que nos puede decir sobre Uma y que piensa hacer la casa real de Auradon con respecto a ella? — pregunto una periodista de Cinderellasburg.
Mal suspiró y sonrió. —Bueno, hasta ahora Ben me ha mantenido informada si se presenta alguna irregularidad en algún reino cercano a las playas y costas del continente.
—Lady Mal, ¿que piensa hacer si Uma atacara un reino cercano al mar como Seaside, Auradon, Bayou D' Orleans, o incluso Cinderellasburg que está a poca distancia de la Isla de los Perdidos? —preguntó la periodista de aquel reino.
—Si Uma llegará a atacar, nos aseguraremos de ofrecer ayuda inmediata y resolver esta situación lo más pronto posible. Hasta ahora no se ha reportado nada fuera de lo común. Si notan algo fuera de lo común agradecería mucho que se le sea informado lo más pronto posible a la casa real.
—Lady Mal, ¿usted pensó que terminaría siendo novia de un rey? —preguntó un periodista del canal de Auradon.
Mal miró a Ben, y le sonrió.
—Si les soy sincera, nunca lo pensé, nunca me imaginaría que saldría con el rey de Auradon —respondió ella.
—¿Usted conocía a Uma y ya había tratado con ella? —preguntó otro periodista.
—Si, cuando viví en la Isla de los Perdidos éramos mejores amigas de niñas, luego... —Mal miro a toda la multitud de periodista que la rodeaba, entre esa multitud ella juro ver a una chica de cabello turquesa, se fijó bien y no era nadie. Quizás Uma aún seguía en su cabeza y la estaba atormentando. Uma podía ser una bruja, literalmente, podía hacer hechizos y tenía sus trucos bajo los tentáculos.
—¿Mal? ¿Mal, estas bien? —preguntó Ben.
—Si. Estoy bien —dijo ella.
—Bueno, eso será todo por hoy, no queremos hacer esperar a la familia real de Cinderellasburg —dijo Ben despidiéndose de los periodistas. Los periodistas insistían en más preguntas, pero Mal y Ben entraron al enorme castillo.
***
Mal tenía que admitir que el Castillo Encantador le hacía justicia a su nombre, con pisos de mármol, techos altos, alfombras rojas de seda. En efecto, se veía igual cuando Cenicienta había asistido al baile. Claro, ahora tenía unas cuantas modificaciones para modernizarlo, pero aún conservaba su elegancia y encanto clásico.
Entraron al salón principal donde la familia real de Cinderellasburg lo esperaba. Mal se puso un poco nerviosa al ver a todos esos nobles y cortesanos, quienes hacían una reverencia cuando Mal pasaba agarrada de la mano con el rey de Auradon. Aquellas personas iban vestidos con trajes y vestidos, algunos llevaban grandes insignias de oro y otras pequeñas tiaras de plata con diamantes. Mal nunca imaginó estar rodeado con tantos nobles y cortesanos de Auradon, que hace mucho tiempo los aborrecía cuando vivía en la Isla.
Cuando llegaron hasta donde la familia real estaba parada, Mal se quedó muda. No podía decir nada. No sabía que decir o hacer.
—Bienvenidos a mi humilde reino, Rey Ben y Lady Mal —dijo el Príncipe Encantador.
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La Descendencia de la Isla de los Perdidos
Fanfiction¡Cuidado con los lugares a dónde vuelves! En la remota Isla de los Perdidos, un evento único se realizará, el Festival del Mal, reúne a todos los villanos de la Isla para celebrar el orgullo que los representa. Y cuando el viejo amigo de Mal, Alessa...