El reflejo de mi sombra en el espejo

6- Frente a Frente

*Pov Camila*

El día se me hacia eterno, las horas parecían haberse congelado y el temor dominaba cada partícula de mi ser, estaba fuera de la comisaría donde mi esposa estaba detenida, mi padre y Dinah de habían quedado en casa con los niños mientras yo estaba siendo acompañada por Ally, Normani, Colton y mi madre quien me tenia abrazada por los hombros tratando de consolarme.

Cuando el Dr. Smith salió me informó sobre lo que sucedió dentro donde Lauren estaba con Rebecca,dijo que Lauren estaba mus confundida pero tranquila, aun así menciono que pediría una solicitud especial para que yo pudiese pasar a verla, me preocupé aun mas cuando dijo que percibió a  mi esposa en un estado demasiado tranquilo para la situación que estaba viviendo, no pude evitar sentirme terriblemente mal por ni siquiera ser yo quien le dijera a Lauren sobre su estado, no podía imaginar lo que estaba sintiendo ella ahí encerrada y con esa montaña de problemas cayendole encima, problemas que yo pude prevenir y que por mi egoísmo ahora estaba destruyendo a mi propia famila.

Casi dos horas después Rebecca salió para hablar conmigo:

— ¿Como está?¿cuando podré verla? ¿Como tomó lo que esta sucediendo? — le pregunté desesperada por tener noticias.

—tranquilizate Camila, ella esta abrumada con toda la información que recibió, de hecho he pedido que puedas pasar a verla y el doctor fue a solicitar una visita especial porque notó a Lauren un poco extraña y pensó que lo mejor es que pueda verte. Ahora vuelvo — dijo antes de ir por un gafete que me permitía ingresar al lugar donde podría ver a mi esposa.

Con un nudo en la garganta caminé hacia la puerta temiendo que al entrar ella me rechazara y me mirara con odio, al entrar no pude contener que mis lágrimas me bañaran las mejillas, ella estaba sentada en un asiento mirando a la nada, se que me escucho entrar pero no hizo ningún movimiento estaba sería concentrada en la blanca pared frente a ella:

— Mi amor — le llame rogando dentro de mi que no me rechazara.

Ella se levanto y en un segundo se abalanzó sobre mi, cayó de rodillas  sollozando como una niña pequeña abrazada a mi cintura:

— Dime que no te hice daño, dime que esas marcas en tu cuerpo no las provoque yo, por favor dímelo— me dijo llorando y levantando su rostro mientras yo me inclinaba a su altura.

— Lauren — la abracé y llore junto a ella sin querer responderle.

— quiero la verdad Camila, por favor, por lo que mas quieras, se sincera conmigo— me rogó aun el piso mientras me miraba a los ojos.

No tenia corazón para decirle la verdad pero también sabia que no podía mentirle, no esta vez.

— No fue a propósito amor—
En cuanto lo dije su llanto se volvió tan tortuoso que me estaba rompiendo el corazón y la cantidad de lágrimas en mis ojos era exorbitante. Estábamos las dos sufriendo ella por descubrir las consecuencias de su condición y yo por la culpa.
No supe por cuanto tiempo permanecimos así, de rodillas en el piso hasta que intenté moverme y ahí mismo recargar mi espalda en la pared mientras ella se recostó en mi pecho aún hipando por el llanto.

— soy un mounstro .

— No digas eso mi amor— 

—lo soy, como explicas todo lo que les hice a esas niñas, les arruiné la vida, la suya y la nuestra Camila, la de nuestros hijos, me voy a pudrir en la carcel sin poder ver a nuestros hijos —

Sentía que moría al escucharla pero necesitaba ser su apoyo, ella necesitaba ser rescatada de ese abismo donde yo misma la arrojé.

— no hables así, por favor escuchame Lauren, yo voy a arreglarlo todo, yo soy la única responsable de esto, si hay alguien que merece un castigo soy yo, no voy a permitir que pagues por mis errores, tus has sido una mujer ejemplar y perfecta en todo sentido, eres la luz de mis ojos, eres maravillosa como mujer, como esposa y como madre. Tu condición no te hace una persona horrible Lauren, fue mi egoísmo; yo creí que no era para tanto, pensé que podías permanecer ignorando esa parte de ti sin ningún problema, creí podría controlarlo y solo te hice daño, por favor perdoname, perdoname mi vida— le pedí mientras ella me abrazaba mas fuerte.