El comienzo de la pesadilla

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Fátima se volvió parte de nuestra familia desde ese primer día que la conocimos, desde ese día nos hicimos buenas amigas, el tiempo transcurría y yo pase las siguientes dos semanas aprendiendo a ser un vampiro, entrenando mis nuevas habilidades, aprendiendo a luchar con la mente y con el cuerpo, para así poder empezar mi tarea... el simple hecho de pensarlo me causaba escalofrió, pero dar marcha atrás no era una opción, debía prepararme y enfrentar mi destino

Dos semanas habían transcurrido y yo sigo sin saber nada de ella, desapareció sin dejar rastro, nadie sabe que ocurrió, al parecer nadie vio ni escucho nada, pero no creo que sea verdad, alguien debe saber algo, ella no pudo solo esfumarse y no importa cuánto me cueste... voy a averiguar que paso ese día, voy a averiguar que paso con mi mejor amiga.

Se fue y nunca volvió yo estaba destrozada, al darme cuenta de su desaparición fui con la policía, hable con sus amigos, pero nadie sabía nada de lo que le había ocurrido, de lo que le paso a mi pequeña... a mi hija, no debí ser tan liberal y si la he perdido para siempre, las lagrimas comienzan a brotar, la desesperación me invade, el miedo y la tristeza de haber perdido al sol de mi vida, a Layla mi querida hija.

El tiempo transcurría lentamente yo entrenaba y entrenaba, me sentía culpable por dejar todo atrás, pero sabía que era lo correcto, sabía que no tenía otra opción, comenze a golpear el saco con más fuerza liberando así mi frustración.

Sabía que Layla sufría, al tener que alejarse de todo lo que amaba, debido a ello yo también sufría, la amaba quería evitar que continuara sufriendo ¿pero cómo?

Ser vampiro era algo duro, tenía que aprender a controlar mis nuevas habilidades pero sobre todo tenía que controlar mi sed de sangre y eso no era una tarea fácil.

A la mañana siguiente amaneció nublado, no podía dormir así que decidí ir a dar una vuelta, el frio, el calor ya no me afectaba, camine por el prado, y de un momento a otro sentí una presencia realmente extraña

-¿Quién anda ahí?-pregunte una y otra vez, pero no recibí respuesta, estaba por volver a dentro cuando de repente escuche que alguien gritaba, o al menos eso pensé pues luego lo note, el sonido estaba en mi cabeza, alguien intentaba manipular mi mente ¿pero quién?, entre lo más rápido que pude a hablar con los otros

-Chico, chicos tenemos un problema.-exclame en cuanto los vislumbre acercarse por el pasillo

-¿Qué sucede?

-Salí a dar una vuelta, comencé a sentir que alguien me espiaba, y en eso escuche un grito, pero el sonido venia de mi cabeza

-No puede ser ¡maldición! pensé que tendríamos más tiempo.-musito Jonathan, mientras caminaba de un lado al otro atraves de la habitación

-Más tiempo ¿de qué hablas?

-¡Qué esperabas, era obvio, tarde o temprano sucedería!-le dijo Raúl a Jonathan

-Sabíamos que esto pasaría.- respondió Jonathan y luego suspiro-pero no pensé que sucedería tan rápido

-¿De qué hablan?-pregunte pasando la mirada de uno a otro, pero ellos continuaron su discusión como si ignoraran mi presencia.

-Lo sé pero...aun no esta lista

-¿Lista para qué?-volví a insistir, pero nuevamente me ignoraron

-No la subestimes.-dijo Luis

Desesperada grite

-¡Alguien sería tan amable de explicarme que rayos sucede!

Pero ni así me hicieron caso

-No importa lo que creas... yo sé que no esta lista

-¡Alguien responda, por dios ya dejen de ignorarme!-dije con desesperación o al menos eso pensé sentía como si fuera un fantasma pero como era esto, seguramente mi mente volvía a jugarme bromas

Entre Obscuridad Y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora