Flores de durazno
Taemin amaba tanto los duraznos, como amaba a Minho.
Minho le tenía alergia a ellos; los duraznos y a Taemin.
Pero, era de esperar. ¿Cómo no salir corriendo, si cada vez que el chico se acercaba, siempre llevaba un durazno entre sus pertenencias? Era algo mortal. Y Minho no pensaba correr riesgos. Aun así, cada vez que se alejaba y miraba hacia atrás, podía ver en el rostro de Taemin decepción.
A Minho le gustaba ver a Taemin sonreí; siempre que podía, y mientras el menor no le prestaba atención, lo observaba. Descubriendo así, que Taemin siempre revoloteaba por todos lados como si fuera un hada, en vez de un humano.
Es por eso, que cuando le vio llorar aquella vez, no se contuvo. Taemin no llevaba ninguna mochila consigo, así que probablemente no tenía durazno alguno. Se acercó, preguntándose cómo es que había llegado a la escuela, si sus lágrimas eran tan gruesas como para no permitirle ver nada. ¿Cómo era posible que un hada como Taemin pudiera llorar tan desconsoladamente? Cuando preguntó el motivo, Taemin se aferró a su cuello, contando entre hipidos la desgarradora historia en donde su pequeño cachorrito no había vuelto a casa, después de haber sido atropellado por un automóvil. Minho miró a su alrededor, cuestionándose cómo es que nadie más era capaz de sentir compasión por el chico. Él se sentía destrozado, a pesar de notar que su corazón latía demasiado alto debido a la cercanía de Taemin.
Taemin comía duraznos todo el tiempo, perfumando su esencia con aquel aroma que para Minho significaba peligro. Lo adoraba, adoraba aquel aroma tentador, que le rogaba por un beso, a pesar de saber que, cuando Taemin olía así, no debía besarlo. Nunca podía resistirse, causando que Taemin se asustara y se molestara, diciendo siempre que sería la última vez que se lo permitiría. Minho reía, y le explicaba una vez más, que por un beso no moriría.
No, un beso más nunca le mataría. Sin embargo, sí se sintió morir cuando supo que Taemin tenía que irse del país. Había llorado como nunca lo hizo, haciéndole la promesa a Taemin de esperarle, mientras plantaban un hueso de durazno en el jardín donde siempre tenían sus citas.
Pasaron varios años antes de que ese árbol de durazno floreciera. La primera vez que Minho vio esas flores de durazno, se enamoró. Esas flores eran igual que Taemin, le provocaban el mismo sentimiento, a pesar de ser las antecesoras del fruto que tanto daño le causaba...Como la lejanía del chico.
La segunda vez que el árbol floreció, Minho esperaba sentado bajo su sombra. Le gustaba verlas abrirse, y caer con el viento. No hacía más que eso, observarlas, como hacía tiempo atrás gustaba de observar a Taemin. Jamás imaginó que, en aquella primavera, sería capaz de verlas florecer, mientras Taemin tomaba lugar a su costado. Taemin era como una flor de durazno, piel color crema, y labios de color obscuro. Pero, lo que más le hacía parecer una flor de durazno, y que a Minho tanto le fascinaba, era su cabello color rosa.
Minho amaba tanto las flores de durazno, como amaba a Taemin.
FIN
______________________________________________________Estaba el en supermecardo cuando la inspiración me golpeó x'D
Ah~ En fin, ya sé, esto no es actualización ni de Ojos Bonitos, ni de Alarm Clock 💔 Es tan sólo que, creo que me volví alergica a actualizar .___________. No puedo, por más que lo intento, no paso de abrir los archivos y observarlos TT^TT Aun así, estaré esforzándome por trabajar en ellos este fin de semana.
¡Besos!
ESTÁS LEYENDO
Flores de Durazno
FanfictionDrabble Taemin amaba tanto los duraznos, como amaba a Minho. Minho le tenía alergia a ellos; los duraznos y a Taemin. 2min