Capitulo 1: "Un comienzo, una historia".

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La agonía en la que se encuentra mi yo interior es tan grande, es como sentir el mar en calma desde a fuera pero cuando entras y te sumerges te enfrentas a un huracán; mi vida se encuentra enfrentada a una tempestad, una qué no es fácil de calmarse. Mi vida agoniza por el loco deseo de sentirme amada, un deseo loco de saber qué se siente y suspirar el mismo aire qué una persona. Está forma demente en la que me siento es algo que envuelve mi vida de la peor manera y el solo hecho de querer salir de mi zona de confort me grita con urgencia.

No me conformo con la sola idea de no conocer eso que tantas personas llaman amor, quiero arriesgarme, quiero saber que se siente. Esto que siento dentro supera mis límites, pero me aterra la sola idea de sentir cosas que ni yo misma pueda controlar.

Todas las mañana el sol cae hacía el oriente con una suave y cálida brisa, dejando un desolado paisaje de colores los cuáles me gusta experimentar. El sol me demuestra cada día que el tiempo pasa y que yo todavía sigo aquí. Suelo ser obsecuente y no me llevo bien con los chicos más bien me gusta encerrarme en mi propio mundo, un mundo donde solamente yo soy capaz de entender.

-¡Anna!, será mejor que aprendas a comportarte ya no eres una niña-. La voz de Leah rechina en todo el cuarto.

-¡Sé comportarme es solo qué no tengo la misma fuerza que tú!-. Escupo.

-Actúas como si fueras una niña-. Su vista se posó de reojo sobre mí.

-Leah sé que quieres ayudarme porqué eres mi mejor amiga pero no quiero conocer a nadie, entiéndelo-. Mentí.

Leah es una chica obstinada y cuándo se propone algo lo logra sin importar nada, pero hay veces qué quiero matarla pero por cosas así es mi mejor amiga y no sé qué haría sin ella. -Creo que ya llego, ¡qué emoción!-. La escuche decir.

Revolee los ojos antes su forma de actuar, me acuesto en la cama y mi brío está por suelo. Suspiró por última vez antes de comenzar a actual cómo siempre. Varios pasos se acercan a donde estoy y sin que pueda arrepentirme de lo que iba a hacer ya está Leah con un chico de tez blanca, con los ojos marrón claro casi no me fije en cómo es porqué nisiquiera me atreví a mirarlo. -Anna él es Garrett-. Sonrió. Revolee los ojos con indignación.

-Mucho gusto Anna Gidedon -. Extendió su mano como símbolo de cortesía y yo hice lo mismo devolviéndole el gesto.

-Mucho gusto Garrett Rowling-. No levante la mirada del piso en ningún momento, sólo le devolví el gesto. Es un momento incómodo porque él no suelta mi mano y yo no quiero mirarlo así que solo me limito a tratar de soltarla. -¿Cómo estás?-. Dijo después de un largo rato soltando mi mano.

-Bien... y tú?-. Digo tras un momento.

-Bien...-. Su voz salió áspera y rechino en toda la habitación.

-Me alegró-. Levanté mi vista ya dispuesta a ver a la persona con la qué me iba a enfrentar, sus ojos marrón claro penetraron los míos de una forma única pero aun así podía ver algo oscuro en ellos. No dije una palabra solo desvíe mi mirada de sus ojos y comencé a caminar hacia otro lado.

-Será mejor que nos vayamos se nos hace tarde-. La voz de Leah inundó todo el lugar.

Salimos de la casa y comenzamos a caminar para dirigirnos al club, hoy iba a conocer al dichoso novio de mi mejor amiga así como también tuve qué conocer a Garrett a quien por lo visto no pienso dirigirle una sola palabra no sé pero la verdad me aterra hablar con él, no sólo con el sino con cualquier chico.

Pasaron más de media hora cuando por fin llegamos al club el camino fue angosto y duradero pensé que había pasado una eternidad. En todo el camino no hable con Garrett de vez en cuando le daba algunas mirada a su espalda y supongo que él pudo darse cuenta de eso. El solo hablaba con Leah cosas de ellos que no podía entender bien.

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⏰ Última actualización: May 15 ⏰

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