La Venganza | Freddy Leyva |

Capítulo 15 •¿Me extrañaste?•

Hoy era sábado, el día que más esperaba cada semana, ya que era mi descanso y podía salir con André. Terminé de leer un capítulo más de aquel libro que ahora ya llevaba la mitad leído y después me puse mis tenis para poder salir de mi habitación. Había quedado con André de vernos a mediodía.

Bajé rápidamente los escalones de la casa para llegar a la planta baja y poder salir por la puerta principal.

—Buen día _____.

—Hola Leyva— Respondí mientras tomaba la perilla de la puerta, pero me detuve en seco y gire mi vista —¿Leyva?— Una sonrisa inconsciente se formo en mi rostro.

—¿Me extrañaste?— Preguntó levantando un ceja.

—Si..— Respondí aun anonadada —Digo, no— Me justifique al instante.

—Mmh eso suena como un más o menos— Dijo burlón y comenzó a acercarse a mi —Aunque tu mirada me dice lo mucho que me extrañaste estos días.

—¿Qué? Estas loco— Dije comenzando a sentirme nerviosa, ¿pero que me pasaba? Estaba actuando como una estupida.

—¿No quieres darme un abrazo?— Dijo a escasos centímetros de mi.

—¿Qué?— Comencé a retroceder para evitar tenerlo tan cerca hasta que choque con la puerta —Debo irme.

—¿A dónde vas? Puedo llevarte si quieres.

—No te in..— Callé de repente al recordar que le había prometido a Helen que comenzaría a acercarme a Leyva —Iré a comer con André— Leyva frunció el ceño.

—¿Acaso acabas de responderme de buena manera?— Sonreí levemente —Si que me extrañaste.

—Piensa lo que quieras Leyva, debo irme— Abrí la puerta de la casa.

—Espera, yo te llevo.

—Puedo irme en taxi, no te preocupes— Él negó.

—Vamos, sube al auto.

No discutí más y camine detrás de Leyva hasta llegar a su auto. Subimos a este y Leyva lo puso en marcha.

Miraba por la ventanilla del auto el hermoso día soleado. Recordé cuando era pequeña, mi mamá siempre me llevaba al parque en los días soleados, me compraba una nieve, y jugaba conmigo. De niña sabía lo que era felicidad, pero todo cambió cuándo empezaron los problemas con mi papá, eso fue lo que llevó a mi madre a tener un amante, eso fue lo que la llevó a quitarse la vida.

—Y ____..¿cómo conociste a André?— Llevé mi vista a Leyva, conducía muy concentrado.

—Pues..fue un dia normal, yo estaba en el parque del vecindario y él igual, platicamos y nos dimos cuenta que teníamos mucho en común—Contesté sin mucho interés.

—¿Entonces si tú y yo tenemos cosas en común, aceptaras ser mi amiga?— Negué mientras reía levemente.

—Así no funciona Leyva.

—Vamos ____, ¿por qué eres tan difícil conmigo?— Levanté mis hombros —¿Sabías que duele tu desprecio?— Lo miré, en verdad lucía triste.

—No entiendo Leyva, ¿por que te importa tanto que me lleve bien contigo?

—Ni si quiera se la respuesta— Dejó salir una risa —Simplemente me pareces interesante— Fruncí el ceño.

—En verdad eres muy raro, y un idiota.

—Vaya, ya se me hacía raro que no me insultaras— Reí ante su comentario —Que linda es tu risa, ojalá rieras más seguido— Me torne seria ya que me sentí incomoda.