Vivir aquí ha sido el equivalente de subir a una montaña rusa de emociones demenciales sin la capacidad de bajar, o tirarse de un avión, de cabeza y sin paracaídas, ciertamente tienen sus problemas y yo solo entro a colación con los míos. Como sea, ya había hablado lo que tenía que hablar con Lucy, aun recordaba la expresión en su rostro, el horror. Daba miedo, y ella misma sabrá, que asustar a la gente puede ser divertido, pero lo único que no quería en sus vidas, era que me tuvieran miedo.
Como me he cansado de decir, odio estar solo, que la gente te vea como a un monstruo no mejora las cosas. Procuro no pensar mucho al respecto, cuando pienso demasiado, no me gusta las conclusiones que saco, y al final tengo que lidiar conmigo mismo, es todo un dilema existencial como dirían algunos. Salvo que mi existencia es un calvario absurdo de sufrimiento interminable.
Ahí está otra vez, esa odiosa vocecita en mi cabeza que me recuerda lo miserable que soy, pensar me fatiga, no quiero pensar, quiero hacer, estar ocupado, ¿Qué estará haciendo Lincoln ahorita?
*TOC, TOC, TOC*
EL sonido de la puerta saco a Daniel de su trance, se levantó de la cama con una gran duda en su cabeza, ¿Quién tocaba la puerta?, claramente había dejado una nota indicando el número de veces que debían tocar la puerta para que pudiera ser identificado;
Se repetía mentalmente mientras se dirigía a la puerta – Uno, para Lincoln, Dos, para las chicas, Tres... suuuuuuuuupongo que no lo pensé muy bien. –
Abrió la puerta y se encontró con Rita parada delante suyo, cosa que le sorprendió debido a que ella no solía visitarlo directamente a su cuarto. La cuestión era que le aviso que iban a salir y se quedaría cuidando la casa.
Para él no le era un problema, estaba ganando terreno en cuanto a la relación entre la familia, podría estar el día entero jugando en el patio con Lana, podría ver pelicular de horror con Lucy, tal vez ayudaría a Luan a practicar con sus espectáculos de comedia, O desperdiciaría el día entero jugando videojuegos con Lincoln.
– Oh, y Necesito que cuides de Leni mientras no estamos, ¿podrías? –
– ... si, seguro no hay problema. – eso podría ser un Problema.
Leni... era especial a su manera, han hablado de vez en cuando mientras paseaba por la casa, la mayoría de las veces cuando ella se encontraba perdida. Era agradable y a pesar de saber perfectamente el hecho de que el sea la encarnación de la muerte, no se comportaba diferente con él, tal vez aun no entienda del todo las implicaciones que eso conlleva.
Pero últimamente se ha encontrado un poco retraída y evasiva con él, eso era nuevo para tratarse de Leni, Pensó que finalmente había asimilado quien era y por defecto, cuál era su "trabajo" cuando no estaba en casa, eso representaba un gran problema, si es que realmente comprendía eso. Todo esto empezó a suceder después de haberse disculpado por su reprochable comportamiento.
Esta situación carecía de lógica, puesto que ella debería de estar molesta antes de que se hubiera disculpado y no después, pensaría en una solución para eso, pero eso más tarde, por ahora, quería descansar su mente.
Para empezar bien el día había que hacerlo con un buen desayuno, no tenía necesidades fisiológicas que cubrir. Pero disfrutaba mucho de la sensación que le producía en la boca. El ruido de la casa era el habitual, Luna estaba tocando un tema de rock suave, Lana estaba persiguiendo a Lola con una lagartija en la mano, Lynn estaba practicando futbol en el corredor, como si nada. Fue esta última quien, al ver pasar a Daniel, pateo el balón con todas sus fuerzas directo hacia su cara, solo para ser detenido justo a tiempo por él, – Buen tiro Lynn, pero ten cuidado a la próxima, mi cabeza no es de goma – dijo mientras devolvía el balón a Lynn, al mismo tiempo que le regalaba otra sonrisa pícara, únicas para ella. De reojo pudo ver que no se encontraba muy feliz por eso, – se le pasara – dijo para sus adentros.
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Déjalo morir
De TodoDaniel, el dios de la muerte, buscando una compañía amigable, cruzara su camino con un joven peliblanco de un pueblo llamado Royalwoods, tras un encuentro no planeado, nuestro amigo no muerto buscara ayudar a su nuevo amigo y a su familia.