Otro día más, nada fuera de lo normal.
Me desperté, fregué mis ojos con mis manos, me incorporé en la cama, miré a mi lado y estaba solo, como siempre. Me levanté, fui a la cocina después de cepillarme los dientes, me preparé una taza con cereal y leche. Luego me pegué una ducha, me vestí, y me fui directo al trabajo, soy parte de una oficina de investigaciones criminales del FBI, trabajo para ellos, pero mi trabajo no es nada interesante como lo es en la televisión, sólo hago papeleo y debes en cuando sale algún que otro caso para atrapar a un maleante, pero pronto perteneceré a la gran oficina en el centro de la ciudad y haré cosas importantes.
Entonces llegué a mi oficina, y lo primero que veo es a una chica de estatura promedio sentada en mi asiento.-Disculpa- Dije en un tono de voz no tan alto, para que la chica se diera cuenta de mi presencia.
-¿Es usted James Wilson?- Me preguntó dándole la vuelta al asiento para mirarme.
Y entonces me encontré con un par de ojos color ámbar, que hacían de su mirada, una muy profunda y misteriosa, tanto que me perdí en ella.
-¿Es usted si o no?- Volvió a preguntar la chica sacándome de mis pensamientos, se veía que tenía carácter.
-Si, soy yo, ¿Tú quién eres y que haces aquí?- Pregunté cruzándome de brazos a lo que la chica se levantó de mi asiento y se acercó a mi, era más baja que yo, pero tenía presencia.
-Soy la agente Kendra McGee, de la oficina central del FBI, vengo para informarle que desde ahora está en un caso conmigo, y si todo resulta bien y obtiene mi aprobación, será promovido a la central- Dijo con mucho seguridad. -Así que vamos, yo conduzco- Agregó y salió de mi oficina.
Al fin, un nuevo caso después de tanto papeleo, pero espera... Ella es una chica, y no puede hablarme así, se cree muy importante, ni siquiera porque sea una chica hermosa, de piel blanca, cabello largo, castaño, sonrisa perfecta y hermosos ojos no va a decirme que hacer.
Así que fui tras ella, y tomé las llave que llevaba en su mano, y corrí hasta el estacionamiento.
-Yo conduzco- Impuse.
-Claro genio, si ni siquiera conoces mi auto, dame aca- Dijo quitándome las llaves. -No porque sea mujer quiere decir que soy menos competente que tú, idiota- Agregó.
¿Cómo sabía ella que yo pensaba eso?, ¿Cómo era ella más importante que yo en el FBI?, ¿Cómo podría ella darme ordenes y como podría depender mi puesto de su aprobación en este nuevo caso?.
Entonces se dirigió hasta una camioneta negra, se subió a ella y me indicó a mi para que también subiera pero me negué.
-No sé si sea seguro subirme a eso, no sé quien eres, no sé de que trata el caso, ni siquiera sé si eres una agente de verdad- Dije haciendo una mueca con la boca.
-No seas estúpido, mi placa lo dice todo, y te diré en el camino, ya no seas nenita y sube, creeme no quiero violarte, no eres mi tipo- Respondió alzando las cejas mientras me miraba de pies a cabeza, entonces accedí a subir.¿EHHH? La odio, como se atreve a decirme que no soy atractivo, nadie puede resistirse a mis encantos, nadie. La detesto, ahhh.
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Misteriosa Mirada.
Short Story"Creo que todo empezó el día que me tocó el que seria el caso más complicado de mi carrera hasta ahora, o mejor el caso más difícil de mi vida, con una nueva compañera, a la que odié desde el primer momento. Se suponía que tenía que encontrar un ase...