Entre las sombras

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-Esta helando hoy.-Susurró como siempre lo hacía cuando estábamos a solas, cobijados por la intimidad del lecho de alguno de nosotros. Era doloroso reconocer que no lograríamos nunca tener el "nuestro" pero las escazas ocasiones en que nos acogía la cama del otro lo hacían un tanto más llevadero.

-Debes irte.-Le conteste tratando de frenar sus intenciones, sabia a que iba encaminado su enunciado y de pronto se volvía molesto que la mayoría del tiempo me correspondiera a mi retomar la realidad que intentábamos esquivar tras cuatro paredes.

-Lo sé.-El disgusto en su voz fue evidente, a pesar de lo baja que era. Pude sentir la cama hundirse cuando apoyo su codo para incorporarse y en el proceso rozó mi hombro efímeramente con sus labios, al instante un escalofrío recorrió mi cuerpo aun desnudo e incluso en la oscuridad percibí su satisfacción por ello.

Lo que Shaka y yo hacíamos era tremendamente arriesgado, por mi parte comenzaba a notar la sospecha de nuestros compañeros de armas. Leo inevitablemente conocía la frecuencia con la que Shaka y yo nos visitábamos, o Escorpio quien al vernos juntos más de una vez nos regaló algún comentario mordaz, dejando claro que a sus ojos no se escapaba nada.

El día que cruzó por mi mente que la ausencia de los caballeros de Cáncer y Géminis nos favorecía para vernos me hizo sentir todavía más culpable por nuestro pecado, sumando además que convertí a mi querido amigo Aldebarán en cómplice de nuestra falta a los votos de caballero que concienzudamente tomamos.

-Mu...-Su voz pasó de ser un susurro a tomar ese matiz autoritario que lo hacía tan intimidante para muchos.- ¿No piensas vestirte?

El imponente caballero de la sexta casa se alzó ante mí para que pudiera notar que estaba listo para partir y yo al parecer me había mantenido trenzando mi cabello mecánicamente, inmerso en mis cavilaciones.

Asentí con la cabeza sin verle, mis hebras lilas se desordenaron al instante que las solté y tan solo sentí la mirada de Shaka clavarse en mi, escudriñándome por mi comportamiento. Alcé la vista, encontrándome con su rostro iluminado tenuemente por la luna que se colaba por el tragaluz, le vi con un ápice de reproche y me rodó los ojos con fastidio al recordar mi petición recurrente, girándose para darme la espalda y que al fin pudiera levantarme de la cama sin sentirme observado.

-Es absurdo que te avergüences a estas alturas, Mu.-Dijo cruzándose de brazos.

-Muchas cosas sobre esto son absurdas, Shaka...-Murmuré atándome la cintilla de mi túnica con la vista clavada al suelo, arrepintiéndome de inmediato por lo que escapó inconscientemente de mi boca...

Pero ya estaba dicho...

-¿Oh, enserio?-Su tono de voz se mantuvo sereno, a pesar de ello sabia que se había ofendido y con justa razón.

-Shaka, yo no quise...-Me sentí inmediatamente mortificado, más aun cuando el normalmente ecuánime caballero de Virgo pasó una mano por su flequillo, gesto que la experiencia me había enseñado tenía cuando lo rebasaban sus emociones.

-Hay muchas cosas que yo tampoco quiero, Mu...-Me interrumpió, su tono de voz cortaba como un cuchillo.-...como permanecer aquí un minuto más.

Mis ojos se abrieron a su máxima capacidad al verle caminar con parsimonia hacia la salida de mi templo, sentía como le mandaba la señal a mis piernas para moverse sin que me respondieran y cuando por fin lo hicieron, me encontré casi corriendo para darle alcance.

-¡Shaka! ¡Espera!-Le dije con una angustia bastante atípica de mi, tomándole del brazo justo fuera de mi templo, a lo que Shaka se giró abruptamente, abriendo los ojos por la impresión dándome una buena vista de su enojo con ello.

InsensatosWhere stories live. Discover now