Capítulo 20

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—¿No lo vas abrir?— indaga Jake con extrema curiosidad. Los dos tenemos nuestros sobres con una respuesta negativa o afirmativa en nuestras manos. Hemos llegado a casa y el me tendió mi sobre diciendo que llego desde muy temprano y con la excusa de no habérmelo entregado porque quería esperar a que recibiera mi diploma sin extrema felicidad o tristeza.

No quiero hacerlo, no quiero abrirlo. Las manos me tiemblan de manera descomunal, y me sudan. No sé qué voy hacer si tengo una negativa de respuesta. Con manos temblorosas empiezo abriendo el sobre y respiro profundo antes de leer su contenido.

—Me han aceptado ¡Me han dado la beca!— grito con lágrimas en los ojos. Tengo felicidad y tristeza al mismo tiempo que son incontenibles. La universidad es algo crucial y esencial para determinar nuestro futuro. Me alegra demasiado el ser aceptada, pero me duele de manera incontenible el pensar que tal vez, nunca vuelva a ver a Logan. Estaré al otro lado del mundo, y él probablemente con Wendy.

—Felicidades nena— dice cuando empiezo a llorar ruidosamente. No me llama muy seguido de esa manera, de echo solo tres veces lo he escuchado decirme así. Limpia mis lágrimas sonriéndome de forma abierta. Santo cielo, como voy a extrañarlo dentro dos semanas, cuando me marche.

—Abre el tuyo— susurro con la respiración agitada y la voz un poco rota

—Ya lo he hecho, me aceptaron— dice con una alegría autentica.

—¿Me dirás a donde te marchas?— indago sintiéndome mejor.

Asiente, y mi corazón late con fuerza a la expensa de saber cuántos kilómetros me separaran de mi mejor amigo.

—Pero no hoy— y con ello toda mi alegría se marcha. Le miro con el ceño fruncido y este se ríe fuerte. —Me tendrás más cerca de lo que crees— murmura antes de perderse dentro de la cocina con nuestras madres.

Tras almorzar los cuatro, Jake se despidió y le pregunte si quería venir a mi fiesta de graduación. Después de decir la hora en la que me recogerá se marchó dándome un beso en la mejilla. En cuanto le hable a Carmen sobre que soy oficialmente estudiante de la WCU me miro con reproche, y me dio un sermón de varios minutos. Se notaba a kilómetros que no estaba conforme con mi decisión pero a estas alturas, ya diga o haga lo que quiera, no hay marcha atrás.

¡Soy una estudiante universitaria!

Mientras Gaby me dice que le han aceptado en la universidad me visto para la fiesta. Como es nuestro último año han hecho una temática un tanto diferente. Será en la playa. En un bolso meto un terno de baño y una muda de ropa por prevención. Busco un vestido holgado, y en vez de los tacones me calzo mis irremplazables bailarinas, y bajo las escaleras para encontrar a Jake, engulléndose pizza que no sé en qué momento pidió. Ya es costumbre suya el tener pizza para cenar en mi casa.

—¿Lista?— pregunta cuando se percata de mi presencia. Cuando asiento deja la caja medio vacía de pizza para irnos ya a mi fiesta de graduación.

Él ha puesto ya su coche en venta, mientras que yo prácticamente estoy haciendo lo mismo. Planeo comprar uno a medio uso en cuanto llegue a mi nuevo hogar con el dinero que tengo ahorrado. Tengo que arreglar las cosas en cuanto al lugar donde viviré. Mi horario de clases, y el buscar un empleo de medio tiempo que no interfiera directamente con mis estudios. Y todo en dos semanas. Dos semanas es muy poco tiempo.

En el camino trato de descubrir a que universidad va a marcharse, pero no me da ninguna clase de pista. Pero me promete que me dirá un día antes de marcharme. Aunque asegura que me voy a sorprender muchísimo.

En cuanto aparcamos en la playa, la música se escucha a tope, y ya hay varios adolescentes borrachos vagando por la arena. Me pregunto cuan peligroso es encontrarse borracho en una playa sin supervisión adulta. Dejamos nuestras cosas en el coche, y salimos. Mientras más nos acercamos al centro de la fiesta más grande es el bullicio.

Destinada a ti (Continuación de mi círculo vicioso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora