Luna Escapa

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Salgo de la cocina y aprovechando que los padres de mis amigos estos distraídos halando con el Detective Lewis y el Agente Larry, lanzo mi chaqueta sobre las espadas y subo de inmediato a mi habitación. Entro a mi cuarto lanzo las espadas sobre la cama, tomo la de mi insignia y le quito el cristal que tiene mi emblema. Después de quitárselo busco en el closet un maletín para guardarlas y la chaqueta negra larga que me regalo mi hermano de cumpleaños, al encontrar el maletín guardo las espadas, y me coloco la chaqueta y en su interior guardo el cristal. Salgo de mi habitación, y entro a la de mi hermano.

Abro la ventana que conduce al patio de la casa, y caminando por el tejado de la casa hago un pequeño ruido que es escuchado por uno de los oficiales de policía que están custodiando la casa. Uno de ellos mira hacia el tejado, mientras yo me agacho para no ser vista. Su compañero le pregunta — ¿Que sucede? —.

— Creo que escuche algo sobre el tejado.

Él alumbra con su linterna para ver si hay alguien. Al no ver a nadie, continúan con su recorrido por la casa. Bajo por la escalera de flores que tiene mi madre en el patio, al lanzarme al suelo Max mi perro me ve y comienza a chillar, lo acarició y le dije en voz baja — Para el lugar que voy, tú no puedes ir conmigo —.

Abro la puerta del patio que conduce al callejón, que da con la otra calle. Salgo de allí y corro hasta a unas calles más arriba, detengo un taxi y subiéndome le dije al taxista — Lleve al puente de Brooklyn —.

Al llegar, le dije — Déjeme aquí —. Cuando intento abrir la puerta del taxi para de bajarme.

El taxista me dice — Estas segura jovencita que te quieres quedar aquí —.

— Sí —le dije, mientras le envió un mensaje a Jhon a su celular y pago la carrera.

Camino hacia el puente, y al detenerme crea un aro de fuego a mí alrededor. Supe de inmediato que Baltasar me esperaba, en ese mismo instante los seguidores de Baltasar aparecen alrededor de aro y él aparece en medio de ellos y entrando al aro de fuego me dice — El amor hacia los tuyo, es tu mayor debilidad Luna. Tanto así que eres capaz de dar tu vida —.

— Como sabes mi nombre —le dije

— Soy igual que Miguel sé todo lo que sucede en este mundo despiadado y cruel. Dame las espadas y el cristal, y te liberare de la responsabilidad que colocaron en tus manos.

— Libera primero a mi hermano y a su amiga —le dije.

— Te parece si lo hago mientras me entregas las espadas y el cristal.

— Está bien, aquí están las espadas —le dije mientras lanzo el maletín.

Él se agacha, abre el maletín y saca una de las espadas, levanta su mirada hacia mí y me dice — y el Cristal —.

— Si sabes todo lo que pasa el mundo, sabrás que no lo hemos hallado —le miento sabiendo que el cristal lo llevaba conmigo.

— No te creo —me dice Baltasar.

— Porque no lees mi mente y así sabrás que no te miento.

— Me es difícil acceder a tu mente —me dice Baltasar. — Pero sé que tú no mentirías en algo así. Aunque siendo las cosas así, nuestro trato cambia. Encárguense de ella, y si quedas viva después de lucha contra ellos. Te estaré esperando para luchar contigo. Así obtendrás la liberta de tu hermano y la de su amiga, aunque dudo mucho que los puedas salvar. A una cosa más el aro de fuego, tiene una línea imaginaria si la tocas automáticamente pierdes tus poderes.

— Porque no se hace extraño. Pero te aseguro que iré por ti Baltasar —le dije.

Como me encontraba pisado una de las espadas con mi pierna derecha, la ruedo, y levantándola con mi pie la lanzo hacia arriba, cogiéndola inmediatamente con mi mano derecha. Antes de que los primeros cuatros seguidores de Baltasar me atacan.

Después de pelear con ellos, hago un pequeño giro y saco otra de las espadas del maletín. En ese momento aparecen Miguel y Dimitri cada uno al lado mío con sus alas de ángeles desplegadas y florando en el aire a pocos centímetros del suelo. Al verlos les dije — Ya era hora que apareciera —.

— Disculpamos por llegar tarde —me dice Dimitri.

— Nosotros nos encargaremos de ellos. Libera a tu hermano y a su amiga, pero ten cuidado al salir del aro.

— Lo tendré Miguel, no te preocupes —le dije.

Antes de salir del aro peleo nuevamente contra algunos de los seguidores de Baltasar, pero esta vez utilizando también mis poderes. Utilizo el don del agua, para apagar una parte del aro, y salto de inmediato ya que se estaba volviendo a encender. Caigo de rodilladas con mi mirada al suelo, me levanto fijo mi mirada a lo más alto del puente de Brooklyn. De un momento a otro sale un relámpago de fuego que me envía de inmediato a uno de los muros del puente.   

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Este capitulo esta dedicado a @SorayaMolina gracias por tus comentarios. 

Ademas gracias a los 230 lectores que han agregado mi libro a su biblioteca, falta pocos capitulos para el final de este primer libro de una saga de 7, y sigan emocionados igual que yo.

Se les quiere y mucho 

Isabelle Marcap 

Los Hijos de La Luz "El Cristal y la Cinco Espadas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora