Incondicional | Camren Fanfic

Capítulo 18

Siete días pueden durar un suspiro o una eternidad. Siete días te pueden agobiar o llenar de libertad. Siete días pueden cambiarlo todo, y más aún, si van añadidos otros cinco.

Mismos que habían transcurrido de forma tormentosa para la chica de penetrantes ojos verdes la cual se desahogaba con sus lápices sobre el dibujo impuesto por el profesor Davis en la clase de Técnicas de Expresión Gráfico Plásticas aquella mañana del martes.

Después de aquel último y confuso beso en el aire por parte de la latina junto con el pensamiento que no había salido de su cabeza tras realizarlo, Lauren pudo notar en ella un ligero cambio que le provocó consecuencias a su alrededor, tanto en el instituto como socialmente.

Durante aquellos doce días había estado más fría y, a su vez, más distante, incluso con sus padres con los que fingía para no tener que dar explicaciones al respecto. Su excusa estuvo basada en la menstruación los primeros días, pero después de unos cuantos, se mantuvo en el típico agobio estudiantil.

Aun así, Camila seguía estando en su mente día y noche puesto que, una vez más, tras su último encuentro no habían vuelto a verse. Por una parte, encontraba apetecible la idea puesto que así conseguiría olvidarla, pero, por el otro, cuanto más tiempo pasaba, las ganas de verla incrementaban.

- "Lauren" la llamó su compañera de atrás, dándole con un lápiz en la espalda. "¿Me dejas la goma?" preguntó.

- "Claro, toma" cogió el cuadriculado y blanco utensilio que le entregó a la morena a la cual le mantuvo la mirada hasta que terminó de utilizarla.

- "Gracias" agradeció devolviéndosela, consiguiendo que volviese a mirar al frente.

Respondiéndole con una educada sonrisa, volvió a prestar atención a su jarrón con el que solo le faltaba utilizar la técnica de sombreado y repasar las zonas más oscuras. Por eso mismo, cogió el lápiz marrón el cual observó más de lo debido mientras recordaba que aquel era el color de los profundos ojos de Camila.

Para. Tú no eres así.

Sin embargo, en cuanto rozó con la punta de este su cuaderno, el timbre escolar penetró en los oídos de todos los estudiantes consiguiendo así que tanto ella como el resto, se levantasen de sus asientos. La hora del receso había comenzado y con ella la diaria charla con sus amigas.

- "Ya está aquí, ya llegó, la blanca Navidad" cantó una de éstas, acercándose a ella.

- "¿Qué dices ahora, Shannon?" respondió borde sabiendo que estaban en marzo.

- "Me apetecía cantarlo" se encogió de hombros la castaña. "¿Cómo lleva hoy el día la reina de la simpatía?"

- "Peor que tú seguro" comentó con simpleza.

- "Esa es la actitud" dijo irónica. "Bueno, ¿no vas a preguntar?" añadió tras unos segundos en silencio mientras caminaban por los amplios pasillos.

- "Me lo vas a contar de todas formas" volvió a encogerse de hombros.

- "¡Pero así pierde la emoción!" replicó. "Bueno, a lo que iba" se carraspeó la garganta. "Adivina quién ha sacado un notable alto en Cálculo" propuso. "Sí, lo sé, soy genial"

Negando con la cabeza nada sorprendida por su respuesta, a pesar de haber sido un logro, siguió su paso hacia el exterior donde nada más abrir la puerta, la idea de mantenerse allí desapareció de sus mentes en el momento en el que escucharon el sonido de un relámpago. Al parecer, el tiempo también iba acorde con la actitud de la morena.

- "Menos mal que hoy no tenemos entrenamiento" soltó Shannon, saboreando el olor a lluvia.

- "Pero seguirá mojado para mañana" respondió la menor, soltando un leve suspiro.