Un Plan Desastroso ©

Capítulo 20. Te odio |Parte II|

Entonces luego de soltarme eso, cayó dormida.

Totalmente sorprendida por su respuesta, me quedé en silencio. ¿Qué intentaba decir con eso? Ella era su mejor amiga y yo conocía a Mason apenas dos meses atrás, tampoco era su novia y al pensar en eso una conclusión se movió en mi cabeza.

A Meghan le gustaba Mason.

Quise disculparme de algún cierto modo por haber hecho algo de lo que no estaba enterada pero, si con Mason nunca pasó nada y estaba segura que no iba a pasar ¿Por qué me sentía culpable?. También debía tener en cuenta que la chica se encontraba drogada y yo sólo estaba siendo paranoica. Quizás sólo lo decía porque Mason y yo últimamente pasábamos mucho tiempo juntos pero nada más allá que una reciente amistad.

La puerta del lado del piloto fue abierta con brusquedad y un Mason totalmente enfurecido ingresó arrancando el auto. Chris subió con la misma rapidez que su amigo y no dudaron en salir haciendo chillar las llantas contra el asfalto.

—¿Qué pasó?

—¡Que Mason es un idiota!

Sin entender nada, me acerqué entre los dos asientos y vi el rostro tenso de Mason mientras conducía a toda velocidad por las calles desiertas hacia algún lugar que desconocía. Se giró hacia mí y me preguntó por Meghan entonces otra vez su voz repitiendo que me odiaba apreció en mi mente. Tratando de disimular mi incomodidad, le respondí que estaba dormida y desvié mis ojos hacia Chris.

—¿Hacia dónde vamos?

Ambos compartieron miradas por un segundo y fruncí el ceño.

—¿Puede Megg quedarse contigo, Morgan?

Inconscientemente proyecté en mi mente cómo mi cuerpo era atravesado por un gran cuchillo siendo manipulado por Meghan. Me regañé internamente por pensar estupideces y estuve a punto de aceptar. Sí, sólo a punto porque entonces recordé que eran casi las cinco de la mañana y si mi padre me veía entrar a esas horas me asesinaría viva, en cambio si le decía que estaba en lo de alguna amiga no podría decirme nada...

—De hecho... —Chris giró su​ cabeza hacia mí y yo la llevé a mis manos. —No puedo ir a casa a estas horas.

Mason giró su cabeza hacia mí, mirándome con su ceño fruncido pero su expresión no fue lo que me llamó la atención.

—¡Por Dios! ¡Mason!

La comisura izquierda de su labio se encontraba hinchado y un hilo de sangre descendía por su costado, casi llegando a su barbilla.

—¿¡Por qué demonios te metes en peleas si sabes que te harán trizas!? ¿En serio te hizo eso en tan poco tiempo? —no pude evitar que mi voz sonará con tono burlón, lo que seguramente causaba la ira de Mason pues ¿a quién le gustaba que lo dejarán en ridículo?

—No te creas, Morgan. Thompson tiene más golpes que Mason.

—Pff... Si no lo veo no lo creo, lo siento. —me encogí de hombros sólo para molestar a Mason y lo logré, pues sus manos se apretaban con fuerza al volante. —Entonces... ¿Me puedo quedar en tu casa, Masie?

Él me miró por unos segundos con una expresión que no supe descifrar y su ceño estaba fruncido. Creí que se negaría rotundamente, pero en verdad necesitaba quedarme en algún lugar, y la casa de Chris estaba totalmente descartada teniendo en cuenta que su madre cree que soy su novia. Michie estaba ebria y si llegaba a su casa en ese estado recibiría el castigo de su  vida, su madre nunca antes la había visto borracha y yo no sería testigo de la primera vez.

—No voy a dormir contigo, Morgan. —soltó y Chris estalló en carcajadas tan fuertes como para despertar a mi mejor amiga, aunque rápidamente cayó en un sueño profundo de nuevo.