Dusk Till Dawn

Capítulo único

No voy a intentar ser indie

No voy a intentar ser genial

Solo intentaré estar en esto

Dime, ¿tú también?

No había estado planeado, no había sido su intención, jamás deseo cometer un error como ese. Pero ahora, ya era muy tarde como echar para atrás y retractar sus palabras.

Eso estaba mal, no había un futuro seguro, y él no era de los que les gusta arriesgar aquello por lo que tanto se ha esforzado.

¿Debería abandonar? ¿Debería dejarlo atrás?

No quería problemas.

¿Puedes sentir dónde está el viento?

Puedes sentirlo a través de

Todas las ventanas

¿Dentro de esta habitación?

El menor por otro lado se encontraba emocionado, esa noche, cumplirían ya tres años de relación, y estaba demasiado feliz de ver que a pesar de las adversidades continuaban juntos, continuaban queriéndose como la primera vez. O al menos era así para él, el mayor últimamente le evitaba y le mandaba miradas frías, tal y como las que le daba esos tiempos en el cual le odiaba con todo su ser, eso le asustaba, pero esa noche debía dejar el temor de lado y concentrarse en hacer momentos especiales.

Porque quiero tocarte nena

Y quiero sentirte también

Quiero ver salir el sol

En tus pecados solo yo y tú

Había preparado todas aquellas comidas que había descubierto como sus favoritas, y ahí, bajo la luz de la luna, yacían reposando sobre aquella pequeña mesa cubierta con un mantel verde, acompañado con un cubre manteles azul, la flama de la vela bailaba contra el viento, y el viento mecía sus cabellos como si buscase de cierta forma darle consuelo.

Sentía un dolor en su pecho, y un temor irracional que le hacía querer gritar por ayuda y soltarse a llorar, se arrodillo frente a la mesa y sollozo en silencio.

El mayor no vendría a casa esa noche, ¿cierto?

Ilumina, en la carrera

Hagamos el amor esta noche

Hacerlo, enamorarse

Tratar

(Bebé, estoy aquí)

Lleva tiempo sin hacerlo con una mujer, sin sentir el calor que proporcionaba el cuerpo de una mujer, llevaba tanto sin tocar una, que por momentos se sentía incómodo al tener esos pechos entre sus manos. No entendía el porqué era tan difícil besarla, acariciarla.

¡Era tan frustrante! ¡Necesitaba que esos ojos azules salieran de su cabeza!

-¿Ocurre algo?

Observó sin expresión alguna a la pelirroja que yacía bajo él, esperando a que finalmente se atreviera a entrar en ella, a cumplir con lo que se esperaba, no obstante, había pasado de sentirse bien con una mujer a sentirse asqueado.

Maldición, todo era culpa de Once

Pero nunca estarás solo

Estaré contigo desde el atardecer hasta el amanecer

Estaré contigo desde el atardecer hasta el amanecer

Bebé, estoy aquí

Se levantó de inmediato ante la incrédula mirada de esa pelirroja que sin vergüenza alguna se le había insinuado apenas le había visto. Y como no, él de estúpido había querido comprobar si podría realizar dicha aventura, fue tan tonto, le había dejado solo por algo que no valía la pena.