Capítulo 3

572 32 2
                                    

Kobayashi no maid dragon es una obra perteneciente a Yasuhiro Takemoto. Todo lo escrito en este fanfic tiene como único fin entretener al lector. Los personajes utilizados (a excepción del protagonista) pertenecen a Coolkyoushinja. Nada de esta utilizado para fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrutenlo!

¿Qué te pareció? - Preguntó ansiosa de saber mi respuesta.

Al despertar un olor a comida delicioso inundó mis fosas nasales haciéndome desperezar de prisa y caminar a la cocina en donde me encontré a Lucoa preparándome el desayuno.

- Huele muy bien, gracias por hacerme el desayuno Lucoa.

- No tienes que agradecerme, creo que es lo menos que puedo hacer ya que me has ayudado demasiado.

- En realidad no he hecho nada - Dije modesto.

Ella niega con una sonrisa pequeña dibujada en sus labios y me invita a sentarme, saboreo la comida a placer y ella me observa satisfecha, al terminar el desayuno le agradezco de nuevo y ella asiente.

Se pone de pie y recoge los platos por mí, antes de que pueda replicar me gira y empuja por la espalda hacia el cuarto de baño.

- ¿Lucoa? - Trató de averiguar que pasa por su cabeza sin éxito.

- Lo siguiente en la lista es un baño.

- ¿Lista? ¿Qué dices?

Sigo siendo empujado y al entrar comienzo a entrar en pánico. "¿No se meterá conmigo o sí?"

Al estar dentro abre la perilla de la ducha y me invita a meterme aún cuando ella sigue de pie en ese cuarto. Me quedo pasmado sin saber qué hacer, Lucoa se acerca a mí y tira de mi camisa hacía arriba, "Ok, esto es peligroso".

Tomó mi camisa y la bajo impidiéndole que me la quite.

- ¡Lucoa no! - Mis mejillas arden y mi cara completa esta roja, Lucoa sigue sin comprender y sólo comienza a reír.

"Oh por el amor de..."

- Lucoa, espera, espera. - La tomo de las manos y la hago que me miré a los ojos. - Esto no debe de ser así. Lucoa me mira confusa aún con una sonrisa.

- No entiendo...

- No tienes que hacerlo, sólo sal del baño.

- Mmmh, bien.

Por fin, dejó mi camisa en paz, pero sigue en el cuarto de baño, ya con más calma y cubriéndome con mis brazos a pesar de traer ropa le hablo más calmado.

- Lucoa, no puedes estar aquí conmigo, eres una chica y en mi mundo esto no es correcto - Lucoa me observa confusa y asiente.

- No entiendo de verdad... pero está bien, te dejaré.

Al salir pongo el pestillo a la puerta y suelto un gran suspiro. Me despojó de mis ropas y entro a la tina, el agua tibia cubre mi cuerpo de manera delicada como una manta.

Me relaje un momento y eche mi cabeza para atrás mirando el techo y preguntándome; "¿A qué se refería con lista?"

- Sebastián ¿Necesitas algo? - La figura curvilínea se asomaba desde la puerta, opacada por la puerta de cristal.

- Estoy bien, gracias. - Dije cortante.

- ¿Puedo entrar?

"¿Qué? "

- ¡No! Ya dije que est- ¡wah! - Importándole un carajo lo que le dije la figura desapareció para reaparecer enfrente mío completamente desnuda. Volteo inmediatamente hacia otro lado para no ver su cuerpo expuesto. "¿Qué mierda le sucede?"

Una deidad en mi vida (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora