XVI

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Acababa de amanecer. Como sabréis, los Hobbits no acostumbraban a levantarse demasiado temprano, pero ese día fue diferente, pues se celebraría una boda y habría bastante comida y bastante bebida, cosa que para un Hobbit era imposible perderse, nunca desperdiciarian la posibilidad de asistir a una fiesta donde un gran banquete sería servido, asi que asistiría un gran número de Hobbits tanto los más cercanos a la familia Gamyi (como los Coto o los Bolsón) y también aquellos que tenían poco trato con la familia de Samsagaz.

Frodo se levantó a prisa, pues había quedado en verse con Lidia unas pocas horas antes de que empiece la boda, y claro, tenía que ir muy elegante no solo por la ocasión, también para impresionar a su amada.

Asi que, Frodo desayunó unas deliciosas tostadas con mermelada y un poco de té. Posteriormente se bañó con gran rapidez y finalmente buscó su mejor ateundo y se vistió. Se arregló y salió de Bolsón Cerrado, vistiendo un chaleco de un gris muy claro que parecía blanco, por debajo llevaba una camiseta blanca sin ninguna mancha y un pantalón de un gris un poco más oscuro que el chaleco. Estaba bien arreglado, y caminaba seguro de si mismo. Tomó el camino de Delagua, siguió el sendero y caminó sin descanso hasta que finalmente llegó. Faltaba un par de horas para que inicie la boda, la mañana estaba más clara y el sol un poco más fuerte, aunque con una siempre con una brisa. Al acercarse al Dragón Verde, Frodo vió que allí estaba Lidia, esperándole.

Llevaba un hermoso vestido con encajes de color pastel, con mangas cortas que le cubrían un poco más abajo del hombro. Con un cuello redondo y un poco de escote (al decir un poco me refiero a casi nada, nada explicito ni provocador ni cosas por el estilo, es decir decente).

-Te ves estupenda-dijo Frodo sin quitarle los ojos de encima.

-Tu también estás muy guapo-dijo Lidia mientras se sonrojaba

Lidia tomó el brazo de su amado, y juntos empezaron a caminar de regreso a Hobbiton. Hablaron durante casi todo el trayecto, la mayoría eran frases romanticas y bellas palabras que se decían el uno al otro, de lo que menos hablaron fue de cosas cotidianas que carecian de importancia.Contemplaron la belleza de la primavera juntos, como todo renacía y las bellas flores brotaban nuevamente.

Por fin, llegaron a Hobbiton, y fueron al "Campo de la Fiesta" y allí estaba plantado un auténtico mallorn, el único al oeste de las Montañas y al este del Mar, y uno de los más hermosos del mundo, ese árbol fue plantado por Sam el año pasado, ya que el antiguo arbol que florecía allí fue talado por Saruman para vengar asi su desdicha y hacer infelices a los Hobbits a quienes tanto detestaba.

Faltaba poco para dar inicio a la boda, estaba todo muy arreglado, la comida la bebida, las flores. Era un evento que pudiera ser considerado sencillo entre los Altos Reyes de antaño que tenían grandes ciudades de piedra. Aquellos que vivieron en una edad pasada y eran Señores de Grandes Reinos. Pero para los Hobbits que eran un pueblo humilde, simple y sin grandes ciudades ni poderosos Señores ni grandes Guerreros con gran renombre que destacaron por ser diestros en el uso espada y del arco, los Hobbits eran más bien sencillos, bonachones, de alegres rostros y amantes de la comodidad del hogar y de todo lo que florece. Sin duda para los Hobbits aquells boda era digna de grandes Señores.

Frodo se acercó a Sam y le dió un fuerte abrazo

-Te deseo gran felicidad. Has sido más que un amigo para mi, te he llegado a ver como un hermano y nunca como un sirviente. Me enorgullezco de ti. Te deseo lo mejor para ti y para Rosita también. Espero encuentres felicidad y que tus días sean muy prosperos.

Sam no dijo nada y volvió a abrazar a Frodo enérgicamente y luego agradeció todo lo que había hecho por él.

Tras poco menos de una hora, la ceremonia empezó. Había gran felicidad en el ambiente.

Partiré pero volveré por ti [ Frodo Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora