Recuerdo mi caída, recuerdo el dolor, recuerdo ese adiós que nunca se dio...
Quise adentrarme en un mundo prohibido, donde la soledad es una fiel compañera, pues no muchos cruzan esas fronteras.
No hay luz, no hay día, no hay cielo, ni tierra, sólo un mar de recuerdos que me arrastra hacia una isla de penas.
Me encuentro entre las sombras, sola. Me desvanezco poco a poco, como la bruma del mar, sin la protección de mis alas ¿Qué me ha de pasar?
Recuerdo que ese día, el día de mi caída, un querubín me advirtió "No entres a ese abismo, será tu perdición"
Y aun así, haciendo alarde de mi valentía. Me deje Caer...
Fue una caída tortuosa, dolorosa sin igual, pero me provocó un éxtasis imposible de explicar.
No sé si fue sólo la adrenalina, o el martilleo en mi corazón, pero algo en mi, ese día nació.
Fue sorprendente, inexplicable, inolvidable...
Hoy miro al cielo y veo a los querubines volar, repitiendo una y otra vez "Fue por tu curiosidad.
Te lo advertimos, de lo dijimos, de mil maneras te previnimos"
¡Y es cierto! lo hicieron, intentaron ayudar, que mal que en su momento no lo supe valorar.
Pero sin importar rasguños, ni tampoco moretones, sin importar que ahora soy, carnada de leones.
Me pongo de pie, con la frente en alto, sujetando orgullosa mis Alas rotas y declaró.
Me deje caer, más no me dejare vencer
Todo lo valió, valió el dolor, valió el miedo y sin pensarlo...
Lo haría otra vez.
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Alas rotas
PoetryQuise volar más alto de lo que debía. Registrado en Safe Creative: 1409031892940.