(El maestro entra al salón disfrazado de Guzmán. Camina lentamente, para que se escuche cada paso, hacia el centro del salón).
(Se planta en medio del salón con una postura y una mirada firme y fría sin decir nada, mientras pasa la vista por los ojos de cada uno): 1 minuto
(Comienza a moverse lentamente por el salón tocando aparatos electrónicos y las cosas de los alumnos): 1 minuto
(Se detiene y pregunta):
-¿En dónde estoy? ¿Cómo se llama este poblado?
(Le dicen el nombre de Culiacán)
-¿Culiacán? ¿La Villa de San Miguel de Culiacán? Aún recuerdo cuando fundé la ciudad el 29 de septiembre del año 1531 de nuestro señor. ¿Qué año es éste?
(Le dicen el año)
-¿Tanto tiempo ha pasado?
(Pensativo por un momento se pone melancólico)
-Me llamó Nuño Beltrán de Guzmán, hijo Hernán Beltrán de Guzmán, Alguacil Mayor de la Inquisición, mi madre era Magdalena de Guzmán. Nací en la provincia de Guadalajara, España en el año 1480 de nuestro señor. Al principio trabajé como contino, era parte de la guardia personal del rey. Acompañé al Emperador Carlos V en un viaje a Flandes y luego trabajé en algunas comisiones del Estado.
(Se emociona y saca una sonrisa)
-En el año de 1525 fui designado Gobernador de Pánuco, pero llegué hasta 1527 por la larga travesía. Ahí aproveché para ganar algo de dinero extra con el mercado de esclavos, de todas formas es para lo único que valen los indios.
(Con una actitud engreída)
- Me encomendaron la presidencia de la primera Audiencia de la Nueva España, cosa que nunca alcanzó el perro de Cortés a pesar de sus esfuerzos de quedar bien ante nuestro gran Emperador. Aunque, algunas malas lenguas me acusan de haber recurrido a mi pariente Gonzalo de Guzmán, quien fuese Gobernador de Cuba. Pero que van a saber esos ignorantes...bah...todo me lo gané por mis méritos y servicios a la corona.
(Comienza a emocionarse)
-Mientras regía la Audiencia aproveché que Cortés estaba ocupado arrastrándose por la atención de nuestro gran monarca para aplicar la justicia a su séquito de ambiciosos y corruptos. Encarcelé y perseguí a todos los que se me opusieron, hasta los monjes franciscanos que criticaron mi estilo de vida refinado.
(Se enoja)
-¡Y uno de éstos traidores...alcanzó a enviar sus quejas al rey, aunque ordené interceptar su correspondencia! Y para colmo...ese maldito de Cortés regresó a Nueva España investido con el cargo de capitán general del ejército español.
(Comienza a vociferar)
-¡Por su culpa! Ese desgraciado nunca debió de haber vuelto. Pero la piedad de nuestro gran monarca le permitió obtener más poder que yo poniendo en peligro mi vida. ¡Estaba seguro de que tomaría venganza por la justicia que le apliqué a sus seguidores! Así es que tuve que pensar rápido.
(Se detiene y piensa con desesperación)
-Sí...sí...yo me fui a buscar la mítica Tierra de las Amazonas y las legendarias Siete Ciudades.
(Con una expresión extraña y una mirada peligrosa)
-O al menos es lo que pensé que iba a encontrar cuando mi expedición y yo salimos el 21 de diciembre de 1529 de la Ciudad de México. Éramos 300 soldados españoles y unos 7 mil aliados indígenas. Yo...
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La visita de Nuño Beltrán de Guzmán
Short StoryGuión elaborado para una dramatización que iba a ser realizada frente a unos alumnos de secundaria.