Ángel negro | Ross Lynch

Capítulo 05

-¡Nos vamos de putas!
Exclama Noah, lanzando nuestro dinero ahorrado por toda la sala principal.

Bufo.

-No digas que soy marica, pero, tenemos tantas chicas en la escuela... ¿Qué necesidad de follar con una prostituta?

Noah ríe sin ninguna gracia, y bebe de su lata de cerveza para luego volver a recostarse en el sofá donde estaba sentado hace un momento.

-Las de la escuela no tienen experiencia, en cambio, las prostitutas te dejan satisfecho con una mamada, además de eso son de más edad, lo que lo hace aún más satisfactorio.

Me despeinado el cabello mientras bebo de la misma lata de cerveza de la que ha bebido Noah.

Tiene razón.
Los preservativos impiden el contagio de enfermedades sexuales.
No hay nada de malo en experimentar, ¿verdad?

-De lo único que tenemos que preocuparnos es en como entrar al club.

Lo miro mal mientras él ríe, saco mi billetera del bolsillo de mis jeans y le muestro una identificación falsa que me hizo un chico de la escuela a cambio de 120 dólares.

La cual estaba muy cara, pero realmente me ha ayudado con algunas que otras cosas.

-¿Bromas?- Noah se entereza y toma mi identificación entre sus manos- ¿Es ilegal?

Asiento, haciendo una mueca con mis labios.

-Pero no se han dado cuenta nunca que la he utilizado, y vamos, seamos honestos, parece muy real.

-¿Cuánto costó y quién la hizo?

-El chico raro de la escuela, ese que tiene cabello blanco y corto y ojos chinos- Noah asiente- Cuestan 120 dólares cada uno, pero tienes que ir hacia él diciendo que yo te he recomendado, para que no se sorprenda... le he comprado varias cosas, marihuana, cocaína y tranquilizantes que le di a mamá al momento de hacer la fiesta del año pasado...

Rio, recordando el momento en el cual mamá se echo a dormir en su habitación y no despertó luego de exactamente 15 horas, tuve que ir a una iglesia a confesarme porque en algún momento creí que no despertaría.

Noah toma una libreta que está sobre una mesita de cristal de su sala principal y anota los datos que le he dicho del chico. Me rio cuando veo que ha escrito allí: "marihuana".

-¿Si lo pido hoy mismo, cuando me lo dará? Necesito dejar descansar a este amigo.

Noah señala su parte baja, rio mientras chocamos los puños.

-Ese mismo día si le das un par de dólares más.

-¡Pero que buen negocio se hace este tío! Me pregunto en que gastará todo el dinero...

-¿Quién sabe?- frunzo los hombros y bebo de la lata de cerveza, hago una mueca al sentirla tan fría en mi garganta- De todas formas, manda a hacer esa identificación lo más pronto que puedas.

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_______ anota las palabras del profesor con una rapidez increíble, sus ojos están mirando el cuaderno que tiene allí mientras su otra mano acaricia su pierna derecha.

Trago saliva.
Pero que bonita chica.
La idea de que algo malo le esté pasando, me aterra. Se ve tan indefensa... juro que si llego a enterarme de quien es ese supuesto novio que tiene, lo buscaré y juro que lo dejaré con unos golpes más severos.

Se acordará de mí antes de volver a ponerle un solo dedo encima. Hijo de la gran puta.

-Lynch- el maestro de tecnología me saca de mis pensamientos, mi mirada se dirige hacia él mientras todos voltean a verme de inmediato- ¿Piensas copiar todo lo que he dictado? ¿O piensas volver a reprobar esta materia?

Suspiro estresado, sin vergüenza o respeto alguno. El maestro Lee siempre se encarga de hacerme mierda delante de todos. Comenzando desde el día en que me dijo: "Tienes un grano" delante de toda la clase, me reprueba cada año en su materia y lo peor de todo es que a veces ni siquiera me deja entrar a clases.

El maestro Lee deja sus lentes sobre su escritorio, y con una mirada me indique que me retire del salón.

-¿Sabe? disculpe lo que le diré, pero ningún profesor tiene el derecho de botar a un alumno de su clase, podría quejarme y...

-¿Podría cerrar la boca?- todos comienzan a reír ante la respuesta del profesor, pongo los ojos en blanco- Siéntese, mañana mismo revisaré cuadernos, y si no están al día, reprobaran en esta materia, y por cierto, señorita Gagnon y joven Lynch, no creo que sea necesario que se pongan a copiar todo el cuaderno para mañana, no saben nada de mi clase, Gagnon, haz faltado más de dos meses seguidos y no haz tenido ni siquiera el respeto de mostrarme una justificación, seguramente haz estado en algún bar, o en...

-Profesor, ¿podría calmarse? ¿Qué derecho tiene usted de hablarle de esa manera a una de sus estudiantes?- lo interrumpo- Debería darse cuenta de lo que está diciendo antes de hablar de esa forma, la falta de respeto la está teniendo usted, no ella.

La mirada de _______ se choca con la mía. Sus ojos están más descansados que otras veces, las cuales parece estuviese quedándose hasta tarde haciendo algo. Pero a pesar de eso, no logro leer su mirada.

Cosa que me frustra de inmediato.
Muero por saber que es lo que piensa.

-Tendrás detención Lynch, dos horas después de clases todos los lunes y miércoles- me dice Lee, sus manos escriben algo en una hojs de papel, gruño- Y usted, señorita Gagnon, será mejor que vaya presentando una justificación sino será echada de mi clase.

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-¿Ahora estás defendiendo a la rara?
Me pregunta Bonny, paseando sus labios por mi cuello mientras sus manos acarician mis abdominales.

Bufo, y de alguna forma, logro zafarme de su agarre.
La observo a los ojos, aquellos ojos que solo demuestran inseguridad e hipocresía.

-No la llames rara, no entiendo que demonios le ven de rara, es una mujer muy guapa, que quizá no se comunica con los demás por motivos equis, que todo el mundo la llame rara por eso es ilógico- protesto, sintiéndome ahora enojado con aquella rubia que su mirada ahora describe enojo- Los raros son ustedes, y estoy muy seguro de que ella es mucho mejor persona que todos los que la llaman rara, es mucho mejor que tú.