Dusk Till Dawn 《Jenzie》

3

Su padre la había puesto reglas muy estrictas para su protección y prevención de riesgos mayores. Le había dicho que abandonara la investigación, mientras mas se alejara de los posibles Orlando todo estaría bien. Pero ella era muy terca e insistía en averiguar la verdadera identidad de quien en realidad era un Orlando. Seria terca pero también era calculadora, no fallaba y trataba de investigar lo mas posible.

Había hablado con algunos de los alumnos nuevos en el instituto, pero a varios los descarto en seguida. Eran muy idiotas y revelaban datos de forma fácil como para pertenecer a una familia de mafiosos. Sin embargo siguió hablando con uno de los chicos. Dustin no tenia aspecto de mafioso. No era ni decidido, ni inteligente, ni determinado. Era timido y torpe, como si tuviera miedo de fallar todo el tiempo.

A pesar de esto, seguía hablando con el. Le parecía gracioso y le entretenía las cosas que le contaba. Hablaba sobre programas de televisión y sobre como su vida era un fracaso, que siempre lo seria.

-¿Sabes que Dustin? Deberíamos hacer algo después del colegio.- Brynn y Kalani la habían cansado un poco, así que pasaba bastante tiempo con Dustin. Hasta incluso en los pasillos del instituto se había comenzado a rumorear que ellos dos estaban juntos.

-Podemos ir a la plaza tal vez.

-No. ¿Estas loco? Nos va a ver todo el mundo. ¿Queres fomentar los rumores? No. Yo tengo el lugar perfecto. Esperame a la salida.- Ally hablaba rápido, le costaba seguirle el hilo a veces. Pero le gustaba como era, y tal vez había comenzado a quererla. Johnny no había conseguido tantos amigos ademas de ella, pero si había conseguido que hablaran de el.

-Esta bien, pero habla mas despacio mujer. Te vas a ahogar.- Ellos se reían todo el tiempo y era como si se conocieran hace años. Mackenzie nunca había tratado así a una persona. Nadie la había tratado como su par, porque para Dustin, ella no era superior.

Cuando salieron del instituto, se fueron caminando hacia el lugar que Mackenzie había dicho. Le pareció lo mas normal, a su padre le dijo que salia con amigos, para que nadie sospechara de que en realidad los odiaba a todos. Había recapacitado sobre la idea de la bomba, tal vez le pediría ayuda a Dustin, no creía que el quiera a muchas personas ahí.

El lugar era una plaza, solamente que mas retirada del centro de la ciudad, donde nadie que ellos conocieran los vería.

-¿En serio? Esto es una plaza, estas loca.- El comenzó a reprocharle, tiro la mochila al suelo y se sentó al lado de ella.

-¿Pero no entendes que acá esta mas alejado? Nadie va a vernos.- Repitió los pasos de Dustin pero en vez de sentarse, se acostó mirando al cielo, cosa que el repitió.

-¿Por que te importa tanto? Digo, nosotros sabemos la verdad y cuando algo es verdad no hay necesidad de mostrárselo a todo el mundo.

-Wow, sos poético Maynard.- Comenzó a burlarse ella.

-No ignores mis preguntas.

-Es que no lo se, la gente ha hablado muchas cosas de mi desde siempre. Este tema en particular me molesta, no me gusta que se metan e inventen cosas sobre nosotros.

-¿Y si los rumores fueran ciertos?

-¿Que estas tratando de decir?- Ella se levanto de golpe.

-Responder preguntas con mas preguntas es de cobardes, contesta de una vez.

-Hubieras deseado no haberme dicho cobarde.- Mackenzie se tiro encima de Johnny y comenzo a hacerle cosquillas. El no podia respirar de la risa, solo queria que parara.

-Ya ya, no eres cobarde, déjame, déjame.- Rogó el.

-Nosotros sabemos lo que somos, los rumores no importan.

-Eso quería escuchar.

A pesar de ser tímido y medio cerrado debido a la poca socialización que había tenido hasta ese momento, con Ally era autoritario. Se sentía seguro, porque la chica que se mostraba fuerte ante todo el mundo, dudaba cuando estaba con el. Invertían los roles, vivían de manera diferente.

-Ally Darias, creo que me gustas.- Dijo lentamente, como si estuviera a punto de caer en un sueño.

-Dustin Maynard, nunca quise a nadie verdaderamente. No se lo que es, pero esto se siente genial.

Ambos se quedarón abrazados en el pasto. Estaban derribando sus paredes por el otro, y era peligroso, porque no sabían quienes eran. Ni quien los mandaba, que era lo mas importante.

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-Mama, si yo tengo una novia ¿Puedo parecer un chico normal y pasar desapercibido?- Su madre se dio vuelta de inmediato, las palabras de su hijo le dierón una sorpresa.

-Ay mi niño, claro que esta bien. Pero debes tener cuidado, este mundo es tan peligroso y la mas mínima chispa de amor la apagan. Si cometes algún error la pagaran las personas a las que amas, por que el la mejor manera de verte sufrir.

-¿Sigue estando bien aun si es la chica mas popular del colegio?- Eso si que la tomo mas por sorpresa. Jamas hubiera imaginado que su hijo fuera tan conquistador.

-Hijito mio, te dije que todas las chicas tendrían los ojos en ti. Cuéntame de ella, como se conocieron, que ha pasado.

-Bueno, la forma en la que nos conocimos no fue la mejor. Digamos que casi le rompí la nariz con la puerta, pero ella no lo tomo tan mal- Maredith comenzó a reír a carcajadas, esa chica debería estar loca.- Le caí bien así que comenzamos a mandarnos mensajes y a hablar en los recreos. Ella comenzó a dejar a sus amigas, creo que no las quiere mucho. Incluso me dijo que nunca había amado a nadie realmente, que no sabia lo que era. La gente dice que andamos y no están tan errados. Me gusta mamá, no se que hacer con eso. No quiero que la lastimen.

-Tranquilo hijo. Tu todavía no has entrado en el negocio, aun te faltan dos años. Los noviazgos adolescentes no suelen durar demaciado, disfruta un poco de tu normal juventud. Hazlo mientras puedas. Solo se cuidadoso.

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-No podemos permitir que pase, estamos perdiendo popularidad.

-Si, y es muy grave. Todo porque Ally esta saliendo con ese.

Brynn y Kalani estaban muy enojadas, pero ademas asustadas. Temían perder el lugar que tenían en el instituto, que su reputación se debilitará.

-Tenemos que separarlos.- Dijo Brynn fríamente.

-Tal vez no sea necesario, solo necesitamos que nos vuelva a notar.

-Yo te aviso Kalani. Si ella no vuelve, vamos a tener que tomar medidas extremas.

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