¿Por que Gokudera-kun?

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Advertencia: Es muy empalagoso, vomitas arcoiris y lloraras sangre ¡Estas advertida~!

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A simple vista su novio puede parecer un delincuente, con sus maneras explosivas de actuar y el miedo que causa cuando mira a las personas. Lo miran como un extraño, la idea de acercarse a Gokudera ni siquiera les pasa por la cabeza.

Por eso Tsuna, muchas veces se molesta, puede no decirlo en voz alta, pero ese malestar que se genera viendo a las chicas mirar al plateado como si fuera un caramelo le irrita. Gokudera es más que una simple persona guapa.

Tiene manías que son pequeñas, no pasan desapercibidas para sus ojos. El castaño viene mirando a su novio desde ya hace mucho tiempo. Es atento, amable a su manera, observador, tierno, cuando se sonroja es muy adorable y no es muy posesivo.

La confianza que se tienen se nota a flor de piel, tienen una muy buena comunicación y se aman. Aunque todo esto es bueno, Tsuna no puede dejar de pensar que Gokudera se guarda sus sentimientos.

El enojo, la frustración, la inseguridad, el disgusto, la preocupación, la angustia. La esconde bajo un ceño fruncido y una sonrisa torcida, siente muchas veces que su novio no habla con Sawada Tsunayoshi, sino con Vongola décimo, Neo Vongola primo. Su jefe, no su amigo y novio.

Su relación es muy dulce, suave y Hayato le trata como un cristal que necesita protección. Besos en sus mejillas, manos, dedos, frente y nariz. No han llegado hasta ese punto.

Tras pensar en todo eso, el castaño decidió algo. Hablaría con Gokudera, sera difícil pero quiere sacarse ese peso en su corazón.

Agarro su celular, toda su familia misteriosamente se fue a un crucero con Reborn. No hace falta decir que su tutor sabe que esta pasando, no se le escapa nada al mejor hitman del mundo. Detrás de sus acciones Reborn le dice "No pierdas esta oportunidad idiota"

Con la casa sola y un problema tan gordo como el que tiene es mejor aprovechar. El tono de llamada se escucho en su oído, contuvo el aliento y apretó sus manos en su almohada.

-¡Juudaime! -La voz animada de Goudera le hizo sonreír enternecido. - ¿Pasa algo? No esta en peligro ¡¿No?! ¡Voy enseguida Juudaime!

Una gota en la sien apareció.- No Gokudera-kun, estoy bien. Solo es que...

-¿Hay algo malo? - La preocupación es palpable.

-Me preguntaba si tienes tiempo, s-sabes, si no es molestia...- Susurro por lo bajo.- Quiero estar contigo.

-....- Tsuna puede imaginarse la cara sorprendida y sonrojada de su guardián de la tormenta. - C-Claro Juudaime, estoy en camino.

-Te espero aquí. -En su cara se puede ver un sonrojo enorme, este tipo se cosas le avergüenzan, no es bueno. -Pero...pero...¡Por el bien de la relación que tengo con Gokudera-kun! ¡Tengo que hacerlo! -Grito en su mente, animándose a si mismo, ignorando el rojo en sus mejillas.

El timbre se escucho, le sorprendió tanto que pego un salto y de su cabeza comenzó a salir vapor. Los nervios le alcanza rápidamente y la rigidez permaneció.

Bajo las escaleras despacio, armándose de valor. El castaño quiere llegar a comprender por completo a Gokudera, su personalidad, su manera de pensar y hacer las cosas. Porque sabe que hay más detrás de esa lealtad que muestra por su jefe y Tsuna quiere ver todas sus caras.

Abrió la puerta, viendo a Gokudera sonreír brillante, emocionado por verlo y estar a su lado.

-¡Buenas tardes Juudaime! -Saludo sin dejar de sonreír.

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