parte única.

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Jihoon se remueve en su cama con algo de incomodidad. No fue capaz de conciliar el sueño y, si no se equivoca, deben ser como las doce y media de la noche. La última vez que vio la hora eran las diez y hace bastante rato que ni siquiera ha tocado el celular a pesar de que ha vibrado veces considerables. Piensa, quizá, que son mensajes de los chicos. Pero, no es como si tuviese ánimos como para responder.

Ya qué. Piensa, sobándose un ojo y sentándose sobre la cama. Ni siquiera se dio cuenta de que no se puso el pijama. Cuando mira por la ventana que tiene al lado, nota que está empañada, cosa que le hace saber casi de inmediato que hace frío, pero le da igual.

Hay mensajes en un grupo cuando se limita a ver su celular.

Hoshi
Estoy en un restaurante-bar
bastante tranquilo. No
pregunten cómo llegué acá,
pero es tranquilo.
21:46

Seokmin
Dame la dirección, iré
dentro de un rato porque
tengo hambre.
21:50

Mingyu
También yo. Le diré a Wonu
que se apunte.
21:52

Jihoon
No vuelvan tan tarde.
00:37 ✔✔

Guarda su celular en el bolsillo de sus shorts y después se levanta completamente seguido de un estiramiento. Siente frío de inmediato, porque su cama tiene tantas mantitas que es imposible siquiera sentir una brisa helada. Y si se fija bien, hay algunas sobre el cubrecama que no recuerda haber puesto. Seguramente fue Jeonghan, sabiendo que hace frío —y considerando, también, su instinto "maternal"—, fue a ponerle unas encima antes de irse a dormir.

Estira las mangas de su suéter amarillo, y camina con pasos suaves por la habitación, buscando la puerta sin necesidad de prender la luz y, finalmente, salir. El pasillo está oscuro, y ahora sí busca el interruptor. Su primera idea es ir a la cocina a prepararse un café, pero, al lado del ventanal, hay una figura que conoce, haciendo dibujitos en el vidrio empañado.

—Hey, idiota, ¿cómo eres capaz de ir por la vida usando una polera cuando hace frío?

No habla fuerte, lo suficientemente alto como para que él le escuchase y le mirase por inercia. Jihoon, cuando ya termina su frase, ya está parado a un lado.

—Y tú traes un short, vaya genio. —la risa a continuación le produce al más bajo un estremecimiento.

Le da un golpe en el hombro antes de, sin aviso, sentarse frente a él, en medio de sus piernas, apoyando su espalda en el pecho del mayor.

—No puedo dormir...

—Yo tampoco. Por eso estoy acá.

—Ah, no me digas, que es de imbéciles querer dormir y venir a acomodarte acá, al lado de una ventana congelada.

Seungcheol se ríe y apoya la mejilla en la cabeza de Jihoon. Él simplemente no se mueve, pero le molesta el hecho de que su corazón ha empezado a golpear con fuerza dentro de su pecho. Ojalá pudiera controlar esas jodidas reacciones que tiene, pero dentro de meses no ha podido.

—¿Qué es lo que no te deja dormir, pequeño?

El más bajo deja pasar el apodo y hace una pausa en la que piensa sobre la pregunta que le acaban de hacer. ¿Por qué no puedo dormir? Se cuestiona, en pensamientos. Es raro, porque para Jihoon, dormir es como una especie de arte, el ochenta por ciento de su vida, sus motivos para querer llegar a casa. Y es realmente inusual que no pueda conciliar el sueño si ama tanto dormir.

"useless efforts" ; jicheol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora