VII

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-Por el momento el estará como mi profesor, donde sea. 

-Entonces si me pides algo... 

-Será por Señor Campbell -respondí enseguida-. 

-Y yo no te haré caso –vuelve mi mirada sobria- porque yo estoy fuera de mi trabajo. Y si te cuesta entender tú o bueno ustedes, están fuera de su centro de estudios. 

- Y yo porqué quería algo de usted. 

-No sé –se acercó más a mí- Dime tú. 

-¿Para golpearte? Si puede ser. 

-¿Sólo eso? –Pude ver como mis tres amigos no aguantaban la risa ¿Qué gracia le ven?

- Uy, te tensaste. 

-Lo que se va a tensar va a ser la cara después de la cachetada que te voy a dar. 

-No recorramos a los golpes princesa, las dos que me diste fueron suficientes eh. 

-¿Cuáles dos? –Pregunta su hermano-. 

-Ah, no sabe-digo mirando fijamente a Austin- Bueno te cuento. 

-No, no, no es necesario –dice el-. 

-Muy muy necesario, bueno empiezo –dije con una sonrisa, esas de las mías, maléficas, esas-

Como era de esperarse, obviamente le iba a contar con todo lo sucedido con Hanna, porque como se puso obviamente que se acordaba de todo. Y sí que lo hice, deberías de agradecerme Austin, cambie el nombre de mi amiga por el de Sofía, otra de las de mi aula en el colegio. Nuestra tarde iba como tensa pero luego de las bromas que nos hacían para así aflojar el carácter que tengo se relajo un poco. Y Hanna, bueno ella desde que llego, ahora está hablando con su familia por el que ¿Cómo nos fue? ¿Qué tal el día? ¿Que cursos tuvimos? ¿Ya tenemos amigos? Y con lo que logro escuchar desde la cocina, está hablando con Stacy.

-Y, Raissa, bueno que harás este fin de semana-Raissa me miró y no sabía ni que decir-.

-Ahm, yo, antes que inicien las clases con Hanna fuimos a una playa que se llamaba ¿Bondi? Creo, y pensamos ir ahí por el sábado.

-¿Porqué Austin? -pregunta su hermano.

-Este sábado es cumpleaños de Emma -veo que Raissa pone cara de sorprendida ¿Quién será Emma?- Y como es sábado bueno, dijo que sería la oportunidad de volver a vernos y quizá así lleguemos, por el día que es.

-Tenemos que ir ¿Tenemos que ir! Vamos amor porfa ¿Si? Hace meses que no voy a una fiesta, y contigo.

-¿FIESTA? -Exclama Hanna sorprendida- 

-Si, si hay fiesta ¿Austin podemos ir con ellas? ¿Ustedes quieren ir verdad?

-Por supuesto.

-¿¡NO!? -dije rápidamente-.

-Por mí normal -dice el idiota de mi profesor-.

-Sí, chicas vamos -añade su hermano- el viernes por la noche salimos y el sábado en la mañana estamos allá , el domingo estamos de vuelta.

-¿Qué? Acaso ¿Dónde es?

-Cierto -dice Austin - Es en Melbourne, queda a ocho horas de aquí.

-¿OCHO HORAS?

-Hay Azul ya pues, solo viajaremos ocho horitas nada más. 

-¿Nada más Hanna? ¡Son ocho horas mujer! Ha, Ha, Haber explícame como le pedirás permiso a tu papá ¿Cómo?

-A...deberas...mi papá.

-Y mí papá.

-¿Tienen que tener sí o sí permiso? -pregunta Joey-

-Por supuesto, mi papá tiene comunicación con los de recepción y bueno el de Azul mucho más.

-¿Pero ustedes piensan que lo harán?

-Hagamos esto -propuso Austin- Tú, bueno ustedes no le digan nada estos días, cuentenle cosas buenas como qué les está yendo bien, están agarrando el ritmo de la universidad y todo. El jueves ni bien llegan de clase los llaman o ya ven a qué hora y les dicen que...uhm, hasta ese momento pensaremos en algo. Pero por el momento, nada.

-Está bien -dije-

-¡SI! -dijeron Hanna y Raissa al unísono, causando sonrisas de los otros dos-.

-Pero con una condición -todos me miraron- Si es que no nos dejan ningún trabajo.

-Esta semana no hay nada interesante Azul -dijoJoey-

-Sí, esta semana es solo de presentación y lo que se hará en este ciclo.

-Esperen chicos -dijo Hanna- Si regresamos el domingo ¿A qué hora estaremos en Sydney? 

-El domingo salimos de Melbourne después de almorzar y llegaremos por la madrugada. 

-¿Y las clases?

-No se preocupen por eso chicas.

-Chicas ¿Quién es nuestro profesor? -Todos reímos ante el comentario de Raissa-.

***

La semana transcurrió un poco pesada por así decirlo, el mismo trajín que había por ser la semana inicial. Todo iba muy bien con mis profesores, mis compañeros que no tengo tanta relación con ellos y con el que más era amiga, era Button. Mi relación coin Button era mejor que nunca, no había clase que me vacilaba y cuando quería opinar de algo no me hacía caso, lo que provocaba gracia con mis compañeros claro que después si me lo tomaba en cuenta. Hablando de gracia, ahora que lo pienso me hace recordar cuando estaba en Miami, en el penúltimo año y me encantaba hacerles la hora a las monjas, inolvidable. Las horas con los demás profesores eran tranquilas para unos y aburridas para otros. Solía entrarme el sueño cuando entraban al tema de las benditas plantas o de la fotosíntesis y lo que se le relaciona, lo que más disfrutaba era lo que me gusta y era eso de microbios, bacterias, células y sus vidas, sangre que me encanta ¡AMO! pero desgraciadamente mi profesor de todo lo que tenía que ver con eso, era Austin. Son varias las horas que tenía con el, por algo no es uno de los cursos más importantes de la carrera ¿No? Y hablando de Austin, a Hanna se le ocurrió la gran y horrible idea de traer un perro a la casa. No,nada que ver ¡Ningún perro en mí casa! Ya medio que se la pasó la ilusión. 

Por cierto hoy vamos a Melbourne, si supieran lo que le tuve que rogar a mis padres y Hanna a los suyos para que nos dejen ir. Mi papá puso miles de excusas por el mismo hecho que ni bien estamos empezando y ya nos vamos a descuidar de mis estudios, porqué irnos tan lejos y la gran pregunta ¿A qué  nos vamos? A Raissa, que por cierto para más tiempo en nuestra casa que en la suya, se le ocurrió de que iríamos para allá por una feria de libros para nuestra carrera, pero Hanna dijo que si en verdad la habría, papá es capaz de buscar y averiguar si la hay. Bueno punto Hann. Así que no la usamos, Joey dijo que simplemente le digamos que vamos por conocer, tras tantas insistencias los convencimos. 

El papá de Hanna dijo que si gustamos nos pueden reservar un hotel desde allá, Miami, pero nosotras no íbamos de frente  para allá y tampoco íbamos solas, ya saben. Papá y el tío Alexander medio que querían medio que no pero gracias a mamá y la tía están conformes. Anoche fuimos con las chicas porque la sonada fiesta será en el muelle de una playa de la ciudad. 

Y aquí estoy esperando al tardón de Austin, mi profesor, el que me derramó el vino en el vestido, al que le tiré las dos cachetadas mas fuerte que tiré en mi vida, al que anoche sin querer queriendo, no sé como le di like a todas sus fotos de instagram, a todas. A ese. Si, a ese.






Azul.adoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora