Capítulo 44

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Hoseok pasaba su mano por mis piernas sin dejar de besarnos, mientras su lengua jugaba con la mía. Poco a poco su mano subía por mi abdomen hasta que llegó a uno de mis senos y lo apretó.

-Ah- Gemí en sus labios por lo inesperado de su tacto.

Sentí como se le dibujaba una sonrisa en sus labios a causa de mi reacción, lo que me provocó también una sonrisa.

Lo tome de la nuca y lo acerqué a mi otra vez para regresar a aquel beso que me quemaba los labios. Jugaba con su cabello, mientras que el volvía a tocar mi abdomen y fue metiendo sus manos por debajo de mi blusa hasta que me la logró quitar.

-Hoseok- Dije su nombre entre suspiros.

Hoseok comenzó a besar mi cuello hasta que tocaron el timbre de la casa.

-No vallas- Dijo entre mi hombro y mi cuello.

-Pero tengo qué- Me separé de él, pero no me dejó.

-Que se vallan- Me volvió a besar y el timbre seguía sonando.

-Tengo que ir- Me logré parar de la cama.

Busqué mi playera del suelo y me la coloqué para ir directo a la puerta y dejar en el cuarto a un Hoseok caliente y con una gran erección. Espero sea importante.

Abrí la puerta y era Mariana, traía una pequeña mochila y una gran sonrisa tipo gato rison.

-Hola- La saludé con un beso en la mejills -¿Qué sucede?- Dije aún confundida por su visita.

-¿No lo recuerdas?- Dijo algo incómoda, yo sólo negué con la cabeza -Hoy íbamos a hacer el trabajo para la clase de impuestos- Dijo irritada.

"Carajo, lo había olvidado" Dije para mis adentros.

-Ya recordé- Intenté sonreír para que no se enojara más -Pasa- Me hice a un lado y ella entró.

-Oye- Me dijo mientras dejaba sus cosas en el sillón -¿Llego en mal momento?.

-Claro que no- Solo acabas de arruinar una gran noche.

-¿Segura?- Dijo enarcando una ceja. Podría jurar tiene una mirada algo juguetona.

-¿Por qué la insistencia?- Dije curiosa.

-Estás muy despeinada- Dijo tranquila -Y tienes el pantalón desabrochado- Señaló el mismo y sentí mi cara enrojecer.

-Carajo- Bajé mi mirada y me abroche el pantalón, ni siquiera me había dado cuenta.

-Perdón- Dijo un poco apenada.

-No pasa nada- hice un ademán con la mano -El trabajo es más importante- Tomé mis cosas y me senté en la mesa.

Nos pusimos a trabajar, pero entre risas y plática de nos alargó más el trabajo que era algo rápido. Se nos fueron al rededor de 2 horas cuando habíamos calculado hacerlo en 40 minutos.

Empezamos a recoger nuestras cosas y Mariana se fue a su casa.

Me senté en el sillón y fue cuando me acordé que Hoseok no se había aparecido en estas horas y ni ruido había hecho. "¿Estará enojado conmigo?".

Me fuí directo a la habitación y estaba ahí mi Hoseok acostado en la cama con los ojos cerrados y supuse estaba dormido. Me acerqué a él y le iba a dar un beso en la frente, pero sorpresivamente me tomó de la cintura y me jaló a la cama para el ponerse encima mío.

-Te tardaste- Dijo con ternura.

-Estaba trabajando- Dije entre risas.

-Hasta acá se escuchaban sus risas- Hizo un puchero muy adorable.

-Esque estando con ella es inevitable- Empecé a reír.

-Me dejaste solo- Me recriminó y me dió un beso rápido.

-Pero esque era el trabajo para la escuela- Ahora era yo la del berrinche.

-Eres mala- Me dijo y me volvió va besar, pero ahora con más intensidad.

Podía sentir sus ganas de continuar con lo de hace unas horas, yo estaba igual, así que correspondí de la misma manera. Introduje mi lengua dentro de su boca y tomé un poco de fuerza para girar y quedar encima de él.

-Creo que dejamos algo pendiente- Dije separandome unos milímetros de sus labios y mordiendo el inferior.

-Debemos terminar- Dijo algo agitado y me devolvió la mordida. Lo que hizo que me excitara más.

Me limité a actuar y dejar las palabras para después. Me fuí directo a su cuello para besar y lamer toda esa parte de su cuerpo mientras que mis manos estaban reposadas en su pecho.

Mientras yo me entretenía besando su cuello, sentí como me recorría toda la espalda con sus manos debajo de mi playera. Me enderece y me quité la playera, mientras menos ropa, mejor. Las manos de Hoseok me recorrían el abdomen hasta llegar a mis senos para apretarlos. Volví a los labios de Hoseok y los besé con intensidad. Decidí dejar mis manos en su cabello ya que me gustaba mucho lo sedoso de éste.

Hoseok se sentó haciendo que quedara a horcadas sobre él y pude sentir su erección, sin pensarlo comencé a mover mis caderas haciendo que nuestras intimidades rosaran de una forma muy exquisita.

-Ah- Gemí en sus labios y me separé de él para irme a su oreja -Te amo- Dije agitada.

Hoseok me tomó de las caderas haciendo que dejara de moverme y me vió directo a los ojos. En ellos me veía reflejada, el color de sus ojos había tomado un color más intenso. El me sonrió y volvió a besarme mientras se deshacía de toda la ropa que sobraba.

Me aventó a la cama y se colocó encima de mí, volvió a besarme y enseguida tomó una de mis piernas y la colocó encima de su cadera. Mientras me acariciaba y besaba, bajé mi mano hasta dónde se encontraba su erección y la tomé con las manos mientras la posicionaba en mi entrada.

-______- Dijo entre mis labios y me giré para verlo -También te amo- Dicho aquello se insertó dentro de mí.

-Ah- Solté un pequeño grito, debido a que sus palabras me desconcentraron y no me lo esperaba tan de repente.

Tragué saliva y puse mis manos en su espalda mientras que subía mi otra pierna a su cadera. Poco a poco el se fue moviéndo.

-Más- Dije en un susurro muy audible.

Me hizo caso y aumento la velocidad, estaba tan perdida en el momento que solo podía concentrarme en el placer que sentía y en los gemidos que salian de ambos. El sudor ya estaba presente en nuestros cuerpos y la habitación llena de gemidos y chasquidos que se generaban cuando la piel chocaba una con otra.

Tome un pequeño impulso y giré para estar arriba de él. Seguía moviéndome de una forma muy rápida. Decidí enderezarme mientras que ponía mis manos en el pecho de Hoseok para tener un apoyo y seguir en el vaivén de nuestras caderas.

No faltó mucho para que yo llegara a mi orgasmo, arqueé mi espalda debido al mismo y sentí que me desvanecía sobre el pecho de Hoseok, pero me di cuenta que el aún no llegaba, así que intente hacer un esfuerzo sobrehumano para seguir moviéndome, pero mis piernas ya me temblaban demasiado.

Él se dió cuenta y volvió a girarme para quedar como al principio y seguir con las penetraciones. Volví a besar su cuello mientras a la vez pasaba mi lengua sobre todo lo que me encontraba al ir besándolo. Toda su piel se encontraba salada debido a la sudoración y eso me pareció más delicioso.

No faltó mucho para que Hoseok llegara a su orgasmo y también se desplomó sobre la cama. Me giré para verlo y tenía los ojos cerrados, haciendo que se viera más angelical.

-¿Porqué me miras tanto?- Dijo con los ojos cerrados.

-Por que eres como un ángel- Hablé con dificultad debido a que seguía agitada.

-Pero soy tu ángel- Habló mientras abría los ojos y me sonreía.

-Mío solo mío- Hice puchero y me acerque a abrazarlo, dejé un pequeño beso en su clavícula.

Me besó la cabeza y me siguió acariciando los brazos de una forma tierna y relajante. Haciéndome quedar dormida.

Nos Volvemos a Encontrar |Jimin, Hoseok Y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora