CAPÍTULO 7: "Hermanas"

1.3K 92 19
                                    

Narra Mar:

Bruno terminó llorando como un poseído anoche y tuvimos que irnos de la fiesta pronto. Mi fiesta de 16 y yo sin estar en ella. Pero bueno, al menos Bruno se calmó, y Thiago y yo hemos podido dormir tranquilos esta noche.

A la mañana siguiente, los llantos de Bruno nos despertaron de vuelta, temprano. No se si eran las seis o las seis y media de la mañana.

— Voy yo — dice Thiago, mientras se levanta de la cama y camina como un zombie por la habitación hasta llegar a la cunita de Bruno y agarrarlo en brazos —, ¿qué te pasa pequeño?

— Igual tiene hambre, lleva sin comer desde anoche.

— Sí, y hay que cambiarlo también. Voy preparando la meme abajo mientras lo cambias, ¿dale?

— Claro — me levanto y agarro a Bruno en brazos.

— Ayer los vi a Jaz y a Tacho besándose.

¿Qué?

— ¿Cómo Thiago? — no me lo podía creer, ¡Jaz y Tacho besándose! Completamente increíble, de verdad. Jaz me dice anoche que no está enamorada de nadie y justo se besa con Tacho. ¡DIOS!

— Sí, entré con Bruno en brazos y justo... Se estaban besando. Se separaron por mí.

— Justo ayer me dice Jaz que no la gusta nadie, y vos te la encontrás besándose con Tacho... No confía nada en mí. En serio te digo — digo mientras le cambio a Bruno

— Bue Mar, igual fue un impulso. Ya sabes como son, son muy muy distintos a nosotros.

— Nosotros fuimos también deprisa.

— Pero no fue por impulso.

— El beso no... Pero lo otro sí.

Thiago mira a Bruno y se muerde el labio:

— No hablemos de esto mientras que este Bruno delante, me hace sentir mal.

— ¿Y qué pretendes? ¿Qué cuando sea grande no le contemos que sus papás lo hicieron siendo chiquitos?

— Cuando sea grande, pero ahora no, me da cosita es muy pequeño.

— Sí, ya se que es muy pequeño, pero también lo éramos nosotros cuando lo concebimos. Pero sí, todavía es muy chiquitito para contarle — termino de cambiarle y vuelvo a colocarlo en mis brazos. Nos mira sonriendo, ya mucho más calmado. Él también coopera para que lo de ser padres no sea tan difícil. Sé, que aún siendo tan pequeñito como es, ya nos ama.

— Voy a bajar a prepararle la mamadera, ¿si? Cuídense — nos da un beso a cada uno y sale del cuarto.

Tengo tiempo de llamar a mi mamá, así que agarró mi celular y marco su número. Ella suele pagar las facturas y al estar viviendo en España, son más caras. Pero no la importa, sé lo mucho que necesita hablar conmigo, y saber de Bruno y de mí.

— ¿Mar?

— Hola mamá.

— ¿Cómo estás?

— Bien, ¿y vos?

— Bien, ¿Thiago y Bruno?

— Están bien también.

— Ya debe de estar muy mayor el enano. Bueno, cada vez que te llamo te pregunto lo mismo, pero es que me hace tanta ilusión poder tener un nieto ya...

— Re, está acá conmigo.

— Cuando aprenda a hablar va a poder hablarme, ¡qué felicidad!

— Claro que sí mamá. ¿Cómo va todo por España?

— Bien. Creo... Que va siendo hora de que te cuente algo, hija.

¿Cómo? ¿Me ha estado ocultando algo estos últimos meses? Tal vez esté enferma... Oh no, hace poco que la he conocido, aún la necesito. No se puede ir tan pronto.

— ¿Qué cosa ma?

— Acá, en España... Tenés una hermana.

— ¿QUÉ? — no puedo evitar mi impresión. ¿Cómo qué una hermana? ¿Por qué no me lo había dicho antes?

— Sí, bueno. Me afectó tanto no poder cuidarte que un día, me encontré a una bebita en la calle y la adopté. Tiene tu misma edad, se llama Estefanía. Y bueno, quiero que vuelva a Buenos Aires Me gustaría preguntarle a Barto si tienen aún lugar para ella en la mansión. Ella quiere volver también, acá ya terminó los estudios de la beca... Y bueno...

— ¡Sería fantástico mamá! ¡Me encantaría! — estoy feliz de tener una hermana, una nueva amiga, otra persona más para poder contarla todas mis cosas. Ahora, ya no solo tendré una amiga, tendré dos amigas, dos hermanas.

— Me alegro. Bueno, llamaré a Barto más tarde para comentarle todo. Sobre el fin de semana llegará, ¿de acuerdo? Por cierto, ¿cómo la pasaste ayer en el cumpleaños?

— Bien, los chicos me organizaron una fiesta genial — mamá me había llamado por la mañana para felicitarme, y hable muy poco con ella porque estaba trabajando en el despacho.

— Me alegro, bueno cielo, ahora tengo que seguir trabajando. ¿Con las clases qué tal vas?

— Progresando...

— Bueno, tenés que estudiar para avanzar y alcanzar a tus amigos mi amor. Te quiero mucho.

— Te quiero mamá.

— Chau.

Corto y Thiago entra por la puerta.

— ¿Hablabas con Julia?

— Sí, hablaba con Julia. Me dijo que tengo una hermana.

Thiago frunce el ceño.

— ¿Cómo una hermana?

— Sí, una hermana.

— Me alegro.

— Y esta tarde mamá le va a preguntar a Barto si puede venir a vivir acá.

— Claro, va a decir que sí. Bruni, ¿dejás qué papi te de la mamadera?

Le doy a Bruno y él sonríe:

— No podés ser más linda, te amo...

-----------

(Chicas, continúe con una de mis novelas. Creo que las puede gustar. Se llama Paraíso y es un Casi Ángeles a mi manera.)

Padres Adolescentes 2 - Continúan los problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora