Prólogo.

16 2 0
                                    

Una chica de cabello corto rosado y ojos cristalinos, con un color similar al de la luna llena, se encuentra con su hermana pequeña en el cementerio del lugar. Depositaron un ramo de flores en lo que parece ser la lápida de su madre.

- Hermana.

Una pequeña niña de temprana edad, con un rostro pecoso, cabello negro y ojos grises contempla a su hermana mayor, esperando haber sido escuchada.

- Dime, Mary.

La niña abraza a su gato de peluche, tiene una pequeña sonrisa en la boca.

- ¿Cómo era mamá?

La chica sonríe apagada, con añoranza, pues recuerda a su madre perfectamente. Mentiría si dijese que no la hecha de menos.

- Mamá era, simplemente, perfecta.

Era una mujer muy bella, sus ojos eran grisáceos como los de sus hijas y su cabello era negro, cómo una oscura noche de invierno sin estrellas. Sus labios eran rojizos como la sangre y su piel era tan blanca que parecía transparente.

- ¿La echas de menos?

La chica no se lo piensa ni un segundo, sabe perfectamente la respuesta.

- Por supuesto.

La niña sonríe de nuevo, pero esta se borra en unos instantes.

- Danielle.

La hermana mayor está inquieta, teme que su hermana pequeña le pregunte de más, y deba mentirle para no causarle daño.

- Dime pequeña.

Mary juega con su vestido, y luego observa a su hermana con timidez y curiosidad.

- ¿Cómo llegamos aquí?

La chica observa perpleja a su hermana menor, sorprendida por la pregunta y comienza a narrar de manera que le entienda.

- Mi padre murió debido a una enfermedad que no tenía cura. Mamá no quería criarnos a mi y a nuestro hermano mayor sola, así que nos buscó un nuevo padre. Nadie pudo dar la talla, pues resultaban ser todos unos estafadores. La voz se corrió por toda la zona, y mamá decidió que lo mejor era mudarnos lejos. Con esto, terminamos aquí, en París. Poco tiempo después apareció tu padre, y con el paso de unos años tú. Mamá murió... y tu padre nos dejó solos.

La niña comienza a sollozar abrazada, de nuevo, a su peluche.

- ¿Papá no que quería...?

Danielle mira a su hermana con dolor y pena, sin saber qué responder. Recoge el cuerpo de su hermana en un abrazo mientras le tatarea una canción de cuna para tranquilizarle.

- ¿Esa canción era de mamá...?

Danielle sonríe.

- Así es, Mary.


You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 16, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Susúrrame al oído © | Corazón de MelónWhere stories live. Discover now