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Thamara y Drew empezaron a salir en varias citas juntos, ambos parecían disfrutar de la compañía del otro, pero al parecer a Ryan le desagradaba la idea de ver a Thamara con él.
Ryan se había enterado que Thamara estaba enamorada de él, desde hace dos años atrás.

Sin embargo aunque no quería  nada con ella,  le molestaba el hecho  de que otros se fijarán en ella.

-¡Maddox pon atención  al juego!-le ordeno gritando el entrenador.

Ryan amaba el básquetbol,  era su deporte,  y él  capitán del equipo.

Al final Ryan no se pudo concentrar en todo el juego del entrenamiento, que él entrenador no  tuvo más  que sacarlo.

Ryan se fue molesto a la banca,  y ahí  miro el partido.

Tomó  su celular y le envió  un mensaje a Erick

Para Erick

"Te veo  final de tus clases en Sean's "


Para Ryan

"Ya que"

Las clases terminaron,  y Ryan salió  apresurado a Sean's un café  del lugar.

Al llegar miró  buscando a Erick,  pero no lo veía por ningún lado.

-Anda,  entra- sintió un palmeo en sus hombros y vio a Erick

Camino detras de él, y se sentaron en una mesa de la esquina.

-A ver Ryan cuéntame todo,  tengo tarea que hacer- le dijo Erick un poco fastidiado

-Es Thamara,  tu sabes que no me gusta,  pero verla con otros no lose,  me molesta- Ryan no podia ocultar su inconformidad

-Es normal,  estas sintiendo que te quitan tu lugar,  a pesar de que ella no te guste,  admitelo te gustaba saber que tú eras su centro de atención - en efecto Erick tenía razón,  Ryan analizó las palabras él y todo era cierto,  ver a ella con alguién más lo hacia sentir opacado,  incluso peor se sentía engañado o tal vez lo malo no era solo eso,  si no también Ryan estaba celoso.

Despues de un rato ambos salieron de Sean's dirijiendose a sus casas bueno Ryan no iba a su casa.

Al final había llegado a la casa de la chica,  suspiro,  sabía perfectamente que lo iba a regañar, siempre lo hacía,  pero la amaba era su mejor amiga, ¿que podía hacer?,  tocó el timbre y fueron solo pocos intantes y la puerta se abrió,  pero no esperaba encontrarse con ella.

La chica que había roto todo,  sus sueños,  y sobre todo de creer en el amor.

-¿Me extrañaste bebé? - dijo Maia con sinismo

-¿Y Amber? - pregunto omitiendo lo que Maia dijo

-No lose ella debe...-pero se vió interrumpida por un grito de Amber

-¡Ryan! - lo dijo con demasiada emoción y saltó hacía él

Él la sostuvo y esos fueron los mejores momentos de su vida.

Ryan y Amber los mejores amigos inseparables.

Aunque ambos eran insoportables,  solo ellos se aguantaban,  meses atras ninguno se consideraban mejores amigos,  pero sus problemas,  sus aventuras y todo los había unido mucho.

-Que bueno que viniste bebé- Amber tomó de la mano a Ryan y se volteó para entrar a su casa.

Ryan sabía perfectamente lo que ella quería hacer,  tratar de darle una cucharada de su propio chocolate a Maia.

-¿bebé? -pregunto Maia con una ceja levantada.

-Sip-Amber remarco la "p"-¿Acaso no lo sabías?

Maia nego incrédula,  pensó que su hermana no era clase de chicas que andaban con los chicos que ella rechazaba. Es más creyo que nunca andaría con alguién así despues de aquel chico que nunca supo su nombre pero Amber quería.

-¿Desde cuándo? - se atrevió a preguntar.

-Pues mira hermanita,  no nos habiamos dado cuenta hasta hace unos meses atras,  todo fue tan rápido ...- Amber sonrió a Ryan con calidez-él me dijo que nunca había sentido tanta hermandad en alguien que no fuera de America su hermana,  y miranos ahora somos los mejores amigos del mundo y por eso nos hablamos con cariño - finalizó Amber

La cara de Maia era de total vergüenza,  sabía que su hermana le jugó una broma.

Ryan tomó a Amber de la mano y la sacó de su casa sin permiso.

-¿A dónde vamos? 

- A buscar tranquilidad- Ryan era un completo idiota,  bueno eso pensaba Amber de él,  habían estado caminando sin decir palabras,  ella se limitaba a observarlo,  algo andaba mal,  y Amber sabía perfectamente que era eso.

Conocía a Ryan,  en un pasado nunca se hubiera planteado la idea de que Ryan fuera ser su mejor amigo,  es más,  eso era imposible hasta que Tamara llegó a sus vidas.

Tamara había sido un vínculo entre ambos,  desde que se conocieron Ryan y Amber habían tenido cierta conexión,  pero ninguno se había fijado en eso,  hasta que ella llegó.

-Ryan,  ¿Por qué no le das una oportunidad? - la pregunta pero cayó por sorpresa,  el silencio de Él,  marco algo,  era un estúpido,  Ryan siempre buscaba chicas que  no eran de su tipo por así decirlo,  era superficial,  estaba claro que Tamara tenía unos kilitos de más,  pero no era nada que una dieta no hiciera o un buen ejercicio,  pero Ryan lo imbécil no se le quitaba.

Amber decidió no decir más,  simplemente le siguió observando,  y él no podía negar que su mirada era intimidante.

-¡Basta Amber,  deja de mirarme!- ella ni se inmutó de la manera en que le dijo .

-Eres un tonto superficial- le detonó molestia al decirle.

-¿Superficial? - soltó un carcajada Ryan- lo dice quien se fijó en un chico extranjero solo por que era guapo y al final se terminó enamorando de otro,  no me vengas con superficilidades que tu eres la reina de eso,  buscas chicos con caras bonitas y de que sirve te dejan botada.

La cara de de Amber no mostraba nada,  ni si quiera rabia,  ni tristeza al oir a su mejor amigo,  no mostraban nada.

-Vaya Ryan,  creí que éramos mejores amigos y me conocías bien- las palabras salían como dagas de la boca de Amber,  pero a pesar de que le dolía a Ryan,  parecía que a ella no le interesaba- recuerda bien lo que has dicho,  pedazo de idiota.

Y dicho eso se fue.

Si Ryan ya se sentía solo,  ahora lo estaba más,  había cometido un error, mejor dicho había cometido muchos errores,  pero su peor error fue decirle cosas que no eran ciertas a su mejor amiga.

Por que después de todo Ryan no sabía algo que Amber escondía. 

Un secreto que ella ni su familia estarían dispuestos a revelar.

ThamaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora