incalculable / chensung

Parte única.

Es la tercera vez que rechaza a ChenLe en la semana. Y cuando le comenta a Mark su inconveniente con el muchacho chino que va un curso más arriba que él, el canadiense simplemente se ríe; porque él también pasó por eso cuando tenía si edad y las cosas terminaron sorprendentemente bien a pesar de que él mismo no se lo esperaba.

Pero, quizá, lo más extraño es que no lo rechazaba porque no le gustaba. De hecho, le gustaba mucho Zhong ChenLe. Entonces era cuando DongHyuck se comenzaba a jalar el cabello.

— ¿Por qué si se gustan no salen? — se quejaba, dando pataditas porque realmente no entendía la lógica de JiSung.

RenJun, con JaeNo apoyado sobre su hombro, sacude la cabeza.

— Tú no lo entiendes, Hyuck — dice, hablando con ese tono en el que todos saben que vendrá una reflexión profunda. De cualquier forma, JiSung se anima de que su hyung esté de su lado. — ¿Es realmente bueno corresponderle si ChenLe cree que lo ha logrado por su dinero?

DongHyuck hace una mueca y se da cuenta que el más joven del grupo es realmente más inteligente que todos ellos juntos. Pero logra entenderlo, aunque sigue desanimado.

— ¿Pero cómo harás que ChenLe entienda que el amor no se compra con dinero? — insistió, deseoso de que terminaran juntos.

— No lo sé — responde JiSung, con un tono derrotado.

Park JiSung siempre ha sido un chico fuerte. Nunca llora y no le grita a sus padres cuando se enoja, sabe guardar sus sentimientos así como también sabe ante quién mostrarlos y en que momento. Es un chico maduro para sus dieciséis años y todos sus hyung lo quieren por eso.

Así que estando en una situación en la que no sabe que hacer, se siente acorralado y tiende a reaccionar mal. Por lo que más de una vez le respondió de forma casi grosera al muchachito chino quién tenía (de una forma extraña) únicamente buenas intenciones.

Cada vez que lo rechazaba se sentía mal, porque le gustaba y no quería ver esa expresión triste en su rostro. Pero en cada ocasión en  la que lo invitaba a salir, lo hacía de forma tan ostentosa que se sentiría sucio de aceptar una cosa así en la clase de sitios a la que él lo invitaba.

Lo peor, es que la primera vez lo rechazó únicamente porque lo agarró por sorpresa y se asustó. Pero, en cada ocasión, se volvía más y más extravagante, como si JiSung pudiera ser comprado con sus millones.

Eso no le gustó y aunque siempre le decía lo mismo, parecía que el chico no lo entendía y hacía exactamente lo contrario.

Caminaba desde la escuela hasta la casa de MinHyung. Era su fiesta de cumpleaños número diecinueve y estaban invitadas varias personas que había conocido de la universidad; así que JiSung se sentía un poco fuera de lugar siento tan joven.

Sintió unos pasitos detrás de él y pronto la voz aguda de ChenLe gritando su nombre. Aunque el chico estaba caminando, un coche negro lujoso lo seguía de cerca. Rodó los ojos con diversión.

En ese momento pensó que tenía que hacer las cosas distintas si quería que el muchacho entendiera. Así que antes de que hablara levantó la mano en su dirección, haciendo un gesto para que guardara silencio.

— Cállate — le dijo y el mayor lo miró casi alucinando. — Ven conmigo a la casa de un hyung.

ChenLe lo miró sin poder creer que Park JiSung lo estaba invitando a algún lado. El coche negro se estacionó a su lado y la ventanilla se bajó, mostrando a un hombre maduro. El chino se acercó.

— Voy con él — señaló a JiSung. — No te preocupes, ahora te llamo cuando quiero que me busques.

El hombre asintió y se fue.