El perro blanco

Capítulo II: Anclaje al mas allá

Mónica encontró un collar en el cuello del perro, tenía una insignia de lo que parecia ser plata, todavía estaba manchada con sangre pero se podia leer algo: "Venandi"

Mónica pensó que ese era el nombre del perro, asi que descartó que fuera un lobo salvaje.

- Pobre, se debe haber perdído y se topó con un lobo de la zona el cual lo atacó, tendrás que descansar, Venandi... - le dijo al perro mientras lo miraba con una leve sonrisa.

Mónica le llevo una manta térmica para que no pasara frio, élla se acostó en su cama, se puso de lado para ver a  Venandi el cual estaba mirando hacia una esquina de la cabaña, estaba todo oscuro solo la luz del fuego de la hoguera iluminaba levemente la habitación, Mónica se percata de que las orejas de Venandi están alertas, el perro esta fijo mirando la esquina. Élla alza la vista hacia allí... pero no hay nada, solo hay oscuridad, Mónica vuelve a mirar a Venandi el cuál se levánta, y empieza a caminar en dirección a la esquina, esta agazapado, con la cola entre las patas como si fuera a cazar a su presa, empieza a gruñir mostrando los dientes.

- ¡Venandi, No! -le gríta Mónica.

Pero el perro comienza a ladrarle a la esquina, y seguidamente pega un aullído, una luz blanca incandescente ilumina toda la cabaña, Mónica cierra los ojos y voltea el rostro, la luz desaparece en un suspíro, Mónica se queda paralizada, ¿Qué había pasado? ¿Esa luz la provocó Venandi?, múchas preguntas pasan por la cabeza de Mónica en ese momento, Venandi voltéa y otra vez ve a Mónica a los ojos, pero algo cambió... SUS OJOS ERAN NEGROS.

Mónica quiere grítar del miedo pero no puede, el perro se le empieza a acercar lentamente mientras la ve directo a los ojos, su mirada es inexpresiva y fria, otra vez Mónica siente la misma sensación que tuvo en el bósque cuando lo encontró a Venandi, pero múcho peor, sentía que se le partía la cabeza, se pone la mano en la frente y arrúga la cara, escucha voces en su cabeza.

- ¿¡Qué pasa!? -Gríta ya Mónica del dolor.

- Vas a ser mí guia, mí anclaje a este mundo, asi que voy a entablar una conexión con vos -Le dijo una voz gruesa y muy profunda.

Mónica se desmaya sobre su cama...
Esto ocurrió alrededor de las 2:00am.

Cúando Mónica despierta ya es de dia, el fuego de la hoguera ya se extinguio y la luz del día que entra por la ventana ilumina la cabaña, Mónica no sabe si lo que pasó anoche fue real o un mal sueño, no recordaba nada. Entónces lo ve a Venandi que estaba acostado dónde lo dejó la noche anterior, dormía tranquilamente eso la calmó un poco mas pero aún le dolia la cabeza, va al baño, se lava la cara, se ducha y desayúna mientras lo ve a Venandi, se sorprende al ver que ya no tenía heridas, se levanta de su silla y se acerca a Venandi.

- ¡Hey chico! *Venandi abre los ojos* perdón por despertarte, ¿Quieres salír afuera?.

El perro como si entendiera esas palabras se levanta y refriega su cabeza por las piernas de Mónica, La cúal se siente conmovida al sentir algo de cariño, busca una correa y se la ata al collar, sale de la cabaña y lo lleva a pasear al perro, el día es soleado pero el frio sigue siendo el mismo.

Luego de varias vueltas Mónica decide volver a la cabaña, asi que le dice a Venandi.

- Vamos Venandi, a casa *le tira de la correa*, pero Venandi se resiste.
- Vamos chico.

Entónces el perro hace un movimiento con el cúal logra zafarse de la correa y sale corriendo al bósque.

- ¡Venandi! - gríta Mónica

Entónces sale tras él, va corriendo mientras sigue sus huellas, Da vueltas por todo el bósque pero no lo encuentra, pero entónces cuando ya lo daba por perdido escucha un aullído, puede ser de algún lobo pero ella esta segúra de que es de Venandi asi que intenta seguir el sonido y ahi lo ve, el perro sentado, rodeado por los pinos , cuando se acerca para verlo, observa una misteriosa compuerta en el suelo, desprende un olor nauseabundo. Venandi parece querer abrirla pero obviamente no puede, asi que Mónica la abre, solo para revelar algo macabro.