Capítulo 2.

1K 55 3
                                    

El viaje no fue tan largo pero, si fue cansador, a momentos cerrabas los ojos y cada vez que lo hacías aparecían aquellas sombras y aquel chico con el cual siempre sueñas, dejando los pensamientos a un lado, observaste que estabas  sola en el avión, bajaste rápidamente y al no estar atenta caíste sobre la azafata.

-Lo siento, de verdad lo siento -dijiste ayudándola a levantarse-.

-No discúlpame a mi yo me cruce en tu camino-dijo sobando tu hombro-.

-Bueno adiós -dijiste apresuradamente-.

-Espera tu mamá te esta buscando -dijo señalando a mi madre que miraba nerviosa para todos lados-.

-Me mataran, adiós -saliste corriendo rápidamente hacia tu madre-.

-¿Donde estabas mi niña?, te busque por todos lados -dijo soltando un suspiro-.

-Me quede en el avión durmiendo, y choque con la azafata ¿y mis maletas?.

-No lose las busqué pero dijeron que ya las habían recogido, creí que habías sido tú.

-¿Buscabas esto? -Dijo un chico alto de pelo claro-.

-Si gracias -Dijiste tímida-.

- Por cierto me llamo Sam un gusto  y señora Magdalena tantos años sin verla no creé que debió volver hace tiempo- dijo borde-.

-¿Pero que dices niño?, no es asunto tuyo -dijo alterada-.

-No perderé más el tiempo, nos vemos luego guapa- dijo despidiéndose de mi y a mi madre solo le dirigió un asentimiento de cabeza-.

-¿A que se refería ese chico?- pregunte-.

-No seas curiosa.- respondió-. 

Más Tarde

Me quede pensando en todo lo que aquel chico dijo, desde que llegamos a esta hermosa y hogareña casa. Realmente me gustó mucho es de un color café y mi habitación tiene un gran ventanal, la vista es fabulosa se ve un gran parque desde acá y el ambiente del vecindario es genial- mi madre interrumpe mis pensamientos, ya que me está llamando a cenar, bajo rápidamente y ella ya esta sentada en la mesa de el gran comedor-.

-Hija, ¿te gusta la casa?- dice curiosa-.

-Me encanta realmente, siento que estoy en paz acá- mencione regalandole una sonrisa-.

-Me alegra mucho- dice mientras me entrega mi plato, cenamos entre risas, fue una velada maravillosa-.

-¿Te parece si vemos una película?- pregunté mientras bebía un último sorbo de gaseosa-.

-Claro, ¿quieres palomitas con chocolate?- dijo mientras llevaba los trastes a la cocina-.

-Eso no se pregunta- dije mientras colocaba nuestra película favorita, "Orgullo y Prejuicio"-.

La noche fue muy entretenida, nuevamente lloramos con el final de la película. Después de tres horas decidimos ir a descansar me duche y me dormí en paz después de años, sin tener ninguna pesadilla.

ACTUALIZADO.

Remember Me  -Ben BruceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora