Sugar Daddy 🍭(Pliroy)

Capítulo 9. 🍭

Ya sé, sé que tardé meses en actualizar, ¡lo sé! pero entre la falta de inspiración y la eliminación de Stupid Liar que no tengo idea de por qué <'3  se me quitaron las ganas de too' pero ya regresé, bebés de luz, lamento la demora.

Seung Gil se quedó en el balcón sintiendo aún el calor en sus mejillas, solo había bastado una sonrisa para que ese hombre se clavara en sus pensamientos con una fuerza inimaginable.

Nunca pensó en la posibilidad de que alguien le atrajera de semejante manera, a sus cortos 16 años nunca se había interesado románticamente en nadie, ni mujer ni hombre.

Pero con él todo había sido tan diferente; su mirada, su tono de piel, su cabello, su olor y sobre todo su sonrisa... esa sonrisa que le hizo sentirse en paz por primera vez en mucho tiempo.

Necesitaba conocer más acerca del caballero que le había robado el corazón, suspiró profundamente y juntando todo el valor posible regresó a la fiesta.

Al acercarse al grupo de su padre hizo una larga venia antes de mirar a todos los presentes —Lo lamento, me sentí mal y salí a tomar un poco de aire.

—Quizá sean los nervios por pensar en el futuro, pero tranquilo Seung Gil-ssi, podrás con esto —apoyó con una amplia sonrisa un hombre de cabello canoso y rasgos occidentales, el pelinegro solo atinó a devolver la sonrisa y asentir, buscando con la mirada al hombre con el que había conversado hace apenas unos minutos, al no encontrarlo suspiró un poco decepcionado.

Los hombres mayores seguían hablando de negocios, presumiendo "discretamente" cada una de sus fortunas, el pelinegro estaba en medio de todos ellos, totalmente hundido en sus pensamientos mientras miraba aquella copa que sostenía en su diestra, daba cortos tragos al jugo de uva que contenía; al ser menor de edad le estaba estrictamente prohibido ingerir alcohol, aunque se tratara de una fiesta de negocios no iba a romperse esa regla.

Al no ver al canadiense en el lugar lo único que quería era desaparecer de la fiesta.

"Seung Gil idiota..." —murmuró para sí mismo. —"¿Por qué te sientes así por alguien que apenas conociste? Idiota, idiota..." —dejó la copa en una de las mesas de la enorme sala, emprendiendo un lento y pesado recorrido hacía su habitación.

Pero antes de pisar el primer escalón de las escaleras alguien lo llamó por su nombre y lo tomó por el hombro, haciendo que se volteará inmediatamente para ver de quién se trataba.

El rostro del coreano pareció iluminarse al ver al hombre frente a él.

—¿Ya te vas? —preguntó Jean.
—Oh, no... solo iba a mi habitación, no iba a tardar mucho en realidad... —dijo formando una exagerada sonrisa, pareciendo más un susurro su voz, dando más explicaciones que las que debía. —Desapareciste de la fiesta... —su rostro comenzaba a teñirse de rojo.
—Cayó un poco de vino en mi camisa, fui al baño para quitarle la mancha pero no sale... —dijo JJ mientras señalaba la enorme mancha de vino tinto sobre su blanca camisa.
—Podemos ir al cuarto de lavado... si no la mancha nunca se irá... —por un momento Seung Gil no se sintió él, literalmente a él no le importaba nada de lo que pasaba a su alrededor, mucho menos le iba a importar una estúpida mancha.

Pero se traba de ese hombre.

—¿Podrías mostrarme dónde es? —preguntó JJ con genuina preocupación, aquella camisa era un regalo de su madre y sabía el regaño que le esperaba si dejaba que la mancha fuera permanente.
Seung asintió. —Sígueme —y sin decir más caminó hasta dicha habitación, procurando siempre que Leroy le siguiera. Una vez ahí Seung echó un vistazo rápido a la lavadora, intentando encontrar la forma de encenderla y justo en ese instante de maldijo por no saber usar ese aparato, todo lo hacían las mucamas, él solo se dedicaba a encerrarse en sus videojuegos.