Camino al mas allá.

2 0 0
                                    

Hernesto era una persona muy querida por sus vecinos, amigos y familiares. Era una persona cariñosa y apegada a sus conocidos, el único problema es que no era muy saludable, comia demasiado y casi todo lo que comía era comida chatarra. Tenia muchos amigos, pero el ejercicio no era uno de ellos, lo que obviamente le trajo como regalo un ataque al corazón.
Estuvo internado 7 largos meses en los cuales solo estaba recostado en una habitacion cuadrada con paredes celestes y blancas. Había una ventana a su derecha la cual podia mostrar el paisaje de un edificio blanco que reflejaba la lúz del sol, iluminando de una lúz blanca y fuerte su pequeña habitación.
Por las noches miraba un poco de televisión, y cuando se enojaba con el noticiero solo la apagaba y dormía.
Una tarde vino de visita su sobrino con un regalo, Hernesto cumplía 65 años y se moría por comer pastel, esa fue la razón por la que su regalo no le gustó: Un reloj majestuosamente grande con agujas largas y negras, pintado de dorado en un intento de hacerlo parecer de oro. El reloj no entraba en su peludo y gordo brazo. Solo le agradeció el regalo con una forzada sonrisa, apenas podia hablar, se agitaba con mover su brazo.
Con las pocas fuerzas que tenia se puso a charlar con su sobrino.

HERNESTO: Estos ultimos dias fueron... (Aspira) Bastante dificiles para mi.
SOBRINO: Por eso debes descansar.
HERNESTO: ¿Descansar? (Lanza una risa sarcástica) ¡Ja! Lo que necesito es... (Aspira) un buen sandwich de salame, jamón y queso, los que como todas las mañanas.
SOBRINO: No seas estúpido, por eso estas aquí.
HERNESTO: Ah... lo que faltaba, te pareces a tu padre, diciendome que hacer y regañándome. Él creía que por ser el hermano mayor (Aspira) podía tratarme como un niño.
SOBRINO: Calmate, no debes estresarte, todavía estas debil. Ahora mismo debo irme, descansa, tío.

Hernesto y su sobrino se abrazan y éste último abandona el cuarto.
Esa misma noche, Hernesto recibe la visita de su hermano, Lucas.

HERNESTO: (Hernesto mira a su hermano sin expresiones en su rostro e irónicamente le dice) No me visites tan seguido que me desesperas.
LUCAS: Perdón, pero estuve de viaje estos meses. Te extrañé mucho, cuando me enteré de tu situación traté de venir lo antes posible, pero el Señor no me lo permitió. Creo que ahora se le ablandó el corazón y me permitió venir a verte.
HERNESTO: ¿Cuánto tiempo vas a estar?
LUCAS: No mucho, pero no te preocupes, pronto estaras de pie a mi lado.

Hernesto cerró los ojos y se entregó completamente al sueño que ya lo estaba molestando desde hace rato.
Al otro dia su sobrino volvio a visitarlo.
Antes de que su sobrino puediera saludarlo, Hernesto se apresuro a comentarle que la noche anterior, su padré lo visitó.
Su sobrino sonrió y le preguntó

SOBRINO: Y... ¿Hablaron de algo?
Hernesto: No hablamos mucho, (Aspira) me dormí muy rapido. Solo me dijo que (Aspira) pronto saldria de pie de aqui junto a él.
SOBRINO: Pero tío, eso es prácticamente imposible, los medicos dicen que vas a tardar mucho en recuperate.
HERNESTO: Bueno, tu mismo decías que hay que ser positivo en la vida.

En ese momento ingresa nuevamente Lucas a la habitacion.

HERNESTO: ¡Que oportuno! Justo estaba hablando de ti con tu hijo.
SOBRINO: ¿Con quién hablas, tío?
LUCAS: El señor nos espera, toma mi mano.

En el momento exacto en el que Hernesto toma la mano de Lucas, un sonido agudo invade la habitación. Era el electrocardiografo, Hernesto estaba muriendo.
Las enfermeras y doctores entraron a la habitacion, el sobrino de Hernesto estaba, con lagrimas en los ojos, gritaba el nombre de su tio.
Las enfermeras hacen a un lado al sobrino y los doctores comienzan con la labor de resuitacion, activaron los desfibriladores pero nada funcionó. Hernesto se fue caminando junto a Lucas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 17, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Camino al mas alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora