Ross, pintaba en un lienzo un paisaje verde con muchas flores amarillas, de los árboles escurría un líquido amarillento y se veía viscoso. A simple vista podía creer que Ross pintaba todos los días, pero lo hacía muy pocas veces y cuando lo hacía, lo hacía de maravilla. Tenía mano para la pintura y una pasión que no cualquiera puede poseer.
Ayer en la noche cuando llegamos de Honolulu, comenzó a sacar lienzos, pinturas, pinceles, de todo un poco con la idea de que sentía algo y necesitaba pintarlo. No dije nada y lo acompañe la noche entera, viéndolo pintar.
Hace unas horas, antes de que firmara el cuadro, él le hizo una grieta a mi corazón, pareció tomar mi dignidad y sentimientos con asco y tirarlos a la basura. Todo comenzó hablando del desagradable contrato.
—Ross...—lo llamé, su mirada seguía fija en el cuadro—Debemos hablar
—En ello andamos—me dijo, afirmando que me escuchaba.
No me miró, hasta que pronuncié las siguientes palabras.
—Debemos anular el contrato, algo más ocurre con nosotros y no es simplemente el contrato.
Su expresión se mantuvo serena, como si estuviera pensando o repasando mentalmente algo.
Rió, parecía...sarcástico.
—¿A qué te refieres con "algo más"? Explícame porque no hay nada más que un contrato.
Sentí que tal vez solo me tomaba el pelo, pero no callaría le diría lo que sentía porque estaba segura que él sentía lo mismo. En Honolulu me lo demostró, cuando murió mi padre se veía tan afligido... Por mi
—¿Sabes que yo te quiero, no? Eso no está en el contrat...
Me interrumpió.
—Lo sé, Marano, ¿a qué quieres llegar con todo esto?
Mis ojos se cristalizaron y mi cuerpo pareció darse cuenta de lo que ocurría. Comencé a sudar y a sentir náuseas.
¿Ahora me llamaba, Marano? ¿Qué le ocurre?
No iba a parar ahora, le diría lo que pensaba, lo que sentía porque estaba convencida de que nos amábamos y estaba segura que así era todo. Él me ama pero le cuesta admitirlo, yo...estoy dispuesta a todo con tal de que me ame.
—Ross, nos amamos, lo sé, lo siento aquí en mi pecho —señalé mi corazón y empecé a temblar, quería llorar. Él no se inmutaba de lo que yo decía —Anulemos el contrato y...quedemosnos juntos.
Rió, rió como si algo le causara risa, allí juro por Dios que terminó de hacerme nada, polvo, me estaba destruyendo en pedazos tan pequeños que comenzaba a desaparecer.
—Es sólo sexo, Marano. Nada de felices para siempre.
¿Acaso él no sentía nada? ¿Podía ser tan cruel? ¿No había nada en su corazón?
Mi mundo cayó en ese momento y todo empezó a dar vueltas. El paraíso que había construido donde estábamos los dos, comenzaba a hacerse pequeño y se borraba con el paso de los segundos; el pensar que me amaba se hacía lejano, el hacerme el amor se desvanecía en mi mente y los sueños con él buscándome, haciéndome feliz le salían patas y se iban, dejándome sola a mi, con recuerdos oscuros y fríos, recuerdos que enfriaban mi corazón. Parecía convertirme en la misma Laura que se culpaba del abandono de su madre, la misma Laura que sintió asco de sí misma cuando Jack la usó y después la dejó.
Mi coraza se empezaba a caer, luchando siempre para que ningún hombre controlara mis estados de ánimos y ahora volvía a caer, estaba allí, amando a ese hombre inalcanzable, a ese hombre al que le regalé mi corazón, a quien le entregué la mayor parte de mi.
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Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]
Romance-¿Solo sexo?-pregunte, inocente. No sabia lo que me esperaba. -Solo Sexo.-afirmo el, seguro de si mismo. Aun sus manos sujetaban mi mentón. ********************************** ADVERTENCIA: No me hago cargo de traumas o problemas personales. Leen esto...