Estimado Sr. Stravinski
Lo siento, disculpe la forma en como me comporte no fue mi intención causar daños irreparables a su ser, pero entiéndame usted me duele asumir la realidad, asumir... el que usted no me quiere, el que yo lo quiera, el fin de nosotros lo que usted inicio como un simple acuerdo, termino enamorándome, cautivándome por completo, pensé que esto era mutuo pero por lo que sentí en las últimas horas fueron sus amargos y desinteresados labios, como luchaban por alejarse de los míos, ¿acaso ya no soy de su agrado? Considerando el que usted fue el que inicio todo esto espero que sí.
¡La culpa fue suya!
Como pudo entrometerse en mi vida, con qué derecho, antes de que usted apareciera todo iba muy bien, mi interés primaba hacia mí, no me interesaba nadie más que yo, así es como deben ser las cosas, soporte todo lo que el mundo me tiro en la cara, bofetadas y humillaciones, usted no estuvo ahí para mí ¿cómo ha de importarme? Deseo subrayar que usted nunca debió aparecer en mi vida, usted al igual que yo me lastimo y dejo heridas irreparables.
Usted me llevo al borde de la locura y ¡Sí! Debo decirle que efectivamente lo amo y al parecer más de lo que me amo. Pero tengo miedo, aun lo tengo, he visto como las parejas desean obtener sus almas entre sí, sin embargo yo quería conservarla o lo que quedaba de la mía.
Así que para concluir quiero pedirle mis más sinceras disculpas, sé que la forma en como me comporte, no debí ofrecer tanto afecto no fue lo mejor le pido me perdone, no hoy, ni mañana, cuando usted lo desee conveniente y quisiera que me lo hiciera saber, si no es mucho pedir, quiero seguir con mi vida desisto de vivir más con amor, usted fue el primero y el ultimo en entrar en ella, volveré a ser lo que era.
Nada de lo expuesto aquí significa el fin de mis sentimientos, claro que no, es la total y absoluta resignación a ser amada, sin ser poseída viciosamente por un hombre no me aferrare tanto a él, a la idea de amar y ser amada esa es la solución a la incógnita en mi cabeza es la solución a mis problemas, esa es la clave para seguir enfocada en mis cosas, en lo que me corresponde, no quiero seguir distraída lo único que quiero es lo mejor para mí, el amor es para aquellos que soportan una sobrecarga psíquica y está claro que yo no la soporto en lo más mínimo.
En relación con el señor Stravinski, lo conocí una tarde en Starbucks la mejor cafetería de mi universidad, estaba sentada a la orilla de la ventana me gustaba la sensación del frio del vidrio y así mismo los abundantes rayos de sol que se reflejaban allí, era fantástico. Mientras entraba a clase ese era mi lugar de concentración y contemplación, estaba allí cuando un loco abusivamente saco los libros de mi morral, enseguida pensé en ponerme de pie y exigirle que me los devolviera, pero quede asombrada pues era tal la belleza de este sujeto que quede plasmada, intacta, de mi boca no salían más que tartamudeos, solo observaba como el me miraba con carisma y leía mis apuntes, fue extraño, pero es evidente que lo contemple por un buen rato, aunque este no es el punto en seguida se dirigió hacia mí, muy cerca, demasiado diría yo, me saludo atentamente acercando su mano tan caliente y hermosa, yo torpemente no la estreche como se suponía, el claramente sabía que estaba nerviosa así que solo sonrió, se echó para atrás y pidió excusas por tomar mis libros, dijo que quería ponerse al día, se despidió y se alejó brevemente, realmente quede muy confundida, "ponerse al día" ¿Qué quería decir?.
Después de un rato lo olvide y seguí con lo mío, decidí comprar un café y dirigirme a clase iba a tiempo, pues tenía con la maestra Huygens de literatura prehispánica, eras muy estricta pero hacia bien su trabajo. Fui la primera en llegar, así que solo tire mi morral hacia el asiento y decidí agachar mi cabeza sobre él, estaba agotada la vida en casa es estresante, vivir con una madre alcohólica es cómo lidiar con un enfermo mental, en fin, por otra parte volviendo a la escuela, cuando estaba acostada sobre mi asiento literalmente escuche como cerraron la puerta bruscamente, en el momento me enoje; que tipo de personas podrían tirar la puerta de esa forma, decidí levantar mi cabeza y me lleve una gran sorpresa, el hermoso ladrón de Starbucks se encontraba allí ¿pero que hacia aquí? Me preguntaba mientras él me miraba fija e intimidadoramente, estaba pasmada como en la cafetería, pero esta vez me arriesgue a hablarle, así que muy intrigada pero a la vez intimidada, le dije:
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Impulsos.
Romance"El amor esta bien para aquellos que pueden soportar una sobrecarga psíquica" Charles Bukowski.