Termino de colocar todo el equipaje en el auto. Sería su primer viaje junto con su pareja, también sería el día en el que le pediría matrimonio. Lo tenía todo preparado, el lugar al que harían es un pequeño pueblo pacífico, donde también podrían ir al pequeño lago, justo donde haría su propuesta.
Cerró la puerta trasera del auto y subió en busca de su pareja, este se encontraba de espaldas, rodeo su pequeña cintura sintiendo un pequeño brinco han tan sorpresiva caricia.
- Pareces una mujer con tanta maleta, si solo nos vamos por unos cuantos días - Beso el blanco cuello del de espaldas.
- Venga, Marimo, Conociéndote nos perdemos por semanas -
- Tks, que yo no me pierdo - Se alejó de su pareja para que terminará de empacar.
Al terminar, salieron de su departamento para después subir al auto, el peliverde encendió el auto, diciendo adiós a la ciudad en la que durante mucho tiempo vivieron.
El rubio se encontraba sentado en el asiento del copiloto, se recargo en el respaldo del asiento y subió sus pies, abrazando sus piernas. Según lo que el Marimo le había mencionado, el pueblo no se encontraba ni muy lejos ni muy cerca, solo tardarían 4 horas en llegar, o más conociendo la orientación de su novio. Tomó su celular y empezó a tomar fotos a su pareja sin que se diera cuenta, le gustaba la cara de seriedad que el peliverde ponía al salir a un lugar, esforzándose por no perderse y recordar el camino a su destino.
- Dejarías de tomarme fotos, cejillas - Dio un pequeño brinco de sorpresa, bloque su celular y sonriendo respondió.
- ¿Te molesta que capture el momento, Marimo? -
- No -
- Venga, este viaje lo planeas te tu sin mi consentimiento, de pronto llegaste a la cocina diciendo que prepara mi equipaje por que saldríamos -Ocultó su cabeza entre sus rodillas suspirando -, ¿no me dirás el por qué?.
- Es una sorpresa, Cejillas, estate tranquilo -
- Esta bien - Respondió alargando la 'e'.
Sonrió, se acomodo bien en el asiento para darle un beso en la mejilla a su pareja.
- Me encanta ese toque de misterio que tienes ahora - Susurro en el oído del peliverde. Volvió a colocarse como antes, recargando su cabeza en el hombro del conductor. Roronoa también sonrió, le encantaba que Sanji fuera así de lindo con él, susurrando le al oído. Miró por el rabillo del ojo a su pareja y sonrío aún más, este viaje lo disfrutaría al máximo.
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Vacaciones
RandomSolo eran unas simples vacaciones para una pareja de enamorados. Jamás pensaron que pasaría algo más.