#Capitulo 1.

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   3:30 a.m. Yo camino en la calle. 

 Personas durmiendo y otras no. Algunas en sus casas, otras en boliches y algunas en callejones. Los siento. Siento sus miedos, sus emociones, su sangre caliente correr por sus cuerpos, lo siento. Los escucho. Escucho sus respiraciones a kilómetros, sus palabras, las entiendo. Los huelo. Su aroma lo huelo.

 En el callejón hay algo que huelo. Y es sangre. Pero no cualquiera, si no, una especial. No todos los días se tiene el privilegio de beber sangre Nefilim o ¿Si? Al menos, yo si. Tres veces por semana desde hace 198 años.

 Rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba allí. Frente a frente con un Nefilim. Su sangre brotaba de su costilla izquierda. Estaba lastimado, y bastante. Aunque no me importo mucho, ya que estos malditos no se mueren tan fácilmente. Mis ojos se transformaron de marrones a verdes esmeralda y negros. Mis colmillos eran el doble de grande que antes , tenia hambre, y esa sangre, era especial, la quería. 

 El noto mi parecencia y me miro. Recorrí con mi mirada desde su costilla herida, hasta su mentón, y de allí hasta sus ojos. Sus ojos. Infiernos, eran hermosos.. y el también. Su pelo rubio, hacia arriba; su boca rosada y tierna, y sus ojos, eran el cielo del mundo de los humanos. Azules como el oseano, como el cielo en una hermosa tarde de primavera. Ese "muchacho" era hermoso, y nadie lo podía negar, ni yo..

 Inconscientemente sonrío, pero al ver su cara de odio hacia a mi, algo se desciso. ¿Que era? No lo sabia ¿Por que me pasaba? Aun menos. No sabia lo que me pasaba pero me transforme de demoño a una chica, común y corriente, mis ojos y colmillos se volvieron normales. Examine su rostro y se veía aun con odio, pero a la vez sorprendido por mi acto, y había un pequeño brillo, que no podía descifrar.

 Si me conocía, de seguro estaba pensando de que lo mataría sin mas, pero no fue así. Respiro hondo y el aroma de su sangre, penetro mi nariz. Pero algo paso esa noche. Di un paso hacia atrás y negué con la cabeza, para luego darme media vuelta y quedar de espaldas al Nefilim.  Lo único que hice fue irme de allí. Desaparecí de su vista. No sabia lo que me había pasado en ese momento, era como si una fuerza del mas allá me controlara, y no creo que ese Nefilim tenga el poder de entrar en mi mente para retorcer mi cerebro, no lo sentí allí, además, estaba demasiado débil para hacer algo relacionado con sus poderes..

 Pero algo estaba claro. Le había salvado, de alguna manera, la vida de un Nefilim.. Y no cualquier Nefilim.

Es secreto. |DETENIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora