Bellas confusiones

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A la mañana siguiente, Ignis se levantó muy temprano así que aprovechó y se metió de inmediato a la ducha.

Cuando salió, buscó su ropa para vestirse y fue cuando vio a Gladio durmiendo en una silla cercana con su siempre novela romántica en la mano. Ignis se acercó y le tocó el hombro;

-Gladio... - dijo mientras le daba leves empujoncitos al otro que dormía plácidamente -Gladio... despierta... despierta-. Ante el último empujón, el más grande despertó y miró atento la escena frente a sus ojos: Ignis, su Ignis, semi desnudo frente a él, con solo un paño tapándole sus partes nobles;

- ¿estoy soñando? - preguntó con voz perezosa mientras se frotaba los ojos con las manos

-me temo que no señor Amicitia. - contesto Ignis con burla -Te he despertado porque estas sentado justamente en mi traje de hoy-. Gladio se movió y se levantó rápidamente,

-lo lamento-

-no hay problema. - contesto Ignis, dejando su paño a un lado y comenzando a ponerse su fino traje ante la mirada sorprendida y avergonzada de Gladio. Cuando se comenzó ha abrochar su camisa miro de reojo al otro; - ¿pasa algo? -

-nada- contesto el oji ámbar saliendo de su ensimismamiento

-entonces despierta a los chicos mientras hago el desayuno

-enseguida señor- terminó el otro poniendo una mano sobre su frente en señal de saludo y se acercó a los otros dos que dormían plácidamente.

Cuando ya todos estuvieron listos y desayunados, Gladio los reunió para hablar sobre la táctica de su pelea y cuando ya hubieron estado de acuerdo en todo lo que el escudo les decía, salieron del Hotel de Taelpar y se encaminaron hacia el lugar en el que el cazador les había indicado que se encontraba el Basilisco y su familia, los cuales habían estado destruyendo y comiendo los cultivos de los campesinos de los sembradíos cercanos.

Los cuatro se dirigían en el Regalia a un lugar bastante alejado de donde se encontraban, inclusive pasaron un puesto de pesca al que Noctis les dijo que obligadamente debían pasar al regresar a Taelpar a cobrar su recompensa.

El viaje duro unos 40 minutos, hasta que llegaron a un área boscosa, bastante profunda.

Ignis estaciono el auto en un aparcadero cercano y les indico que bajaran;

-bien, - dijo Gladio con autoridad -comencemos con esto. Ya cada uno sabe que debe hacer y cuáles son las debilidades de nuestras presas... -. El escudo no había terminado de hablar cuando se escuchó un fuerte estallido a unos metros de ellos y vieron como un grupo de gente venía corriendo en su dirección;

- ¡andando! - grito Noctis y comenzó a correr junto a sus amigos en la dirección en la que veían el humo.

Cuando llegaron comenzaron su pelea con las bestias. Atacaban y atacaban sin cesar, hasta que solo quedo el gran basilisco.

De pronto, Gladio escuchó un grito ahogado que dio Noctis y se giró buscando a su compañero, hasta que lo vio de espalda en el piso y a Prompto comportándose de manera extraña y apuntándole con su arma;

- ¡Prompto! ¿Qué sucede? - decía Noctis defendiéndose de los tiros del otro. Gladio examino el área hasta que encontró lo que había mal

- ¡usa las sales de olor Noct! - gritó el más grande - ¡Avispas!... ¡Prompto esta confundido!

- ¡bien! - exclamó el príncipe, se levantó de un salto y metió una mano en su bolsillo. Luego saco un pañuelo y con rapidez, no sin antes esquivar un golpe, se lo puso a su amigo en la boca. El chico recobro su compostura y mientras se disculpaba luchaba junto a su mejor amigo contra las grandes avispas que se arremolinaban a su alrededor.

Secret LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora