No me pidas

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TOC TOC

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TOC TOC TOC

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TOC TOC TOC TOC TOC TOC

-¡Ya voy!- exclame mientras bajaba el volumen de la música y me levantaba del sofá, me aleje de la sala de la casa y me encamine al pequeño recibidor para atender la puerta, ambos espacios eran separados por una pequeña pared para proporcionar intimidad.

Grande fue mi sorpresa al verlo frente a mí.

Su porte impecable y elegante me provocó un mal sentir en la boca del estómago, no pude evitar que mis facciones tomaran un aire ligeramente hostil, me cruce de brazos y alce una ceja en una muda interrogante al ver en su mano una flor de aciano.

"¿Mi amor es puro y limpio?... será cínico el muy idiota" pensé furiosa mientras esperaba que aclarara la razón de su presencia en mi casa, al ver que no se atrevía a hablar y solo me miraba paralizado, como si jamás me hubiera visto decidí romper el silencio.

-¿Qué haces aquí Inuyasha?-

-Vine a recuperarte Kagome, a explicarte todo lo que paso- dijo seguro de sí mismo mientras me extendía la flor, yo sentía mi sangre hervir, ¿Cómo se atrevía?, después de todo el daño que me hizo ahora viene como si no hubiera hecho nada malo, como si no hubieran pasado años, como si jamás me hubiera matado a un nivel tan profundo que es un milagro que aun este de pie.

Kagome:

Si te olvide a que regresas nuevamente

Si ya te he dicho frente a frente

Que nunca te perdonare

-Te he olvidado Inuyasha, de ti no me queda más que un doloroso recuerdo, no entiendo que haces aquí- me acerque a él de forma amenazante y me moleste aún más al ver que no se movía –Te odio y jamás te perdonare lo que nos hiciste- mis ojos se empañaron por las lágrimas mientras mi mano se posaba en mi plano vientre, sus ojos se abrieron sorprendidos y pude ver en ellos un deje de incredulidad.

Inuyasha:

Nunca sabré porque mis padres me alejaron

Son los culpables nunca entendieron

Que yo daría mi vida por ti

-No lo entiendes Kag, fueron mis padres los que nos separaron, no entendían que yo te amaba y me enviaron lejos, ellos nunca comprendieron de lo que hubiera sido capaz por ti- me decía desesperado mientras colocaba una mano en su pecho tratando de darle más a valor a sus palabras e intentaba acercarse a mí, inmediatamente puse distancia entre nosotros, en sus ojos había dolor, tristeza y desesperación, pero ya poco me importa lo que el sintiera, solo quería que se fuera, no me importa donde, mientras sea lo más lejos posible de mí, sus palabras solo son eso, palabras vacías y sin sentido que se las lleva el viento y no tengo la intención de perder mi tiempo con un tipo como el.

Kagome:

Sabes que los tiempos cambian

Pero el dolor se queda para siempre

Que fue tan cruel perder una semilla

Que tú dejaste sembrada en mi vientre

-Inuyasha cuando tú te fuiste, yo me quede sola y devastada, las palabras tan crueles que me dijiste provocaron... -un gemido de dolor e impotencia por el terrible recuerdo me interrumpió, tomando fuerzas de donde no las tenía le mire a los ojos con el dolor y la agonía que experimente hace años, como si lo estuviera volviendo a vivir, este dolor ha estado tatuado en mi piel con fuego y no ha menguado ni con el pasar del tiempo -Estaba embarazada Inuyasha y tu abandono me provoco su perdida- No podía verlo a la cara, si lo hacía era capaz de lanzarme a su rostro y rasguñárselo hasta dejarlo irreconocible, por mis venias sentía correr acido, como si ya no fuera yo sino una criatura llena de odio y deseos de venganza, respire profundo, no me rebajaría por nadie y mucho menos por alguien tan insignificante como él.